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El film “Alamar” se llevó el premio mayor

Muestra a un padre y un niño antes de una despedida que puede ser definitiva.

La cinta mexicana Alamar, de Pedro González Rubio, fue elegida como la mejor película del XII Buenos Aires Festival Internacional de Cine Independiente/Bafici, que ayer entregó sus premios.

En la Competencia Argentina, el premio al mejor largometraje correspondió a Invernadero, de Gonzalo Castro, mientras que Iván Fund y Santiago Loza se alzaron con el galardón a la mejor dirección por su trabajo conjunto en Los labios.

Asimismo, la cinta local Lo que más quiero, de Delfina Castagnino, que participó de la Competencia Internacional, ganó tres premios: como mejor película argentina de esa sección, el premio a la mejor actriz del festival, compartido por la dupla que conforman en el film Pilar Gamboa y María Villar, y el premio Fipresci, que entrega la crítica internacional.

Otra de las grandes ganadoras de este XII Bafici fue la sólida, ascética y filosa película rumana Police, Adjective, relato de un caso policial muy menor por el cual un detective de la Policía debe hacer el seguimiento y ordenar la detención de un joven que fuma marihuana y que es una radiografía de la burocracia estatal rumana y los problemas en relación con la ley y la moral.

Police, Adjective, se llevó el Premio a la mejor dirección para su realizador Corneliu Poromboiu (conocido también por su cinta anterior Bucarest: 12:08) y el de mejor actor para Dragos Bucur en el rol del agente policial. El Premio Especial del Jurado correspondió, por su parte, a la cinta italiana La bocca del Lupo, de Pietro Marcello.

El Premio a la mejor película de la Competencia Argentina fue para Invernadero, un documental de Gonzalo Castro que sigue los pasos del escritor mexicano Mario Bellatín, en una de sus visitas a la Argentina, y el Premio Especial del jurado fue para Somos nosotros, retrato generacional del veinteañero Mariano Blanco sobre un grupo de skaters marplatenses al cual él pertenece.

Iván Fund y Santiago Loza obtuvieron el premio al mejor director por Los labios, un intenso film que rescata la fuerza y la dignidad de tres mujeres que arriban a un olvidado paraje de la provincia de Santa Fe, donde son alojadas en un hospital derruido, con el objetivo de realizar un censo médico y asistir a los pobladores de la zona.

En la misma sección, la mejor fotografía la tuvo Las pistas-Lanhoyij-Nmitaxanaxac, de Sebastián Lingiardi, un verdadero enigma cinematográfico filmado en la provincia del Chaco,  en el que las culturas Wichi y Toba se mezclan con un film de suspenso y espionaje.

En tanto, en la Competencia Cine del Futuro ganó como mejor película la cinta del portugués Joao Pedro Rodrigues, Morrer como un homem, y Sewer, de Sherad Anthony Sánchez, obtuvo una mención.

En la Competencia de Derechos Humanos, el premio a la mejor película correspondió al documental paraguayo Cuchillo de palo 108, de la realizadora Renate Costa, que a partir de interrogarse sobre la dudosa muerte de su tío lleva adelante una investigación en la que pone al desnudo los métodos represivos de la dictadura de Stroessner contra los homosexuales, la homofobia de la sociedad paraguaya y elabora un relato sobre la historia contemporánea de la comunidad gay guaraní.

La ganadora del Bafici, Alamar, cuenta la historia de un padre y un hijo en un mágico atolón coralino en la costa caribeña del sur de México días antes de que deban despedirse porque el niño parte hacia Roma a vivir con su madre.

Película que juega en los límites del documental y la ficción, bellamente filmada y localizada en un lugar extraordinario, Alamar carece sin embargo de densidad dramática y es casi un registro de los días y las labores que desarrolla un pescador (en el film abuelo del niño), que vive en un palafito en Banco Chinchorro, segunda reserva coralina a nivel mundial.

El jurado de la Competencia Internacional estuvo integrado por el escritor César Aira, la actriz Angela Bassett y los realizadores Raya Martin, Oliver Pere y Joao Pedro Rodrigues.

 

Mirada a la guerrilla guevarista

Con un elenco íntegramente argentino que encabezan Daniel Fanego y Arturo Goetz, la película española Los condenados, que dirigió Isaki Lacuesta y que aborda el drama humano, moral e ideológico de dos ex guerrilleros que se encuentran 30 años después, se vio ayer en la ceremonia de clausura del Bafici.

Según afirmó el propio Lacuesta cuando la película se estrenó en el Festival de San Sebastián, Los condenados aborda y pone en duda “la legitimidad de la lucha armada, el conflicto interno que lleva a una persona a matar a otra por defender una idea y la necesidad de cerrar las heridas del pasado”.

La película pone a prueba la legitimidad de la violencia para pelear contra la injusticia en las sociedades contemporáneas, y lo hace fusionando elementos de diversos grupos guerrilleros –especialmente argentinos– para mostrar sus defectos y contradicciones.

Si bien se pueden adivinar algunas críticas al Ejército Revolucionario del Pueblo (ERP) y a Montoneros, la película alude principalmente a la guerrilla guevarista Ejército Guerrillero del Pueblo, que se internó en 1963 en la selva salteña al mando del periodista Jorge Masetti, responsable del fusilamiento de dos subordinados por la supuesta infracción a un código de conducta revolucionario.

El eje dramático de la película es justamente el encuentro de dos ex combatientes que, 30 años después, regresan a la selva –la película se filmó en Perú, pero hay fuertes signos que ubican la trama en la Argentina– para buscar y desenterrar el cadáver de un tercero, amigo y compañero de armas a quien supuestamente fusilaron por desertor.

  Pero en esa búsqueda irán surgiendo las mismas contradicciones que, tras el fracaso militar de la guerrilla, llevan a uno a ceñirse al viejo código de conducta y seguir negando la realidad en pos de una causa ideológica, y al otro a intentar desentrañar el pasado, buscar la verdad y, finalmente, exorcizar los fantasmas de la culpa que aún hoy lo carcomen.

 

La más destacada  

La película más destacada de la Competencia Argentina fue indudablemente Los labios, un intenso film de Iván Fund y Santiago Loza que acompaña las vivencias de tres trabajadoras sociales, y que el jueves fue seleccionado para competir en Una Cierta Mirada del Festival de Cannes.

El film rescata la fuerza y la dignidad de tres mujeres que arriban a un olvidado paraje de la provincia de Santa Fe, donde son alojadas en un hospital abandonado y listo para ser demolido, con el objetivo de realizar un censo médico y asistir a los pobladores de la zona.

Protagonizada por Eva Bianco, Victoria Raposo y Adela Sánchez, la película conmueve por el alto compromiso social y la solidaridad que demuestran estas mujeres, sumidas en la más profunda precariedad, obstaculizadas por la desidia estatal, pero con la voluntad y la fuerza necesarias para superar todos los escollos en función de ayudar a los que menos tienen.

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