El gobernador Antonio Bonfatti inauguró ayer el 133º período de sesiones ordinarias de la Legislatura, el último de su gestión, con una convocatoria a todas las fuerzas políticas de la provincia para “dar fe de la transparencia del proceso electoral” que tendrá su Día D el domingo 14 de junio, cuando se realicen las generales para renovar todos los cargos. En ese marco, el gobernador se comprometió a “subsanar” los errores del escrutinio provisorio y defendió la “transparencia” de su gestión.
Bonfatti se refirió al escrutinio definitivo de las elecciones primarias (ver página 9) y afirmó: “Tal como quedó demostrado, los apoderados y fiscales de todos los partidos tuvieron la posibilidad de comprobar que no se produjo ninguna irregularidad que tergiversara la elección ciudadana”.
En tono de campaña, en su discurso ante la Asamblea Legislativa, el mandatario contrastó “la eficiencia” que propone la doctrina neoliberal a “la eficacia progresista” y se diferenció de los dichos del candidato del PRO Miguel Torres del Sel sobre los estatales: “Para nosotros los trabajadores no son números, no son un gasto” (ver aparte). No hubo demasiadas alusiones al tema seguridad, algo que remarcaron desde la oposición, y el eje del mensaje estuvo puesto en el balance de los siete años y medio que lleva el Frente Progresista en el gobierno provincial.
De entrada, señaló que su gestión “está en el territorio y no detrás de los escritorios, va al encuentro de los intendentes y los presidentes comunales, de los trabajadores, de los productores y los empresarios, de las organizaciones sociales, de los niños y los jóvenes, de todos y todas”. Y dijo que “un gobierno progresista encuentra un solo camino posible: el que señala el horizonte de la igualdad a través de la garantía irrestricta y universal de derechos”.
Balance de gestión
En la primera parte de su mensaje, Bonfatti repasó la gestión de las distintas áreas de gobierno a partir de diciembre de 2007. Hizo hincapié en el proceso de reforma del Estado iniciado por su antecesor Hermes Binner, de quien dijo que “sentó las bases para la transformación solidaria, transparente y participativa de la provincia”.
El gobernador señaló que su gestión se enmarcó en una doble continuidad: la del proyecto del Frente Progresista, que ya transita su octavo año de gestión, y la del Plan Estratégico provincial, al que definió como “un horizonte de transformación compartido a 20 años en el cual el Estado y la sociedad civil definimos juntos en qué provincia queremos vivir y de qué forma vamos a construirla”.
Sin escaparle al clima electoral que vive la provincia, Bonfatti hizo varias críticas a las gestiones del PJ: “Nuestro proyecto se propuso generar un cambio que incluía la revalorización de la política luego del vaciamiento neoliberal y que impulsaba un Estado presente. En 2007 el Estado se encontraba debilitado por el impacto de ese vaciamiento, la ausencia de planificación global y la fragmentación y superposición de esfuerzos que inmovilizaban su capacidad de respuesta hasta anularla”. También hubo dardos para Del Sel y sus equipos técnicos: “El criterio de la eficiencia económica no puede tener lugar cuando hay que garantizar derechos porque, si no somos eficaces, sencillamente no hay garantía posible”. Bonfatti usó como ejemplo el Laboratorio de Industrias Farmacéuticas que fabrica un medicamento huérfano para un solo niño “porque el mercado no lo hace”. Y remató: “Eso no es eficiencia neoliberal; eso es eficacia progresista”.
Recién a la mitad de su discurso Bonfatti habló sobre la inseguridad: detalló los avances del Plan de Seguridad Democrática lanzado en 2012 y sostuvo: “Santa Fe no es ese territorio tomado por las mafias que reproducen como única imagen muchos medios nacionales; es la segunda economía productiva del país, tierra de trabajo, de esfuerzo y de producción, capital nacional del cooperativismo, sede de dos de las universidades públicas más importantes del país, poseedora de una sociedad civil intensa como pocas en toda la Argentina”.
Además, aseguró que el delito organizado y la violencia representan “el principal problema” que afecta al país y remarcó que “todas las provincias están sometidas a su amenaza y enfrentadas al desafío de combatir su avance de manera contundente”. Pero agregó: “No todas las provincias hemos recibido el mismo tratamiento mediático. Desde hace un tiempo asistimos a una fenomenal estigmatización de Santa Fe”.
“Los trabajadores no son un número”, contestó a Del Sel
En la semana, Miguel Torres del Sel lanzó críticas a los trabajadores estatales similares a las que había hecho, durante su campaña para las primarias, sobre los docentes. Para el candidato del PRO, el Estado es demasiado grande. Ayer, en su discurso ante la Legislatura, el gobernador Bonfatti le contestó: “A veces, cuando escucho por ahí que se hace referencia al sueldo de los trabajadores públicos como gasto, me doy cuenta de que no todos compartimos esta convicción tan profunda de poner al trabajador del Estado en el centro de nuestros esfuerzos”.
Bonfatti se preguntó: “¿Hacer una escuela es inversión social, pero pagarle a sus docentes es un gasto? Trabajadores bien pagos son imprescindibles para revalorizar la calidad en la prestación de los servicios públicos y para hacer que el Estado imponga una verdadera presencia”.
Más tarde, en el agasajo a los gremios por el Día del Trabajador, el gobernador socialista enfatizó: “Para nosotros los trabajadores no son números, no son un gasto”.
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