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El fuego seguía ayer en Chile

El combate al incendio en Valparaíso continuaba mientras se registraron nuevas víctimas fatales que alcanzaron a 13 en total. Se estima que se quemaron 2 mil viviendas, con 8 mil damnificados y 10 mil evacuados, 1.200 de ellos en albergues.


chile-dentroHelicópteros, aviones y miles de efectivos militares y de Carabineros seguían luchando ayer por tercer día para controlar los focos del peor incendio registrado en la historia del puerto chileno de Valparaíso, que acabó con la vida de 13 personas.

“El incendio no está controlado. No obstante ha bajado bastante la intensidad”, dijo a medios locales el jefe en Valparaíso de la Oficina Nacional de Emergencias (Onemi), Guillermo de la Maza.

Durante la madrugada de ayer, se consumieron unas 250 viviendas más y en horas de la mañana el sector de La Isla era el más expuesto a las llamas aún no controladas, dijo el ministro del Interior, Rodrigo Peñailillo.

La presidenta Michelle Bachelet suspendió un viaje previsto a la Argentina y se reunió ayer con gran parte de su gabinete de ministros en un comité de emergencias.
Una vez superada esta etapa de emergencia, el gobierno se dispondrá a investigar el origen del siniestro, realizar una evaluación de los daños e iniciar la reconstrucción.

“El cuadro es desolador”, describió Álvaro Elizalde, portavoz del gobierno, que también anunció la llegada de aeronaves argentinas (ver aparte).

El incendio destruyó por completo 2.000 viviendas, dejó 8.000 damnificados y 10.000 evacuados, de los que 1.200 pasaron la noche en albergues y el resto en casas de familiares o amigos.
El fuego iniciado el sábado por la tarde ha quemado 850 hectáreas hasta el momento. Tiene un perímetro de 22 kilómetros y unos 6 kilómetros de largo, según la Corporación Nacional Forestal (Conaf).

Las llamas afectaron a los cerros donde residen los sectores más pobres, con casas de madera y lata que se encaraman en las pendientes, a veces sin permisos de construcción y lejos de los grifos de agua que necesitan los bomberos para combatir las llamas.
La zona del puerto de Valparaíso, declarada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco en 2003, se mantenía a salvo del fuego.

Perder todo

En la escuela Grecia, uno de los ocho albergues habilitados para los damnificados, Carlos Gaona admitió ayer haber dormido poco, “por las sirenas de los bomberos y la gente que sigue llegando”.

“Quedamos con lo puesto, en la calle, perdimos todo. Somos una familia de siete personas y la primera noche en el albergue fue triste, más que nada por los niños, que nunca habían vivido esto, pero nos han tratado muy bien”, dijo a la AFP Ericka Cáceres.
Muchas personas perdieron todas sus pertenencias, sus posesiones materiales y sus recuerdos familiares en el incendio que se propagó rápidamente debido a los fuertes vientos, pero también por la compleja geografía del lugar y la presencia de basura en los aledaños de la zona forestal de La Pólvora, en la parte más alta de los cerros, donde se inició el fuego.

Mientras, la ciudadanía chilena reaccionó rápidamente y sigue acopiando pañales, leche en polvo, frazadas, ropas de abrigo, agua y otros enseres que son repartidos en albergues.

Ayer se organizaban partidos de fútbol benéficos, atenciones veterinarias a mascotas damnificadas, colectas, y se difundían miles de mensajes de apoyo bajo la etiqueta en la red social Twitter de #FuerzaValpo.

Doble reconstrucción

El estado de catástrofe, una medida de excepción que permite a las Fuerzas Armadas tomar el control de la seguridad, se mantendrá hasta que sea necesario, según el gobierno.

Para los 8.000 damnificados se estudia la posibilidad de construir barrios de emergencia, ofrecer subsidios de arriendo, y ayudas a los que fueron a vivir con sus familiares.

Sin poder ser contrastada, ayer a última hora surgió la información del director ejecutivo de la Conaf (Corporación Nacional Forestal), organismo gubernamental encargado de la política forestal, quien afirmó que el incendio estaba en una situación de “contención de un 99 por ciento”.

Argentina envió 6 aviones hidrantes y 37 brigadistas

Argentina envió seis aviones hidrantes, un avión observador y 37 brigadistas hacia Chile para ayudar a combatir los incendios forestales que se desarrollan en la ciudad de Valparaíso y que ya dejaron 13 muertos, dos mil casas quemadas y ocho mil damnificados. La asistencia fue enviada a solicitud del gobierno chileno y se canalizó a través del Servicio Nacional de Manejo del Fuego (SNMF) de la secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable.

Por su parte, el coordinador del SNMF, Jorge Barrionuevo, “ya está  en Santiago de Chile para la colaboración y coordinación de los operativos de combate”, informó un comunicado de Presidencia de la Nación. En tanto, cinco brigadistas del Parque Nacional Huapi, pertenecientes a la Administración de Parques Nacionales, viajaron ayer a Chile para ayudar a combatir el incendio en el cerro Ramaditas, que obligó a los habitantes de la zona a evacuarse y buscar refugio.

Previamente, el ministro Secretario General de Gobierno de Chile, Álvaro Elizalde, indicó que “se ha solicitado al gobierno de Argentina el envío de aeronaves que puedan cubrir las zonas”, que no recibieron auxilio.

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