Ciudad

El hombre muerto al chocar un carro ayudaba a cirujas

Por Santiago Baraldi. Cartoneros de Vía Onda recordaron a Darío Giaquinta, quien les reservaba material y colaboraba con ellos.

Darío Giaquinta murió la semana pasada, cuando un carro tirado por un caballo se le cruzó en plena autopista a Córdoba provocando el fatal choque que terminó con su vida. Carreros que viven en el asentamiento conocido como Vía Onda están todavía consternados por su muerte, ya que todos lo recuerdan por su solidaridad. Es que solían pasar por  27 de Febrero y Avellaneda donde está la Distribuidora América de la que Giaquinta era dueño, y siempre se hacía tiempo para separar los cartones y ahorrarle trabajo a los cirujas. El destino quiso que el jueves pasado su vehículo impactara contra el caballo de un carro que intentaba cruzar la Autopista a Córdoba, a la salida de Rosario.

Daniel Nievas está a cargo del comedor y Centro Cultural Vía Honda y agrupa a unos 250 carreros del barrio y recuerda con dolor y cariño a Giaquinta: “Para nosotros fue un delegado más, colaboraba mucho. Para el Día del Niño, para las fiestas, incluso venía él con las cajas de golosinas para repartir a los chicos, y además muchos de los carros de aquí le iban a buscar cartón. Muy buena persona.  Era alguien nuestro, más él que el carrero, era quien vendía a los kioscos de la zona y cuando sabía que en Vía Onda necesitábamos algo se venía. Por eso nos molesta que por este tema ahora hablen del microchip (ver recuadro), algo que ya sabíamos porque estaba contemplado en la ordenanza”.

Ordenanza

La disposición que aprobó a fines del año pasado el Concejo Municipal establece que los carros no pueden ingresar a la zona comprendida por el Oroño, Pellegrini y el río, no pueden circular por la avenidas, deben tener balizas, pintar de blanco sus barandas, caballos herrados y que no cargar al animal más de cien kilos. “Desde que está la ordenanza la cumplimos al pie de la letra, estamos a favor del microchip, es una manera de controlar los caballos. Desde que está en vigencia la ordenanza no hubo problemas, la gente la está cumpliendo y no queremos que nos tiren esa bomba a nosotros. Control Urbano en su momento nos dio una guía para saber cómo manejarnos, pero sabemos que en aquella zona de la ciudad (Circunvalación y autopista, donde vive el carrero involucrado en el accidente) no la conocen, no tienen un delegado. Sería bueno que la Municipalidad se acerque porque no podemos esperar que le pase algo al carrero porque hay vidas en el medio”.

Polémico éxito del Separe

Nievas asegura que el Programa Separe que lleva adelante la Municipalidad los perjudicó: “No nos dejan poner las manos en los tres contenedores del Separe, se ve que la Municipalidad se dio cuenta que la basura es negocio y ahora la recicla y la vende. Lo que más se está juntando es el cartón y el papel blanco, pero igual es poco porque la Municipalidad, con el Separe, nos sacó más de la mitad de nuestras ganancias, es decir que tenemos que movernos en los barrios. La Municipalidad se está llevando la plata nuestra, descubrieron que con la basura se podía hacer plata y nos la sacan. Y esa es plata de los pobres, con eso mantenemos las familias. Si ellos con la plata del Separe la enviaran a los comedores municipales, la estarían devolviendo a la comunidad, pero nosotros para comparar la comida para el comedor de Vía Honda hacemos malabares”.

En Patagones y Garibaldi (Avellaneda al 4300) hay siete hectáreas que las motoniveladoras de la Municipalidad están emparejando para que vuelvan a tener los vecinos un espacio verde. Allí, los carros esperan a que los caballos terminen de comer para volver a salir. “Traemos el fardo de Soldini y también les damos maíz, tienen que estar bien, por eso también tiene su libreta sanitaria con el control de las vacunas, ahora tenemos que hacer otra contra los parásitos, que nos cuesta 40 pesos y los veterinarios nos dejan pagar en dos o tres veces”, explica Nievas. 

Papel y cartón

Si bien reconoce que logran comer de lo que encuentran por la calle, es a costa de trabajar todo el día, sin tregua.

Al respecto destacó que el kilo de papel o cartón que obtienen cirujeando tiene un precio de venta que va de los 50 a 80 centavos, “Trabajando todo el día hacemos la diferencia, vendemos 80, 90 o 100 kilos en un día y zafás para la comida, por lo menos, los menores no tienen que salir a robar, se ganan la vida con esto”.

“No queremos que nos involucren”

Sobre el accidente ocurrido el pasado jueves que cobró la vida de Giaquinta, Nievas aclara que “la gente de la zona de Fisherton jamás fue avisada de la ordenanza, no tiene delegados y no saben qué pasa. No queremos que a nosotros se nos involucre con el accidente. Allí van mucho al Mercado de Concentración a buscar comida para los caballos y también el problema es que esa gente está aislada, tienen que cruzar la avenida —la extención de  Pellegrini— y ellos necesitan que el puente que está a la altura de Wilde lo terminen, porque hoy fue el auto que atropelló al carro y mañana va a ser un chico que cruza para ir a la escuela”. 

La ordenanza establece que para el año 2014 no debe haber más caballos de tiro por las calles de la ciudad y Nievas comparte el criterio, incluso él mismo ya tiene una vieja camioneta con la que sale a cartonear: “Son muchos los que de a poco van dejando el caballo, pero no es fácil”.

Con vehículo, por ejemplo, puedo juntar de los contenedores del Separe, pero con carro si te ven te lo sacan y no te lo devuelven más. Hoy un carro está en unos cinco mil pesos y al que se lo sacan no lo recupera”, concluyó.

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