Cultura

La radio del siglo XXI

El auge de los podcast dedicados al arte o el desafío de convertir lo visual en sonoro

La pandemia y la consecuente saturación de pantallas provocó un auge en los podcast, lo que trajo aparejado un amplio abanico de programas dedicados al universo artístico como los proyectos “Crímenes por arte”, “El Podcast de Arte”, “Recreo”, “Historia del arte con Kenza” y “Temporada de relámpagos”


Mercedes Ezquiaga

La pandemia y la consecuente saturación de pantallas provocó un auge en los podcast –para algunos, la radio del siglo XXI–, lo que trajo aparejado un amplio abanico de programas dedicados al universo artístico, con el inmenso desafío que implica trasladar a lo auditivo algo tan visual como las obras de arte, tal como hacen regularmente proyectos como Crímenes por arte, El Podcast de Arte, Recreo, Historia del arte con Kenza y Temporada de relámpagos.

Con los más diversos perfiles y estilos, estos diferentes podcast en español –en su mayoría surgidos en pandemia– seleccionan diferentes temáticas, como el robo de obras, lo histórico, coyuntural, contemporáneo o entrevistas, para poner en primer plano un recurso que hasta ahora no ha sido más que considerado como accesorio en las artes visuales: el de la escucha. Uno de los más flamantes, Crímenes por arte, presentado por la mexicana Veka Duncan, se dedica a narrar el lado oculto del mercado del arte, algunas de las más resonantes estafas en un mercado ilegal que mueve millones de dólares.

El gusto por la tradición oral

“El podcast recupera el gusto por la tradición oral, a un nivel más intimista acaso que el de la radio. Genera el mood de los programas de la medianoche, pero lo hace en cualquier momento del día. Desde hace un tiempo la radio le grita demasiado a los oyentes. En cambio, el podcast propone otro clima: es la celebración de la palabra sin crispación”, dice la escritora Gisela Antonuccio, argentina radicada en México y encargada del guion de Crímenes por arte junto con Gabriel Vázquez. E

ste podcast, que utiliza las herramientas del periodismo y de la ficción, se estrenó en la plataforma Podimo (podimo.com/latam) y se aboca a resonantes estafas y robos de patrimonio cultural mexicano, cuyas víctimas son artistas, galeristas y coleccionistas. La primera temporada ya tiene seis episodios Según la argentina, “el componente de misterio se vuelve un traccionador de audiencias que creen que el arte les es ajeno. El problema radica en cómo nos acercamos a los públicos. A través de la excusa de la estafa, el oyente asiste a la historia de artistas y cuadros de relevancia mundial”.

Enamorada del formato

Pionera en el terreno de los podcast, la argentina Evelyn Márquez, curadora y gestora cultural se dio cuenta que no existían este tipo de registros dedicados al arte contemporáneo y fue así que dio vida en el año 2017 a Temporada de relámpagos (temporadaderelampagos.com), una continuación de la revista homónima. Las temáticas abordadas suelen ser resúmenes de libros, presentación de artistas internacionales y entrevistas a personalidades del mundo del arte local, en la tónica de lo contemporáneo.

“Cuando descubrí el formato podcast me enamoré enseguida. No me gusta escuchar radio por las publicidades que interrumpen constantemente y las dispersiones permanentes de los conductores. Empecé a buscar y en ese momento casi no existían podcast de arte en español: o estaban en inglés o eran sobre arte clásico europeo y ninguno llegaba a hablar sobre la contemporaneidad. Por eso decidí grabar el primer podcast de arte contemporáneo en español en Argentina, con la intención de hacer un programa que se pareciera lo más posible a lo que yo habría querido escuchar y no encontré”, revela Márquez.

Además de acentuar la idea de que hay que dejar de lado un lenguaje académico, la gestora cultural destaca que “las descripciones de las obras se vuelven lo más pormenorizadas posibles para facilitar que el oyente pueda recrear la situación en su mente, pero el hecho de que muy posiblemente la recreación no coincida con la obra real y dispare nuevas interpretaciones, me parece lo más interesante”.

