Ciudad

Ladrillos

El boom de la construcción se mudó fuera del centro

La mayor cantidad de metros cuadrados autorizados por la Municipalidad corresponde al distrito Norte y en menor medida al Oeste.


La construcción es uno de los sectores que más multiplicó la producción en la ciudad en los últimos quince años. La cadena que se inicia con una pequeña casa, un departamento o un ostentoso desarrollo inmobiliario puede resultar más virtuosa que otras formas de invertir ahorros, por ejemplo, volcarlo al mercado financiero. Las obras públicas y privadas emplean personal, requieren insumos de materiales y servicios. Mal o bien la ciudad sirve de hogar para muchos capitales que ven en el ladrillo una apuesta segura. Si se le suman las búsquedas más pequeñas, de familias o pequeños constructores, no es extraño reconocer que el denominado boom de la construcción sigue fuerte en Rosario. Y no pretende parar. Al menos así puede interpretarse de un dato estadístico: en mayo de este año aumentó un 145,4 por ciento la cantidad de metros autorizados para edificar en la ciudad con respecto al mismo mes del año anterior. Así lo confirmaron desde la Municipalidad. Con una gran diferencia respecto a otros años: ahora la zona con más permisos no es el micro y macrocentro sino la zona norte y en menor medida la oeste, donde las tierras son más económicas o se consiguen más fácilmente. El Ciudadano dialogó con representantes del sector que confirmaron el fenómeno.

Con el número en la mano

Según datos de la municipalidad, en mayo de este año se autorizaron 142.445 metros cuadrados para la construcción. Representan un incremento del 145,4 por ciento respecto al mismo mes de 2014. En agosto de 2011, que era el anterior récord, había llegado a 97.490 metros cuadrados.

El distrito Centro no es el que cuenta con mayor participación en el otorgamiento de metros para edificar en la ciudad. El distrito Norte se lleva más del 70 por ciento de los metros totales habilitados para construir. Al Norte le sigue el distrito Centro con el 15,5 por ciento. En tercer lugar, se ubica el distrito Oeste con una participación del 5,9 por ciento.

En último lugar están los distritos Suroeste y Sur: representan el 1,7 por ciento y el 1,3 por ciento de la superficie autorizada en la ciudad.

El tamaño promedio de los permisos durante mayo fue de 579 metros cuadrados.

Representa un aumento del 127,4 por ciento respecto al mismo mes de 2014. La tendencia del tamaño promedio para los meses de abril y mayo de 2015, revirtió el comportamiento negativo que venía mostrando desde diciembre del año anterior.

En diálogo con El Ciudadano, el gerente de la Cámara Argentina de la Construcción sede Rosario, Rubén Llenas, confirmó la estadística: “Se van terminando las tierras en el micro y macrocentro. O son muy caras. Entonces los desarrolladores se van para los barrios. En particular hacia la zona norte y oeste. En menor medida hacia el sur”. Según calculó Llenas, son casi cien empresas las que construyen en la ciudad. A esto hay que sumarles a quienes se inscriben en el registro de la construcción nacional, condición para edificar, y pueden ser personas que contratan a uno o dos obreros. Ese registro cerró a principio de año con 22 mil ingresos en todo el país. Del total, 1.900 lo hicieron desde la provincia de Santa Fe.

En alza

“La construcción privada y pública ha tenido meses y años de crecimiento sostenido. La actividad ha llevado a mejorar el empleo formal en el rubro. No sólo Rosario sino la provincia y el país”, explicó el gerente de la cámara. En contrapunto con Llenas, el Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) informó a principios del mes pasado que el crecimiento del rubro se había desacelerado. Y que la responsabilidad eran las lluvias. La industria a nivel nacional había crecido sólo un 4,2 por ciento en comparación al año anterior. “Vale destacar que el evento climático excepcional de agosto afectó el normal desarrollo de la actividad en importantes ciudades del país”, advirtieron desde el Indec. “No sólo la cantidad de agua precipitada fue anormal, sino que la persistencia de días de lluvia resultó superior a lo normal afectando el ritmo de obras y los despachos y transporte de cemento”, agregaron las mismas fuentes.

Afuera del centro

En diálogo con El Ciudadano el representante de Uocra, Sixto Irrazábal, confirmó que la actividad se mudó hace un año a los distritos Norte y Oeste de la ciudad. Los barrios con más construcciones en curso son Alberdi, La Florida, Echesortu y otras partes de la zona oeste. Se trata de obras pequeñas, de planta baja y entre 4 y 7 pisos y otras más grandes. “Las empresas más chicas sufren porque el municipio les retrasa los nuevos pedidos de construcción. En las últimas semanas han suspendido varias obras que en un primer momento habían obtenido permiso”, señaló el sindicalista. Otro de los problemas que tienen los constructores concierne a los servicios. En particular, las conexiones de gas.

Seguridad y discriminación en agenda

La Uocra fue uno de los sindicatos que arengó varias de las marchas por robos y homicidios durante la mitad del año. La última aparición de los trabajadores fue cuando se reunieron con el gobernador electo Miguel Lifschitz, quien prometió cumplir con un plan de seguridad basado en mejorar los salarios de la Policía, montar corredores seguros, mantener reuniones periódicas entre sindicatos y representantes del Ministerio de Seguridad santafesino, entre otros puntos. Los reclamos se centraban, más allá del conocido homicidio del arquitecto Sandro Procopio, en una serie de robos a empleados de obras a la salida de los espacios de trabajo. “Ahora se toma más precaución en el ingreso y en la salida. Estamos buscando reunirnos con la Cámara de la Construcción para acordar que las obras incluyan un botón de pánico y videocámaras, más carteles que adviertan sobre la filmación en curso como método disuasivo”, señaló Irrazábal.

A su vez, agregó: “(Los trabajadores) todavía cobran en efectivo porque hay muchos problemas para bancarizar. Cuando los bancos se enteran de que los laburantes son de la Uocra no te quieren dar una cuenta”.

Consultado por la posibilidad de incluir un botón de pánico, el gerente de la Cámara de la Construcción Argentina sede Rosario, Rubén Llenas, se mostró a favor: “Es un instrumento que está probado que funciona. Las empresas están a favor de incorporar elementos que les den más seguridad”.

Comentarios