El invierno dejó atrás la calurosa humedad y el “veranito de San Juan”, que pasó por la ciudad hace unos días. El frío se instaló de lleno y los refugios solidarios llegaron a su capacidad máxima. Por eso piden donaciones para solventar la ayuda que brindan a más de cien personas. Pero hay situaciones curiosas: “Hay casos emblemáticos de personas que no quieren refugiarse, porque quieren vivir en la calle”.
El Refugio Sol de Noche ya ocupó las 54 camas disponibles. Horacio Echenique, fundador y presidente del organismo, advirtió que desde la semana pasada el refugio está completo y necesitan alimentos para el desayuno.
“Por suerte venimos bien con la ropa de adultos, pero nos hace falta un poco de comida para el desayuno, algo de pan o galletitas dulces: intentamos alimentarlos bien, con algo caliente, ya que es el paso previo a pasar todo el día en la calle”, sostuvo Echenique.
Por su parte, desde el refugio municipal (Grandoli al 3400), Fernanda Tamous, una de las integrantes del equipo, también remarcó que tienen la capacidad colmada del lugar. A su vez, comentó que se tuvo que negar acceso a algunas personas que se acercaron, entre ellas sin documento de identidad, y a algunos oportunistas que estaban viviendo en una pensión y quisieron pasar la noche en el refugio para abaratar costos.
“Tenemos registradas unas 110 personas durmiendo en las calles de la ciudad, por lo cual, entre Sol de Noche, nosotros y el refugio provincial, estarían cubiertas las plazas”, informó la mujer. Y agregó: “Por otro lado, hemos conocido casos de personas que llegan al refugio sin su DNI, se les pide que vayan a la comisaría cercana a realizar la denuncia de extravío y, como algunos tienen problemas con la ley, directamente no volvieron. Esas situaciones debemos prevenirlas. Además, hemos tenido otros casos de personas que viven en una pensión y buscaban refugio en este espacio para no tener gastos”. Paralelamente, advirtió que hay algunas personas, ya conocidas por habitar algunas zonas de la ciudad, que no han querido ser refugiadas en ningún lugar” (ver aparte).
El refugio municipal cuenta con 29 camas y Tamous comentó que necesitan ropa para adultos. “La ropa es fundamental, y necesitamos que nos ayuden con ello, quienes puedan donarnos algunas prendas, les pedimos que nos las alcancen al refugio, en cualquier horario”.
En tanto, el grupo local de Red Solidaria sigue recorriendo las calles, cada noche, desde las 20, con termos con agua caliente, sopa y galletitas. Melina Sepúlveda, una de las coordinadoras, comentó que el recorrido sigue sin interrupción, pero que los recursos son escasos y requieren ayuda de la ciudadanía. Las donaciones se pueden entregar en el local de indumentaria de Presidente Roca 821.
Mientras tanto, el refugio provincial marca una diferencia en cuanto a la demanda de invierno. Con espacio para 16 personas, está completo pero, según detallaron desde el organismo, hay casos en los que se atiende de acuerdo a derivaciones judiciales, por violencia de género, maltrato familiar o bien por situación de calle.
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