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Expectativas

Eduardo Martín asumió ayer al frente del Arzobispado local

Una multitud, que incluyó a grupos de Venado Tuerto y Río Cuarto, dio la bienvenida al nuevo pastor de la Iglesia.


El tibio sol que calentó la tarde de ayer hizo que no se sintiera tanto el viento frío que soplaba junto al río, lo que generó un escenario ideal para la asistencia de fieles al Patio Cívico del Monumento a la Bandera. Allí, miles de personas colmaron el lugar para presenciar la asunción de monseñor Eduardo Eliseo Martín como nuevo obispo de la arquidiócesis de Rosario tras la salida de José Luis Mollaghan dispuesta por el papa Francisco.

Alegría y emoción fueron sólo algunos de los sentimientos que un numeroso público, integrado por gente de todas las edades, dejó vislumbrar ayer antes, durante y después de la ceremonia en la que Rosario recibió al nuevo obispo.

Pero el apoyo al flamante titular de la arquidiócesis de la ciudad no sólo se notó por la masiva concurrencia de fieles sino también por la presencia de los más altos referentes de la Iglesia en el país como los son el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina –y arzobispo de Santa Fe–, monseñor José María Arancedo; el obispo de Gualeguaychú y titular de la Comisión Episcopal de Pastoral Social, José María Lozano, y los cardenales Mario Poli y Estanilao Karlic.

Misionero extramuros

El obispo Martín recibió también el afecto de los miembros de las comunidades de Venado Tuerto y Río Cuarto, en donde desarrolló su carrera como sacerdote, primero, para luego llegar a ocupar los cargos de vicario general en la ciudad del sur y la sede episcopal en la diócesis cordobesa. Así, hubo tres grandes contingentes que llegaron desde Córdoba, Venado Tuerto y de San Eduardo, la localidad del departamento General López en la que Martín nació en 1953.

Quienes trataron al obispo en las distintas ciudades en donde desempeñó su labor, tuvieron ayer un discurso en común sobre el nuevo pastor de Rosario y aseguraron que “es una persona muy accesible” y que “siempre está pensando en el otro”. Beatriz, del Movimiento Comunión y Liberación de Venado Tuerto, fraternidad de la que es miembro Martín, lo recordó como “alguien fuera de serie, preocupado por cada uno de los miembros de su iglesia”.

Del mismo modo los comentarios se reprodujeron a lo largo de la tarde en el Patio Cívico por parte de cordobeses y santafesinos que alguna vez trataron o trabajaron junto al obispo.

“Es un peregrino y un misionero fuera del escritorio. Te aseguro que lo vamos a extrañar”, dijo Maximiliano Pizarro, periodista de una radio de Río Cuarto (recuadro).

Estar cerca

El aliento de los fieles que se acercaron ayer al Patio Cívico del Monumento Nacional a la Bandera fue constante. Incluso, la extensa homilía que dio monseñor Martín estuvo teñida, en repetidas ocasiones, por la ovación y los aplausos del público, en especial, durante las menciones que el flamante obispo hizo del papa Francisco.

“Vengo sencillamente en el nombre del Señor; no tengo otras credenciales para presentarles”, dijo Martín, al tiempo que expresó su deseo de estar cerca de cada familia que lucha para salir adelante con sus hijos, de los que hoy se ven amenazados de perder su trabajo o de los que ya lo han perdido.

“Quiero estar cerca de los que han sido víctima de cualquier tipo de violencia –que siempre es irracional–, de los que son víctimas del flagelo de la droga y de todos aquellos que hoy sufren enfermedad y pérdida de seres queridos”, sostuvo.

Entre los cantos que entonó el coro de seminaristas y fieles, Martín ofició su primera misa y en el momento de la eucaristía se mezcló con la gente y así recibió los saludos afectuosos y las ofrendas de la mano de numerosos jóvenes, mujeres y  niños.

“Vengo a unirme a la historia de ustedes con mi propia historia para que juntos caminemos, nos reconozcamos, nos queramos. Para que juntos construyamos la Iglesia del Señor como Él quiere, sirviéndola de corazón”, agregó.

Perfil

Fuentes cercanas a la arquidiócesis local dijeron que además de contar con un perfil menos rígido que su antecesor Mollaghan, el flamante obispo “pertenece al ala no conservadora de la Iglesia” y, que, por otra parte, se especializa en cuestiones de auditorías e investigación de malversación de fondos.

