La vicepresidenta del gobierno español, María Teresa Fernández de la Vega, afirmó que el último comunicado de la organización separatista armada vasca ETA, difundido ayer, no tenía “nada nuevo”.
“No hay nada que comentar sobre lo que no significa nada nuevo”, dijo De la Vega, durante una desayuno informativo en el Congreso de los Diputados, en referencia al comunicado de ETA publicado ayer, en el que afirma que está dispuesta a hablar con mediadores internaciones para ver los pasos a seguir para la solución del conflicto vasco.
“A estas alturas, ETA sabe que no vale nada que no sea el fin definitivo y total de la violencia y las armas”, añadió la número dos del gobierno español.
Hasta que no se produzca el fin de la violencia, el gobierno español continuará “trabajando con firmeza para acabar con ETA, igual que lo hizo hasta ahora: con la eficacia de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, los jueces, los fiscales y la unidad de los demócratas”, sentenció.
De la Vega reaccionó de esta manera al comunicado de ETA hecho público en el diario independentista Gara, habitual canal de comunicación de la organización separatista armada vasca, en el que hace un llamamiento a la comunidad internacional.
En su mensaje, la organización armada se declara dispuesta a reunirse con los mediadores internacionales con el fin de “estudiar juntos los pasos que necesita el proceso democrático, incluidos los compromisos que debe adoptar ETA” para solucionar el conflicto vasco.
Los mediadores forman parte de los firmantes de la Declaración de Bruselas del 30 de marzo pasado en la que se hacía “un llamamiento a ETA para que apoye este compromiso declarando un alto el fuego permanente y completamente verificable”.
Los firmantes de la declaración pidieron ese paso a ETA y también solicitaron al gobierno español que respondiera con gestos al “compromiso público de la izquierda abertzale (radicales independentistas vascos) con los medios ‘exclusivamente políticos y democráticos'”.
ETA, en cambio, no parece precisa si está dispuesta a acatar esa petición de alto el fuego verificable, tal como pide el gobierno español.
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