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Arte y Técnica

El caño también es un deporte

La rosarina Natalia Cointry tiene 29 años y practica pole dance, “una disciplina muy completa para el cuerpo y la mente” y que poco tiene que ver con el baile exótico. Días atrás clasificó 4ª en el campeonato provincial, y ahora irá al torneo nacional.


Natalia Cointry tiene 29 años, estudia Derecho, trabaja en los Tribunales Provinciales y desde abril de 2012 practica Pole Dance, más conocido como “baile del caño”, una disciplina que desarrolla la belleza y la gracia y que también se difunde por sus “beneficios en lo que es la confianza, la seguridad, y la autoestima”. El pasado 7 de junio se hizo el torneo provincial de la disciplina en Rosario: “Santa Fe Pole Championship” es su nombre. Natalia compitió y obtuvo el 4º puesto.“Fue la primera competencia amateur con miras a clasificar para Argentina PoleChampionship, que se va a hacer en noviembre en Buenos Aires”, celebró, explicando que el pole dance “es una disciplina muy completa para el cuerpo y para la mente, tiene muchos elementos: baile, fuerza, elongación”.

—¿De qué se trata el pole dance?

—Lo llamamos así porque si conocen de qué se trata y qué se hace, se ve que en la escuela donde practico lo hacemos deportivo. Está alejado de la imagen que todos tienen con el “baile del caño”, que es sensual, erótico y provocador.

—¿Por qué decidiste empezar?

—Me interesó la disciplina y arranqué en abril de 2012. Es un constante desafío, se empieza con un mínimo y no hay techo. Para mí es una experiencia nueva ya que empecé de grande, por eso tengo limitaciones. No es lo mismo que a los 20.

—¿Cómo es una clase?

—Primero una buena entrada en calor porque siempre se está levantando el peso de uno, después movimientos de elongación y articulación: piernas, espaldas y brazos. Si padecés de mala postura, con esta disciplina no sentís más el dolor, se nota con el tiempo la fuerza de elasticidad.

—¿Cómo fue la experiencia del torneo Santa Fe Pole Championship?

—Fue una propuesta que se les hizo a todas las alumnas de la escuela. La idea era que tengamos una experiencia deportiva. El de Santa Fe se hizo el 7 de junio pasado, con sede en Rosario. Fue en Blitz, Salta al 3500. Podían participar competidoras de toda la provincia. Fue la primera competencia amateur con miras a clasificar a la Argentina Pole Championship, y después a la Sudamérica PoleChampionship. De Rosario participamos 29 competidores y de nuestra escuela, Mallakhamb, fuimos 11. En el Pole Dance hay tres categorías: amateur, profesional y master.

—¿Cómo fue tu coreografía?

—En una competencia hay un máximo de duración de entre dos minutos y tres. Hay un caño fijo y otro giratorio. Los jurados lo evalúan todo. No es un baile provocador, es como una rutina que tiene una mezcla entre gimnasia deportiva y danza clásica, pero en Pole Dance.

—¿En qué lugar quedaste?

—En el 4º. Fue la sumatoria de mis dos puntajes: artístico y técnico. Mi puntaje técnico fue el más alto de todos, me faltó en lo artístico: la cara no puede estar mal, ni se puede mirar para abajo. Me falló el tema de lo artístico, los nervios me jugaron en contra.

—¿Cómo se puntúa?

—El día de la competencia se anunció el 1º, 2º y 3º puesto. Y el premio al Pole Art y Pole Trick. En el Pole Art se premia a la que obtuvo el mejor puntaje en lo artístico, eso significa desplazamiento, presencia escénica, maquillaje, traje, rostro, baile, y cómo se mueven en la rutina en el piso. El Pole Trick es destreza técnica, por ejemplo, figuras, agarres, transiciones, enlaces, fuerza, elongación, desplazamiento, mientras se traslada de un caño a otro, o en el piso haciendo figuras, que la mirada no vaya al piso, son los dos ejes de una puntuación. Si se rompe el traje te descalifican, lo mismo pasa con los movimientos provocadores, sensuales y eróticos.

—¿Qué tipo de figuras hacen?

—Hay muchas, por ejemplo: el Superman, Janeiro, Rainbow (que lo hacen pocas personas), Jade. En algunos casos se toman nombres de fantasía. Muchas figuras toman el nombre de la persona que la creó. Las figuras se pueden enlazar a través de transiciones, y de manera sutil: del Niño se puede pasar al Superman. Están las voladas que son importantes para las coreografías y se hace el típico bomberito que se baja agarrada del caño.

—¿Aconseja a que practiquen esta disciplina?

—Es una disciplina muy completa para el cuerpo y para la mente, tiene muchos elementos: baile, fuerza y elongación. Si la persona está excedida de peso, va a poder hacer lo que le permita su cuerpo. Lo bueno es que es muy fácil ver los resultados. Es muy notoria la diferencia de los primeros días, a cuando ya se practicó durante tres meses.

—¿Qué proyectos tiene?

—No sé si voy a poder llegar a un nivel internacional. Mi objetivo es noviembre, que va a estar el torneo de Argentina Pole Championship, va a haber muchos participantes y es a nivel nacional. Voy a dar lo mejor que pueda y quiero disfrutarlo. No es mi principal ocupación, aunque le dedico mucho tiempo.

—¿Hasta dónde le gustaría llegar?

—Cuando empecé nunca me imaginé esto. Era algo novedoso y me encantó. Pienso seguir hasta que me dé el cuerpo, no sé si voy a poder competir siempre, pero en la medida que pueda, lo voy a hacer. Siempre que me lo permita el cuerpo.

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