En medio de la crisis económica y los feroces recortes que lleva adelante el gobierno nacional, en las próximas horas, a través de un decreto, el mileismo le cambiará finalmente el nombre al Centro Cultural Kirchner (CCK), en otro intento por derribar cuestiones simbólicas pero también concretas que aparecen entre los grandes logros de los tiempos del kirchnerismo, dado que el viejo Correo Central es uno de los centros culturales más importantes del mundo.
De este modo, después de muchas idas y vueltas, el gobierno nacional eligió el nombre con el que renombrará al CCK. El edificio que depende de la ahora Secretaría de Cultura de la Nación, que se encuentra bajo la órbita del ministerio de Capital Humano, pasará a llamarse Palacio Libertad.
Algunas de las opciones barajadas fueron Julio Argentino Roca, Jorge Luis Borges, Domingo Faustino Sarmiento y Bartolomé Mitre, pero finalmente desde Casa Rosada, y según se filtró durante la jornada de este martes, decidieron que la nueva denominación será Palacio Libertad, bajo el argumento de que no responde a ninguna “decisión partidaria” e independientemente de que la gran mayoría de la gente lo seguirá llamando CCK, dado que la sigla tuvo y tiene gran impacto en el sector de la cultura en la legión de visitantes tanto nacionales como extranjeros que han recorrido sus imponentes salones y gran auditorio denominado La Ballena Azul.
También se confirmó que la modificación se instrumentaría a través de un decreto de necesidad y urgencia (DNU) para modificar la ley 26.794 del año 2012, que cambió el nombre original de Centro Cultural del Bicentenario por el de Presidente Néstor Carlos Kirchner, echando por tierra la posibilidad de debatir el tema en el Congreso como había trascendido durante el comienzo del gobierno libertario.
Más allá de la resistencia de un sector mayoritario de la Cultura, con expresiones como la de Pablo Avelluto, ex secretario de Cultura del gobierno de Macri, quien oportunamente afirmó que cambiarle el nombre al CCK es “un nuevo fuego artificial de Milei para distraer a la gente”, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó la denominación a través de un breve posteo en su cuenta de X, a meses de haber anunciado el cambio de nombre del edificio. La intención de la administración libertaria es avanzar en la batalla cultural para “deskirchnerizar” la denominación de los edificios públicos.
“Se ha decidido finalmente cambiarle el nombre al Centro Cultural Kirchner (CCK), así que dejará de llamarse como tal y efectivamente se le dará paso a un nuevo nombre”, había anunciado el funcionario nacional el 26 de enero en su habitual conferencia de prensa.
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