Los índices de pobreza e indigencia en el segundo semestre de 2013 fueron del 13,2 por ciento –unos 5,3 millones de personas– y del 4 por ciento, respectivamente, según un informe privado.
Sin embargo, el estudio advierte riesgos de “incrementos” de estas variables este año, debido a un “escenario de inflación y devaluación”.
Los datos surgen del Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, en el cual se presentaron estimaciones sobre la evolución de la pobreza desde 2003 hasta la segunda mitad de 2013.
Al recalcular el costo de la canasta básica total y alimentaria, sobre la base de los índices de precios difundidos por institutos de estadísticas provinciales, para el segundo semestre de 2013 el 13,2 por ciento de la población percibía ingresos por debajo de la línea de la pobreza, mientras que 4 por ciento se encontraba por debajo de la línea de indigencia.
Con relación al mismo período en 2012, se exhibió una leve disminución en ambos porcentajes, que fueron del 1 y 0,4 por ciento, respectivamente, que según las estimaciones de la entidad, se deben al incremento de la jubilación mínima, entro otros factores.
De acuerdo con el trabajo, los porcentajes de población pobre, que era del 46 por ciento en la segunda mitad de 2003, se ubicó por debajo del 15 por ciento en el último año y medio.
A su vez, el índice de la población indigente, categoría que corresponde a quienes no acceden a una alimentación mínima, era del 19 por ciento en 2003, y, actualmente, se encuentra por debajo del 5 por ciento desde hace dos años y medio.
La organización estimó que la disminución se debió a la creación de empleo y a una mejora de salarios y en haberes jubilatorios junto a la Asignación Universal por Hijo.
No obstante, el estudio aclaró que con la fuerte devaluación del dólar oficial y la aceleración de la inflación en los primeros meses del año, hay riesgos de que haya un “incremento en el porcentaje de pobreza e indigencia”, del que aún no disponen información.
De este modo, el informe distinguió tres etapas de evolución en base a la información con la que cuenta desde 2003 al segundo semestre de 2013.
En la primera, se ubica el período comprendido entre 2003 y 2006, en el que se dio una rápida reducción de la pobreza e indigencia, que se ligó a la recuperación del empleo y del poder adquisitivo del salario, junto con cambios en la regulación salarial como la institucionalización de las paritarias.
Luego, se encuentra una segunda etapa entre 2006 y 2009, en la que hubo un relativo estancamiento del porcentaje de población pobre e indigente que se asocia al menor dinamismo en la creación de empleo y la aceleración de la inflación.
En tanto, el tercer período que distinguió el Centro de Estudios Económicos y Sociales Scalabrini Ortiz, es a partir de 2009, cuando se observó una nueva tendencia de baja en el porcentaje de población pobre e indigente, ligado a la implementación de políticas públicas.
Creció la venta minorista
Las ventas en los comercios minoristas en abril crecieron un 1,5 por ciento en unidades y un 28 por ciento en facturación, comparándolas con el mismo mes del año pasado, según un informe de la Federación de Cámaras y Centros comerciales de la República Argentina (Fedecamaras). El titular de la entidad, Rubén Manusovich, explicó que tras la caída de las ventas en el primer trimestre del año “hay una recuperación del consumo y las ventas con tarjetas de crédito crecieron un 40 por ciento”. El informe consideró que “en abril la tendencia induce a recuperar, para el segundo semestre del año, los niveles de crecimiento en unidades del 5%, como ocurrió en 2013”. Según Fedecámaras, las ventas que más crecieron fueron la de los rubros Alimentos y bebidas, Hotelería y gastronomía por el turismo.
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