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El homicida volvió solo

Raúl Flores, confeso autor del crimen del sindicalista Abel Beroiz, se presentó ayer en Tribunales tras estar 17 días prófugo. Declaró ante el juez de Instrucción Juan Donnola y volvió a quedar tras las rejas.

Raúl Oscar Flores, el confeso asesino del gremialista Abel Beroiz, se presentó ayer al mediodía de manera espontánea en los Tribunales provinciales, tras estar prófugo durante 17 días luego de escaparse de la cárcel de Piñero en el interior de un vehículo del Iapip que iba a repartir pan en las unidades penitenciarias del departamento Rosario.

Flores, de 26 años, estaba siendo buscado desde hacía dos semanas y en los últimos días, los pesquisas realizaron varios operativos en la provincia de Buenos Aires, ante la sospecha de que el joven estaba en dicha provincia, más precisamente en el sur del conurbano bonaerense.

Fuentes judiciales indicaron que Flores se presentó minutos después del mediodía de ayer en los Tribunales, y tras hablar con el juez de Instrucción 7ª, Juan Andrés Donnola, quedó detenido.

La fuga se produjo el viernes 3 de marzo, minutos después de las 8, cuando Raúl Oscar Flores, preso desde hace casi dos años en la Unidad Penitenciaria Nº 11 de Piñero, logró escabullirse en una camioneta del Instituto Autárquico de Provincial de Industrias Penitenciarias (Iapip) que traslada el pan a otras tres cárceles asentadas en el departamento Rosario, mientras otros dos reclusos cargaban bolsas en el interior de la trafic junto a un maestro panadero (personal del Iapip) que no vio nada.

No se escabulló ni en una bolsa de pan ni bajo la camioneta, como se deslizó en su momento, los pesquisas presumen que se escondió detrás de canastos que llevaban pan y facturas o en el interior de la trafic. Lo cierto es que para salir, el vehículo atravesó al menos tres controles, pero nadie vio nada. “La camioneta pasó tres controles, y los tres se hicieron mal, lo que resulta gravísimo”, destacó en su momento el jefe del Servicio Penitenciario de Santa Fe, Mariano Bufarini.

La camioneta del Iapip salió cerca de las 8 de la cárcel Piñero, ubicada unos 30 kilómetros al sudeste de la ciudad de Rosario, y una media hora después, cuando estaba cerca del Instituto de Rehabilitación del Adolescente Rosario (Irar), en avenida Perón al 6700, el chofer escuchó un ruido, un portazo. El hombre se bajó de la trafic y se dio cuenta de que alguien salía corriendo, por lo que dio aviso al penal. Casi al mismo tiempo, el maestro panadero avisaba del faltante de Flores a las autoridades de la Unidad Penitenciaria.

Por el caso cuatro agentes del Servicio Penitenciario santafesino y dos empleados del Instituto Autárquico Provincial de Industrias Penitenciarias (Iapip) fueron pasados a disponibilidad, por orden del Ministerio de Seguridad de la provincia, a través de las secretarías de Asuntos Penitenciarios y la de Control de Seguridad. Además, la cartera de Seguridad decidió el reemplazo del subdirector del Módulo “B” del establecimiento carcelario donde se encontraba alojado Flores.

Abel Beroiz, secretario general del gremio de Camioneros de Santa Fe y tesorero a nivel nacional, tenía 71 años cuando fue atacado de tres balazos y ocho puñaladas el 27 de noviembre de 2007, en el estacionamiento del Automóvil Club Argentino (ACA), ubicado en el subsuelo de San Martín y San Juan, debajo de la plaza Montenegro, y falleció al día siguiente en un sanatorio privado donde había sido trasladado.

Por su parte, Flores fue detenido en marzo de 2008 y en su indagatoria ante la Justicia confesó que le habían ofrecido 80.000 pesos para cometer el homicidio y simular que fue un robo. Esa misma confesión también la hizo ante cámaras de televisión.

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