Policiales

Violencia callejera

El dolor por el asesinato de Gerardo Miqueo, vecino querido de barrio Ludueña

La muerte del hombre de 44 domiciliado en Ghandi al 5500 se hizo sentir entre sus seres queridos y amigos. “Quien lo conocía sabía que era el mejor del mundo, que no estaba metido en nada de toda esa mierda. Lo mataron con una pala en la mano. Era un tipo laburador", la despedida de su hija en redes


¡No, viejo, no!. El lamento del hijo de Miqueo, acompañado de una foto en las redes sociales.

Gerardo Miqueo era un vecino querido en barrio Ludueña. El hombre de 44 años fue una de las cinco víctimas fatales que dejó un comienzo de semana atravesado por la violencia en el departamento Rosario. Este lunes, mientras hacía trabajos de albañilería en una vivienda de Ghandi al 5500, Miqueo fue acribillado por las balas que, aseguran testimonios, no eran para él. Los tiros, que partieron del arma que utilizó una dupla en moto, también se cobraron la vida de Miguel Ángel Farías, un joven de 23 oriundo de la localidad bonaerense de Tandil. Un misterio para los investigadores, aunque el vecindario lo tildó de soldadito.

Horas después de la muerte violenta de Miqueo, su hija Belén escribió un conmovedor mensaje en Facebook. “Quien lo conocía sabía que era el mejor del mundo, que no estaba metido en nada de toda esa mierda. Lo mataron con una pala en la mano. Era un tipo laburador. Todos los vecinos sabían lo que era y así lo vamos a recordar. Como el mejor”.

Todo estalló minutos antes de las 18.30 en Ghandi entre Liniers y Teniente Agneta, cuadra no ajena a conflictos armados en una zona de Ludueña atravesada por los puntos de venta de estupefacientes.

Miqueo estaba haciendo trabajos de albañilería en la vivienda del 5551, a 20 metros de la suya. Hay quienes aseguran que ya le habían advertido del peligro de trabajar allí. Desde Agneta apareció una moto cuyos ocupantes abrieron fuego, para luego escapar por Liniers y perderse por Vélez Sarsfield. El saldo: dos víctimas fatales. Miqueo y Farías, un joven sobre el cual no abundaban datos, con posible domicilio en Tandil.

La destrucción y saqueo de la vivienda ubicada en 5551 fue consecuencia de la bronca del vecindario, que además de señalar a tildar de transeros a quienes habitaban ese domicilio también apuntó contra el personal de la comisaría 12ª por supuesta connivencia con narcos.

Durante la noche trascendió que cuatro personas fueron demoradas cuando estaban en Junín y Rouillón por posible relación con el ataque, aunque esta versión no fue confirmada por fuentes judiciales. En tanto, el personal policial secuestró celulares de cuatro personas que manifestaron estar vinculadas con el domicilio donde se encontraban las víctimas.

Miqueo, junto con su esposa María, estaba al frente de La Familia, un emprendimiento de venta de comida que nació en 2017 “haciendo choripán pollo asado y familiares de milanesas” y en 2021 ya se había convertido en una “tremenda rotisería”.

“Gracias a Dios su negocio creció tanto que dio y da trabajo”, escribió Belén, hija de Gerardo.

Otros posteos en redes sociales recordaron a Miqueo en las épocas que usaba casco y uniforme de trabajo, ya que había trabajado en empresas como personal de mantenimiento.

“Te amamos y mándanos fuerzas para poder seguir adelante. Mandale fuerzas a mamá que está destrozada. Ante todo hay que pedir justicia porque otra vez se fue una persona inocente en manos de toda esta mierda”, lo despidió su hija, quien además dejó el CBU 1430001713010525610015 para el que quiera colaborar con los costos del velorio y entierro.

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