La Cazadora

Se nos pianta un lagrimón

El ciclo de poesía disidente y autogestivo Orgullosa Itinerante dijo adiós por falta de apoyo estatal

El espacio autogestivo que durante 5 años llenó de cultura LGBT más de 20 plazas y parques de Rosario y puso en escena a más de 120 artistas, tuvo su última edición en diciembre. Denunciaron trabas institucionales para sostener este tipo de espacios y reclamaron una normativa de nocturnidad inclusiva


Fotos: Fer Quiroz

Se nos pianta un lagrimón. Después de cinco años de llenar los espacios públicos de Rosario con arte disidente, el ciclo autogestivo Orgullosa Itinerante dejará de recorrer parques y plazas con poesía y música. Las trabas institucionales a la hora de organizar el evento y un vacío en las normativas de nocturnidad para la cultura queer, llevó a que les organizadores de este espacio decidieran poner en pausa el ciclo y pidieron a la Municipalidad que abra canales de diálogo.

“En estos 5 años, hemos lidiado con la inaptitud de la Comisión Organizadora de Eventos de la Municipalidad de Rosario, el hostigamiento de la Secretaría de Control y Convivencia (ex GUM) y la absoluta ausencia de la Secretaría de Cultura, con los recortes presupuestarios, la burocracia, la ausencia de políticas públicas culturales. Y también hemos perdido la fuerza de muchos espacios culturales independientes que han sido escenario, y hogar de muchos trabajadores del tejido cultural de la ciudad”, dijeron Valentina Lopiccolo y Juan Pablo Di Lenarda el 17 de diciembre pasado, durante la última Orgullosa Itinerante en el Parque Scalabrini Ortiz.

Lo que ocurrió esa semana fue lo que los apresuró a esa decisión: después de cumplir en tiempo y forma con todos los requisitos municipales para obtener la autorización para ocupar esa noche el espacio público, dos días antes del evento les comunicaron que podían hacer uso del parque, pero que no podían darles la bajada de luz.

El dato no es anecdótico. Sin electricidad, el evento, que despliega luces y sonido, no puede realizarse. “Eso lo habilita la Municipalidad, que se contacta con alumbrado público para que el día del evento te hagan la bajada de una columna de luz”, dijo a La Cazadora, Valentina, una de las gestoras de ña Orgullosa. “Dos días antes nos comunican que el 17 de diciembre iban a tener todos los equipamientos de los que dispone la Municipalidad ocupados en la Noche de las Peatonales”, contó. “Era un evento que tenían agendado, que venimos haciendo hace cinco años sin recibir ningún tipo de apoyo estatal, y después de decirnos esto no nos brindaron ningún tipo de alternativa”, remarcó. La solución debieron buscarla elles mismo: conseguir un generador.

“El motivo de nuestra decisión es la ausencia absoluta institucional, el desamparo que se siente, las nulas conversaciones que hemos tenido con la Municipalidad”, remarcó Valentina.

“Decidimos ponerle fin al formato que tenemos abriendo las puertas a generar mesas de diálogo con la Municipalidad, específicamente con la Secretaría de Cultura, para estar más resguardades, tanto nosotres como la gente que va. Porque todo lo que hacemos en al filo de la ilegalidad, que es hacia donde nos empujan. Tanto en el tema de la seguridad como del financiamiento”, dijo la gestora.

La Orgullosa

El ciclo de poesía disidente Orgullosa Itinerante nació hace cinco años en la Plaza de la Cooperación. La puesta era sencilla: un micrófono, un amplificador y poetas de la comunidad LGTBIQ+. El objetivo, grande: generar un espacio de visibilización de artivistas disidentes en Rosario. Esos que siempre fueron obligades a estar ocultes en los márgenes iban a ocupar los espacios públicos.

El ciclo de poesía disidente Orgullosa Itinerante cumple 5 años y lo festeja en el Parque Urquiza

Se hicieron una, dos, tres Orgullosas, hasta que se transformó en un ciclo que creció exponencialmente en convocatoria y que en 2022 ya había pasado por más de 20 plazas y parques de la ciudad con más de 120 artistas en escena. Y que fue creciendo en la propuesta: cada vez que la Orgullosa llega a un espacio público se monta sonido, luces, se disfruta de la poesía y de shows musicales. Siempre abrazando la autogestión. Las Orgullosas se sostienen a la gorra, y así se cubren todos los gastos. Y acá vale la aclaración: las personas que sostienen el espacio con su trabajo artístico o técnico, lo hacen cobrando lo mínimo y sólo movilizados por el amor a este espacio de goce diverso. No por elección, sino porque la plata alcanza para lo que alcanza.

“El ciclo de poesía Orgullosa Itinerante quedó y quedará inscripto en la cartografía móvil del deambular cuir por los parques rosarinos. Como así también quedará inscripta en la cartografía de nuestros cuerpos, de nuestros sentires desobedientes y erráticos, y es eso lo que no nos va a permitir desaparecer. Y es eso por lo que vamos a pelear y resistir, para volvernos a encontrar en ese goce diverso, aguerrido y luchador, pero con las condiciones que merecemos y exigiremos incansablemente”, dijeron en el manifiesto que se leyó en la última Orgullosa.

Nocturnidad

“La gran problemática acá es la normativa de nocturnidad que tiene Rosario y la poca participación de la cultura LGBT en estas decisiones. No están incluidas esas identidades a la hora de pensar cómo se gestiona la cultura, no están esas identidades en las mesas de discusión que requieren y proponen otros despliegues y otras formas de hacer cultura y otras formas de habitar los espacios, que no son las heteronormativas”, dijo Valentina.

“Empezamos a hablar con otros gestores y nadie está haciendo ya eventos en los parques, que son hermosos y nos encantan a todes, pero es muy arduo y estás muy solo”, subrayó.

En la última Orgullosa, dijeron: “La situación cultural esta en emergencia. En 2023 el Concejo Municipal de Rosario discutirá un nuevo ordenamiento de la noche, una deuda pendiente desde hace más de una década. La ordenanza actual (Nº 7.218) se sancionó en 2001”, dijeron.

Mencionaron también datos del Colectivo Rosarino de Espacios Culturales (Crec): “tras la pandemia, una decena de espacios cerraron sus puertas. Y de los 20 lugares que existían para recitales en vivo, apenas quedaron tres”, graficaron.

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