Kevin Esccobar, el hijo de Gerónimo, el taxista asesinado el jueves a la madrugada en Callao y Centeno, está internado en el hospital de Niños Zona Norte tras una descompensación. Luego de volver del entierro de su papá en el cementerio La Piedad, el chico de 13 años se desvaneció en la puerta de su casa, en barrio Belgrano. “Tenía un fuerte dolor en el abdomen. No sabemos si hay que operarlo de apendicitis o el diagnóstico es gastroenteritis”, explicó su hermana Luján.
“A mi hermano lo trasladó al hospital la misma ambulancia que nos acompañó a enterrar a mi papá. Mi mamá está en su casa dopada. Quiero estar acompañándola a ella”, lamentó la joven de 30 años.
Luján contó que llamó este viernes al mediodía al jefe de su papá para preguntarle qué obra social tenía y le respondió que “justo ayer (por el jueves) la estaba tramitando”.
“Los médicos me informaron que tenemos que esperar hasta mañana. No tenemos un diagnóstico certero. Estamos todos sin dormir, angustiados y nerviosos”, concluyó Luján. Y recordó que su papá estaba haciendo horas extras el jueves para festejar este domingo el cumpleaños de Kevin con un asado.
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