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El asesino de Cabezas deja la cárcel y se va a su casa

Le otorgan a Prellezo el beneficio para que pueda tratarse de una hernia de disco, pero el fiscal se opone.

El ex policía Gustavo Prellezo, condenado a reclusión perpetua por el crimen del reportero gráfico José Luis Cabezas, cometido en enero de 1997, fue beneficiado con el arresto domiciliario, pero la medida aún no se hizo efectiva por la carencia de una pulsera electrónica como las que se usan en estos casos para monitorear al detenido y porque el fiscal general de Dolores, Diego Escoda, reclamó ante la Cámara Penal la suspensión de la medida “hasta tanto el resolutorio adquiera firmeza” (recuadro). 

La Cámara Penal de Dolores otorgó ayer a Prellezo ese beneficio por cuestiones de salud, ya que padece una hernia de disco, y explicaron que el ex policía no podrá abandonar su domicilio salvo para recibir asistencia médica. Voceros judiciales añadieron que el arresto domiciliario aún no se concretó, ya que el padre de Prellezo, Anastasio, y su pareja, Rosa Rodríguez, deben constituirse como “garantes” de que no saldrá del domicilio que fijó en la localidad de Tolosa, en las afueras de La Plata.

Cuando el padre y la futura concubina del imputado se presenten en la Cámara a firmar Prellezo será llevado a su casa y, una vez que haya disponibilidad, se le colocará una tobillera electrónica, por lo que permanecerá un tiempo indeterminado sin control.

“No hay gran cantidad de pulseras, entonces se lo envía al domicilio que constituye y se lo coloca en lista de espera”, explicó una fuente tribunalicia.

Para conceder la prisión morigerada los camaristas Fernando Sotelo y Susana Darling Yaltone tuvieron en cuenta la hernia de disco que padece Prellezo, el tiempo que lleva detenido, 13 años, sin sentencia firme, y que no entorpecerá la investigación.

“Los informes médicos señalan que necesita un tratamiento constante y que en prisión no lo está recibiendo en forma adecuada”, agregó el vocero, y recordó que el imputado está preso desde el 9 de abril de 1997. En su resolución, la Cámara de Apelaciones de Dolores indicó que Prellezo “padece de una enfermedad que se ha agudizado en el último tiempo y necesita de un ambiente carente de humedad”, ya que presenta “problemas respiratorios y de artrosis”.

Prellezo, asistido por la defensora oficial María Verónica Olingui Huespi, era el único de los detenidos por el denominado caso Cabezas que no había obtenido hasta ahora el beneficio de la prisión domiciliaria.

Hace casi un año, el 24 de septiembre de 2009, el Tribunal de Casación bonaerense confirmó la condena a reclusión perpetua impuesta a Prellezo por el delito de “sustracción de persona agravada por la muerte de la víctima, en concurso ideal con homicidio calificado por alevosía”.

Cabezas fue secuestrado el 25 de enero de 1997 en Pinamar, cuando salía de una fiesta, como venganza por haber fotografiado para la revista Noticias al empresario telepostal Alfredo Yabrán mientras caminaba por las playas de esa ciudad balnearia.

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