Bianca Ossola
El fútbol desde sus inicios estuvo vinculado con lo masculino. Sus protagonistas adentro y afuera de la cancha siempre fueron hombres. O al menos, eso es lo que se conoce del deporte más popular del planeta. Desde sus comienzos también fueron mujeres las que lo jugaron. Con la misma pasión y el mismo profesionalismo, pero con menor difusión, y claro, menor reconocimiento.
Desde hace unos años se ha visto un notable crecimiento del fútbol femenino en Argentina. A lo largo de todo el país muchos clubes decidieron incorporar la disciplina a su lista de deportes amateurs. Y este último año comenzaron a surgir, además, distintas organizaciones que buscan incluir en el juego una perspectiva bien feminista.
El pasado fin de semana se realizó en Santa Fe el Tercer Festival Latinoamericano de Fútbol Femenino y Derechos de Las Mujeres. El evento, que se realizó por primera vez en Buenos Aires por la iniciativa de la Asociación Civil La Nuestra, también se llevó a cabo en Córdoba con las chicas de Abriendo la Cancha, y ahora fue el turno de Santa Fe, a partir de la organización “Martas, fútbol feminista”.
La agrupación, que tiene sus inicios en 2014, surgió de un grupo de amigas amantes de la redonda que se juntaron para jugar, alquilaron una cancha y se les terminó haciendo rutina. En esas tardes de fútbol se dieron cuenta que a todas en algún momento de su infancia y adolescencia les habían negado la posibilidad de jugar al fútbol. Y decidieron hacer algo más que patear la pelota: conformar una organización que milita el fútbol feminista.
Así, conocieron a grupos de otras partes del país con los que coincidían y pensaron en llevar el Festival Latinoamericano a Santa Fe.
“El festival es parte de un proceso en construcción. Algo que es necesario repensar, una herramienta que nos puede empezar a incluir no solo a las mujeres, sino a otros cuerpos que nunca fueron incluidos, a partir del juego y el disfrute”, le contaron a El Hincha Érica Mozas, Sabrina Ponce y Virginia Favre, integrantes de las Martas, el colectivo santafesino que organizó la tercera edición.
El objetivo del fútbol feminista, afirman, es priorizar “otras dinámicas de juego, teniendo más en cuenta la multiplicidad, abarcando la disidencia y priorizando el deseo y el placer en el juego más allá de la competencia y el ganar”.
Del Festival, en el que además de jugar partidos de fútbol entre los 10 equipos anotados se realizaron actividades culturales y talleres sobre violencias así como rondas para analizar el rol de la mujer en el deporte, participaron organizaciones de todo el país, Brasil, Perú e incluso vinieron de Alemania.
“Sentimos que el fútbol como deporte tiene una narrativa masculina, una dinámica patriarcal, es violento”, explicó Favre.
Lo que se busca desde el fútbol feminista es deconstruir esa dinámica con otros tipos de juegos y otras narrativas que tienen que ver con abarcar una multiplicidad.
Coordinadora Nacional
En el último Encuentro Nacional de Mujeres, que se realiza desde 1986, se sumó un taller sobre “Mujeres y fútbol”. Allí se agruparon mujeres que se vinculan de diferentes maneras con el deporte: hinchas, dirigentes, entrenadoras y jugadoras.
“Empezamos a pensar en problematizar con la mirada del feminismo esos espacios que siempre fueron ocupados por varones y pensar estrategias que nos encuentren en esa lucha”, explicó Ponce.
Además, destacó la importancia del feminismo con una mayor visibilización del fútbol femenino, “más allá de que adentro de las canchas las jugadoras militen o no”. “El feminismo se puso la bandera del fútbol, que las pibas podamos jugar al fútbol y que tenga el mismo nivel de importancia que el masculino. Mostrarlo es tan importante para eso. Ser pares en todos los niveles”, argumentó.
Y en paralelo a una canchita donde rodaba la pelota se creó la Coordinadora de Fútbol Feminista, que aglutina a diferentes organizaciones que aportan una mirada distinta al fútbol.
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