Esta amante del arte afirma que a raíz de la pandemia, se potenció tanto el número de escuchas como la cantidad de podcast nuevos que surgió, ya que “es un formato que requiere poca complejidad técnica y que puede grabarse y editarse en una casa sin problemas”.

Partir de la palabra para reconstruir la imagen

Dedicada íntegramente a la fotografía, la Fototeca Latinoamericana (FoLA), fundada por Gastón Deleau, también tiene su podcast, <Recreo<, que realiza y conduce la periodista Agustina Rinaldi y que cada viernes estrena un episodio de conversaciones con fotógrafos icónicos latinoamericanos, como Sub Cooperativa, Esteban Pastorino o Nadia Bautista, fotógrafa independiente y feminista, más conocida en las redes como Miss Complejo.

“El proyecto parte desde la palabra para la reconstrucción de la imagen, y no desde lo visual. Es totalmente disruptivo para el espacio, y en general para los podcast, que no suele haber de fotografía. Ante la ausencia de imágenes se dan charlas mucho más poéticas y reflexivas”, dice Agustina Rinaldi, que además acompaña cada episodio con el lanzamiento de un fanzine, impreso, dedicado a cada una de las entrevistas. “Me parece súper importante hoy la comunicación transmedia. Es un diálogo que no tiene punto de salida ni de llegada, como las conversaciones en el podcast”, asegura sobre estas charlas grabadas y curadas.

Un formato “fácil y directo”

Una voz dulce, suave, con un particular acento es lo que caracteriza al podcast Historia del arte con Kenza de Kenza Saadi Elmandjra, que se graba en San Miguel de Allende, México, y que aborda el arte a través de la historia y las culturas. “Daba clases de historia del arte a niños y adultos. Y la mamá de dos de los niños que produce podcast (Rojo Venado por Instagram) me propuso hacer un podcast porque le gustaba mucho lo que decía. Abrí la página de Instagram en noviembre de 2019 y ya alcanzamos las 400 mil escuchas”, cuenta Kenza Saadi, quien asegura que el podcast es un formato “fácil y directo”.

Ha dedicado los episodios a elecciones variadas, desde Andy Warhol hasta la Victoria de Samotracia y desde Artemisia Gentileschi hasta la época Edo de Japón. Incluso, el último episodio se animó a abordar el lapislázuli, una piedra utilizada en el arte en Afganistán desde hace más de seis mil años, de Mesopotamia a Egipto antiguo y de las cortes de los emperadores Chinos a los Medici en Florencia.

“Creo que la pandemia potenció al formato podcast. Pero también lo hizo el hecho de ofrecer un programa serio, que abre horizontes, y que no toma los que escuchan por gente que no puede entender el arte. Todos somos sensibles al arte si nos dan la oportunidad”, asegura Kenza.

El podcast llegó para quedarse

También pensado para todo público, El Podcast de Arte, realizado desde Monterrey, México, y disponible en Spotify, hace de la debilidad una fortaleza: ¿Cómo disfrutar el arte si no entiendo nada?.

Con esa suerte de lema nació el proyecto, cuando Nayeli Cabrera realizaba los contenidos para redes sociales de Canvas Lab, un emprendimiento online de cuadros decorativos. Al momento de la edición, solía tener extensas charlas con Manuel Larrazábal (ingeniero y experto en marketing), quien realizaba preguntas por su desconocimiento de la historia del arte. Fue así que trasladaron esa misma dinámica al formato podcast.

“Manuel nunca sabe de qué vamos a hablar hasta el momento en que grabamos. Y esto hace que toda la conversación sea informal y espontánea. Yo trato de presentarle un tema con el que no está familiarizado. Seguramente mucha gente se identifica con él. Sus aportes son muy necesarios para el desarrollo del podcast”, aclara la mexicana. Para Cabrera, definitivamente ha sido un desafío traducir en palabras lo que son muchas obras de arte. Y sobre podcast y pandemia, piensa que surgió “como una muy buena alternativa para todos los creadores de contenido que se vieron obligados a respetar el distanciamiento social. Si algún día todo regresa a la «normalidad», de todos modos, el formato podcast llegó para quedarse”.

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