Anders Behring Breivik confesó ser el responsable del tiroteo en la isla de Utoya, que causó hasta ahora la muerte de 85 personas. Además, la policía también reveló que la bomba que estalló en el centro de Oslo, causando la muerte de 7 personas, fue fabricada en la granja de propiedad de Breivik.
Las mismas fuentes indicaron que de las seis toneladas de fertilizantes compradas por Breivik fueron usadas sólo tres.
Este hallazgo demostraría que el joven extremista noruego es el responsable de los dos ataques que sacudieron el viernes al país, y que provocaron hasta ahora la muerte de 92 personas.
Había sido acusado tanto de la explosión en la capital como del tiroteo en la isla de Utoya y se trata de un hombre de extrema derecha, “fundamentalista cristiano” y hostil al Islam.
“Respecto de otros países no diría que tenemos grandes problemas con los extremistas de derecha. Pero hay algunos grupos, los hemos seguido en el pasado y nuestra policía es consciente de eso”, dijo el primer ministro Jens Stoltenberg.
El hombre de 32 años publicó elementos en internet que hicieron pensar a la policía que “hay características tendientes a la política de derecha y anti-musulmana, pero es muy pronto para decir si esto era un motivo para su acción”, afirmó el comisario Sveinung Sponheim a la tv pública Nrk.
Uno de los sobrevivientes al tiroteo precisó que el autor de los disparos “caminaba lentamente a lo largo de la isla y disparó contra todos”. En efecto, de las al menos 91 víctimas de los ataques, 84 corresponden al tiroteo que realizó en la isla.
En el mensaje de twitter que publicó el 17 de julio pasado, Behring Breivik afirma: “Una persona con fe tiene la fuerza de 100.000 que sólo tienen intereses”. En su perfil Facebook se presentaba como el director de una hacienda biológica, Breivik Geofarm.
Además, el sospechoso había comprado seis toneladas de fertilizantes a comienzos de mayo, indicó un portavoz de la Central de compras agrícolas. “Le vendimos seis toneladas de fertilizantes, lo que constituye un pedido relativamente estándar”, declaró Oddny Estenstad. La vocera no quiso precisar la naturaleza de los productos suministrados, ni si podían entrar en la composición de explosivos artesanales.
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