Las empresas de medicina prepaga intentaron aumentar hasta 15 por ciento sus cuotas a partir de agosto, pero la pretensión fue rechazada de plano por la Secretaria de Comercio Interior que dirige Guillermo Moreno, por lo que se continuará negociando en las próximas semanas.
El funcionario frenó a última hora del viernes el nuevo ajuste, que las compañías que brindan servicios de salud querían justificar sobre la base de los aumentos salariales otorgados este año.
Desde la Casa Rosada consideran exagerado el pedido de aumento, que redondearía un 25 por ciento anual, y evaluaron como contraproducente autorizarlo a horas de las elecciones porteñas.
Las prepagas creían que se les iba a permitir ajustar al menos un 9 por ciento, pero finalmente el rechazo del gobierno fue total.
Las empresas de salud incluso habían enviado una carta a sus asociados avisando que el ajuste regiría desde agosto, a pesar de que todavía no habían obtenido la autorización correspondiente.
En el caso de los planes con copagos, por los cuales el asociado paga un arancel extra por los servicios que utiliza, la suba iba a ser del 7 por ciento, especulaban las empresas del sector.
Así, sumando el incremento de enero, en lo que va del año la cuota de las prepagas iba a alcanzar un aumento del 25,35 por ciento.
Pero el viernes cerca de la medianoche, y luego de que se produjera una fuerte tensión entre las prepagas y las clínicas y sanatorios por lo que se consideraba un “escaso” aumento aprobado, desde el gobierno se comunicaron con las empresas de medicina privada para informarles que la negociación no estaba concluida, que quedaba en suspenso por orden de la presidenta y que la semana próxima seguirán analizando el pedido de aumento.
De esta manera, quedaron sin efecto las cartas enviadas por las compañías en la que informaban a sus afiliados el aumento del 15 por ciento o más en las cuotas de agosto.
Pero, por ahora, las prepagas no enviarán ninguna nueva comunicación a la espera de la resolución final que se adopte. La pretensión original de la Secretaría de Comercio era que el 9 por ciento fuese el último aumento del año, algo que no aceptan las prepagas, las cuales señalan que los costos médicos y salariales siguen en alza.
Así se lo comunicó Moreno a los principales representantes de las empresas de medicina privada en una reunión que contó con la presencia del Superintendente de Salud, Ricardo Bellagio.
Convenios salariales
El aumento del 15 por ciento que solicitaron las prepagas descontaba que el convenio de la Sanidad de la rama Clínicas y Sanatorios que vence en agosto, como reclama el sindicato, rondaría en tres cuotas el 33 por ciento, arrancando desde septiembre con un 20 por ciento.
El sindicato de la Sanidad quiere llevar el actual básico de enfermeras de 3 mil a 4 mil pesos mensuales a comienzos de 2012. Desde el Sindicato de la Sanidad ratificaron que el pedido salarial “no se mueve una coma” porque “los 4 mil pesos de básico es un reclamo de mínima del personal”.
Jorge Cherro, titular la asociación que alberga a clínicas y sanatorios Adecra, advirtió que “el sector trasladará el incremento salarial que se acuerde con Sanidad a las prepagas, a las obras sociales nacionales y provinciales y al Pami”. “De lo contrario, las clínicas y sanatorios no tienen márgenes para seguir funcionando”, explicó.
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