“Que sienta a la ciudad como propia”

Como máxima referente de la ciudad, la intendenta Mónica Fein le dio la bienvenida a monseñor Eduardo Martín minutos antes de que el prelado oficiara su primera misa como titular de la arquidiócesis de Rosario. Así, a través de un discurso cálido y a la vez preciso, la jefa comunal instó al nuevo obispo a que “sienta a esta ciudad como propia, ya que ha nacido en nuestra provincia y es conocedor de nuestros orígenes y de nuestra realidad social”.

“Necesitamos encontrar un espacio de diálogo, fortalecer los lazos familiares, generar confianza mutua, y participar activamente con desinterés y grandeza para encontrar un camino común. Ése es nuestro mayor desafío”, sostuvo Fein.

La intendenta también hizo hincapié en la necesidad de trabajar en pos de “la construcción de una cultura de la vida, sustentada en la solidaridad y en el amor al prójimo, en el respeto de los derechos de todos”, puntos a los que catalogó como “una enorme tarea que nos compromete y nos obliga a realizar los mayores esfuerzos en este presente del que somos responsables”.

Finalmente, la mandataria local resaltó que “Rosario creció como modelo de convivencia multicultural, con el trabajo de múltiples comunidades y credos, que se ha proyectado como ejemplo de integración e inclusión por haber reconocido como derechos irrenunciables a la salud, a la educación, al trabajo, a la cultura”. No obstante, Fein no hizo omisión de la realidad actual y sostuvo que “esta ciudad, que hoy se convoca una vez más a ese camino para reconstruir una cultura de la vida frente a la violencia urbana, lo recibe a usted con renovada esperanza para estimular nuestros mejores esfuerzos de hacer mejor este presente del que somos todos responsables”.

A imagen y semejanza

El nuevo arzobispo de Rosario, Eduardo Eliseo Martín, dejó huellas en la ciudad cordobesa de Río Cuarto, donde ocupó el máximo cargo de su arquidiócesis, como también en la localidad santafesina de Venado Tuerto, lugar en el que estuvo prácticamente desde que se consagró como sacerdote hasta llegar a ser titular de la catedral, para luego ocupar también el más alto puesto dentro del clero venadense.

“Es un cura que se mete en las villas, se compromete y sale a caminar las calles para llegar a los lugares más necesitados”, cuenta Maximiliano Pizarro, periodista de LV16 Radio Río Cuarto, para destacar la identificación del flamante obispo de Rosario con el papa Jorge Bergoglio, que lo designó.

Pizarro, quien contó a El Ciudadano que le tocó cubrir periodísticamente los oficios pastorales de Martín, como también sus intervenciones sociales en Río Cuarto a lo largo de los años, aseguró que es un obispo que “no se casa con nadie” y que su trabajo es de puertas afuera.

El cariño y respeto que ese carácter supo granjearle tanto en la comunidad santafesina como en la cordobesa se vieron reflejados ayer por tres grandes comitivas de fieles que, con banderas y estandartes, llegaron desde Venado Tuerto y Río Cuarto para acompañar a quien fuera su obispo.

Fuerte presencia dirigencial

El flamante obispo de la Arquidiócesis de Rosario, monseñor Eduardo Eliseo Martin, fue acompañado ayer por la tarde por un nutrido grupo de representantes de distintos sectores gubernamentales, políticos, eclesiásticos y sociales. En la primera fila de asientos destinados a los invitados protocolares estuvieron la intendenta Mónica Fein, el senador provincial Miguel Lifschitz, el ex gobernador Hermes Binner y las secretarias de Promoción Social y de Servicios Públicos y Medio Ambiente, Cecilia González y Clara García, respectivamente. Un poco más atrás, se ubicó el titular de la Federación Agraria Argentina, Eduardo Buzzi.

Referentes de otros cleros de la ciudad asistieron también a la asunción de monseñor Martín. Entre ellos se advirtió a Walter Callieri, del Centro islámico del Gran Rosario, y el padre Alejandro Saba, titular de la parroquia ortodoxa San Jorge, entre otros.

En tanto, del Palacio Vasallo solamente asistieron los concejales del Frente para la Victoria Norma López y Roberto Sukerman.

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