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Estreno teatro

“El Discurso”: las ideas de una mujer con poder

La actriz Ludmila Bauk habla de “El Discurso”, la obra de Agustín Alzari con dirección de Felipe Haidar, en la que da vida a una candidata política


En un principio, las idas y vueltas de una psicóloga desopilante y excéntrica surgida de la pluma del talentoso escritor Agustín Alzari, dieron cuerpo e intención a lo que el teatro transita después: encuentros, ensayos y el descubrimiento de tramas y subtramas que encierran eso que se empieza a ver de a poco y que termina siendo una obra. El Discurso, unipersonal que se estrena este jueves y cuyo título recuerda de inmediato a otro, muy emblemático de la escena local, que brilló en los 90, está protagonizado por Ludmila Bauk, con dramaturgia y música de Agustín Alzari y dirección de Felipe Haidar, a los que se suman las visuales y el mapping de Hernán Roperto, vestuario y caracterización de Ramiro Sorrequieta, asistencia técnica de Celeste Bardach y fotografía de Alejandra Segovia.

“En un comienzo, en febrero del año pasado, Agustín me escribió un monólogo acerca de esta psicóloga; yo quería tener un material para poder actuar sola, enfrentar ese desafío. Le acerqué ese texto a Felipe, se interesó de inmediato, y arrancamos con los ensayos. Pero como suele pasar, todo derivó en otra cosa. Felipe vio un mecanismo en la estructura de ese texto original que entendió que podía ser una obra y no sólo un breve monólogo; en esa operación, desarmó el texto y después, con la presencia de Agustín en los ensayos, fue él quien terminó escribiendo lo que es hoy la dramaturgia”, adelantó Bauk, actriz que viene de integrar la pasada edición de la Comedia Municipal Norberto Campos, en su elogiada versión de Saverio, el cruel.

“Lo que pasó después, a mi entender –completó–, fue lo que tanto buscamos cuando hacemos teatro; un proceso creativo caótico pero eficaz, acorralado por una serie de premisas que pusimos en una de las primeras reuniones: que se pueda adaptar a diferentes escenarios y espacios, que sea novedosa en el lenguaje y que a su vez, pueda ser accesible al más amplio espectro de público, más allá de su extrañeza o de su impronta medio performática”.

Alicia, la protagonista de esta historia, tiene poco tiempo; “su cargo la necesita”, dice la actriz. “Es así como desoyendo asesores, ex parejas y operadores, revela las oscuras virtudes de su método, para algunos un suicidio político, para otros, una oportunidad para sanar definitivamente a los argentinos”, revelan los entretelones de esta historia de lo que en definitiva es una candidata política con ribetes algo oscuros y un discurso que, al mismo tiempo que la define, la desnuda.

“Alicia es un psicóloga, emprendedora y empresaria, y también candidata política; es un personaje muy extraño y con poder, que en su recorrido desarrolló un método de sanación que se llama «Estar ahí», que lo aplica con pacientes y grupos, y que genera en las personas deprimidas o con problemas de personalidad, incluso en ella misma, poder abordar una sanación. La obra transcurre en el momento preciso en el que esta mujer llega al poder, un poco antes de dar su discurso de asunción para ocupar un importante cargo político”, detalló la actriz.

Campo femenino

En tiempos de mujeres empoderadas y reclamos justos y diversos, la premisa de escritura y ensayos de la obra estuvo planteada a partir de una mirada poco contemplativa acerca de esta mujer que tiene un objetivo claro: ocupar un lugar de poder. “Partimos de la base que Alicia es un personaje que llega y está asociado con el poder; no es una mujer ni en situación de opresión ni tampoco una mujer que se constituye a partir del discurso masculino hegemónico. Por el contrario, es un personaje poderoso que no le teme a los hombres y acciona en ese mundo que pareciera que es de los hombres”, planteó la actriz.

Y completó: “Es una mujer que cumplió con sus aspiraciones y está en ese lugar porque lo peleó; de todos modos no es un personaje del que podamos decir «qué divina que es Alicia». Por el contrario, es una mujer en la que ponemos en evidencia algunas cosas que, desde un humor negro, sirven para entender cómo se edifican algunos discursos políticos en la actualidad. Yo, mujer y actriz, no estoy para nada de acuerdo con Alicia: es demasiado compleja, misógina, aunque también tiene problemas con los hombres; muestra y enuncia un discurso asociado con la derecha porque ella cree en la individualidad, en el basta de leyes y regulaciones, en una libertad que, claramente, favorece a un solo sector, que es el más poderoso. Y si bien su discurso no remite a nadie en particular, lo que ella dice, remite a muchas de las ideas políticas que hoy están circulando”.

Para agendar

El Discurso se conocerá este jueves, a partir de las 22, en La Manzana, de San Juan 1950

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