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EE.UU.-China: millones de razones para elogio mutuo

La visita del presidente asiático está enmarcada en firmas de acuerdos comerciales por cifras astronómicas.

El presidente estadounidense, Barack Hussein Obama, y su par chino, Hu Jintao, usaron la diplomacia para abordar temas espinosos como los derechos humanos y las ventajas comerciales chinas, en una rueda de prensa, ayer en Washington. Cuando surgieron, por parte de los periodistas, temas complicados, ambos mandatarios sugirieron que seguirán trabajando para solucionarlos. Obama se limitó a decir que los derechos humanos son parte esencial de las sociedades más exitosas y a renglón seguido elogió el “crecimiento extraordinario” del gigante asiático que permitió “sacar a millones de la pobreza”.

La visita del jefe de estado chino a Washington tiene ribetes económicos y comerciales de alto impacto: China firmará acuerdos comerciales de todo tipo por un valor global de 45.000 millones de dólares.

Entre los anuncios más importantes, China comprará al gigante aeronáutico Boeing unas 200 aeronaves por un valor de 19.000 millones de dólares.

Y esta, es sólo un parte de las demostraciones de la capacidad económica china y que marca un gran contraste con  EE.UU.: Obama sólo puede exhibir durante las conversaciones una pobre recuperación económica, mientras que Hu llega con el respaldo de un crecimiento imparable, que ha extendido el poder chino por todo el mundo.

Los temas ríspidos, con diplomacia

Cuando los periodistas intentaron poner en la mesa el tema de los derechos humanos y otras cuestiones polémicas del régimen comunista chino, como el premio Nobel de la Paz otorgado al disidente detenido Liu Xiaobo, Obama se limitó a decir que “la historia demuestra que las sociedades son más armoniosas y más exitosas y el mundo es más justo cuando los derechos y las responsabilidades de todos los pueblos y naciones son respetados, incluidos los derechos universales de todos los seres humanos”.

Por su parte, Hu no hizo alusión directa al tema, consideró que China ha hecho progresos, pero “aún queda mucho por hacer” y prefirió centrarse en rescatar la fructífera colaboración entre los dos países y el creciente “respeto mutuo”.

Obama eludió definiciones concretas y prefirió recurrir a la diplomacia para señalar que planteó “con sinceridad” las diferencias entre ambos países, y consagró el compromiso de “seguir trabajando” en ellas.

La visita de Hu se enmarca en una complicada relación entre Washington y Pekín, particularmente en torno al valor de la moneda china –según Washington artificialmente subvaluada–, el acceso a internet, el tema tibetano y la venta de armas estadounidenses a Taiwán.

La agenda de Hu y su anfitrión –quien visitó Pekín en noviembre de 2009– está también centrada en otros complicados temas como la situación en la península coreana y el programa nuclear iraní.

Pero los negocios y el gigantesco poder económico chino por el momento dejan en segundo plano los temas más discordantes.

Así, hubo un marcado tono conciliador para encontrar formas de avanzar en los terrenos más firmes de la relación entre ambas potencias.

Los elogios de Obama hacia China

En ese marco, Obama elogió el “crecimiento extraordinario” del gigante asiático que permitió “sacar a millones de la pobreza”, así como las décadas de estabilidad en ese continente que “hacen posible la presencia y el comercio de Estados Unidos en esa región”.

“La cooperación y competencia amistosa entre ambos países es buena para el mundo”, subrayó el mandatario estadounidense, que también abordó en su discurso los consensos con Pekín que permitieron las sanciones contra Irán (por su programa nuclear), así como la reducción de tensiones la Península coreana.

Luego, el demócrata dijo que Washington y Pekín están expandiendo la cooperación militar, y anunció acuerdos por 45 mil millones de dólares con China, en maquinaria, agricultura y aviación, acuerdos que –según explicó– respaldarán 235 mil empleos estadounidenses, particularmente en el sector de la manufactura.

La dura polémica por el Yuan

El líder chino utilizó el mismo recurso diplomático que Obama cuando se abordó el tema del yuan –que, devaluado en un 35 por ciento genera efectos distorsivos en el comercio internacional– y se limitó a asegurar que en materia económica hay diferencias de criterio sobre las que ambos países “se encuentran trabajando” y  celebró el “intercambio profundo de perspectivas” que permitió llegar a “acuerdos importantes”, así como el progreso en la cooperación bilateral en varias áreas.

El mandatario chino tiene previsto visitar Chicago y reunirse con empresarios estadounidenses antes de regresar a China, mañana.

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