Antes de llegar al receso por Eliminatorias, el equipo de Eduardo Coudet perdió juego y dejó pasar varios puntos. Y tras el parate, la primera función evidenció los mismos inconvenientes. Y si bien continuará metido en la lucha, como líder o como escolta de Godoy Cruz, cuando termine la fecha el entrenador de Central tiene tarea. Es que después del 3-3 ante River, el funcionamiento de su equipo se resquebrajó y él no pudo encontrar las variantes necesarias. Y eso que hubo dos semanas sin partidos donde puedo haber manejado otras alternativas.
La cancha de dimensiones reducidas como la del Roberto Carminatti o el Presbítero Grella tampoco son excusas. Ya que frente a Banfield y Sarmiento, los dos en el Gigante, tampoco tuvo un buen funcionamiento.
El Canalla se hizo un equipo previsible en varios aspectos y al técnico le cuesta encontrar variantes, especialmente, a la hora de enfrentar planteos mezquinos.
Después del mejor partido que jugó en el año, el 3-0 a Colón en Santa Fe por la 5ª fecha, el equipo de Eduardo Coudet perdió regularidad. Y no sólo eso, sino que el funcionamiento comenzó a mostrar grietas y perdió algunos rasgos importantes que había mostrado en los primeros cuatro juegos.
Es que luego de visitar al Sabalero recibió a Banfield en el Gigante de Arroyito y apenas sumó lo mínimo. Pero en ese encuentro le costó imponer el juego y en varios pasajes, especialmente en la primera etapa, jugó como pudo y no como quiso.
El Taladro le tapó los receptores: los volantes por afuera y los marcadores de punta, le puso un hombre encima a Giovani Lo Celso y dejó que fueran los centrales, en especial Javier Pinola, que fueran los encargados de salir jugando. Esto provocó que los zagueros terminasen enviando lejos la pelota y a pesar de que el Pelado intentó romper líneas siempre terminó chocando con los rivales. Y si bien el juego del Canalla mejoró en el complemento el hecho de no cerrar el partido hizo que Banfield se lo empate a través de un zapatazo.
Luego, llegó la única derrota en el torneo y estuvo acompañada por una muy mala producción del equipo. Patronato había visto cómo le había jugado el Taladro y perfeccionó el plan. Rubén Forestello achicó espacios hacia atrás, pero sin descuidar la marca en el medio. Le dejó que los centrales salieran con libertad y su estrategia funcionó: Central pateó sólo un tiro al arco, jugó mal y careció de sorpresas; ya que más allá de que el Chacho intentó buscar alternativas desde el banco y poner a Alejandro Donatti como “doble nueve” no pudo revertir la historia y perdió.
Una semana más tarde, si bien ganó al enfrentar a uno de los equipos más pobre del torneo el funcionamiento no mejoró y si bien el rival no pudo hacer lo que habían hecho los dos anteriores, por carencias propias, lo intentó.
En el juego del viernes el equipo volvió a no jugar bien. Incluso hasta el entrenador lo reconoció en la conferencia de prensa. En este caso el rival lo sorprendió desde el arranque en ir a apretarlo arriba, pero también empleó las mismas armas que utilizaron sus antecesores. A Central le faltó variantes y eso que jugó en superioridad numérica gran parte del partido.
Del medio hacia arriba, los inconvenientes
Las principales cuestiones a revisar por el cuerpo técnico de Central pasan de la mitad de cancha hacia arriba. Especialmente el tema del volante por derecha y del acompañante de Marco Ruben, mientras se recupera Marcelo Larrondo. Otra de las cosas a mejorar es el tema de cómo corregir desde el banco de suplentes con lo que tiene a disposición.
En defensa, Central no presenta problemas. De hecho el del Canalla es uno de los mejores sistemas defensivos de los equipos de Primera del país. En el arco, hasta ahora Manuel García no ha tenido errores más allá de que tampoco tuvo un rendimiento de “arquero salva partidos”.
El principal inconveniente en la línea media pasa por encontrar el mediocampista por derecha. Walter Montoya ha bajado su rendimiento, en especial de que el DT le pide que también juegue como interno, y Gustavo Colman no termina de encontrar la regularidad en la parte física, tal es así que se está recuperando de una distensión muscular. Encima, por la izquierda ha extrañado a José Luis Fernández quien se lesionó en el empate frente a River por la cuarta fecha. En el número cinco y en la posición del enganche no hay dudas, esos dos lugares son para Damián Musto y Giovani Lo Celso.
Arriba, tras la lesión de Marcelo Larrondo el Chacho se inclinó por Germán Herrera para que acompañe a Marco Ruben. El Chaqueño tuvo un rendimiento irregular. Y eso sumado a que César Delgado no está al ciento por ciento en lo físico hizo que el DT lleve a Bahía Blanca a Rodrigo Migone e Ijiel Protti, dos jugadores muy jóvenes.
Otra de las cuestiones que asoman es el hecho de tener un plantel corto. Algo que el técnico hizo hincapié en algunas conferencias de prensa, pero que no pudo encontrar variantes con lo que tiene.
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