Policiales

Asociación Ilícita

Druetta se negó a declarar y seguirá preso como capo de una banda narco

Lo acusaron junto al policía Delmastro como jefes de una banda narco, con la que fraguaban investigaciones para sacar del territorio a la competencia o perseguir a eslabones más bajos de la cadena para sumar detenciones y así ascender en la carrera policial. Se declaró "inocente" y seguirá preso


El ex comisario antinarcóticos Alejandro Miguel Druetta fue indagado este jueves por el juez federal Marcelo Bailaque por comandar una empresa criminal que realizaba distintas maniobras de tráfico ilegal de estupefacientes. Según la acusación, Druetta ejercía la jefatura de la banda junto al policía Juan Ángel “Tiburón” Delmastro –que purga condena por encubrir el homicidio de una adolescente en manos de Los Monos– con quien fraguaba investigaciones para sacar del territorio a la competencia o perseguía a eslabones bajos de la cadena para sumar detenciones y así ascender en la carrera policial. Para ello, ambos policías apelaban a “llamados anónimos” inexistentes o simplemente al “olfato policial” pero que en verdad apuntaban a personas señaladas por el tercer miembro de la asociación ilícita: Ignacio Mario Actis Caporale, alias Ojito o Nacho.

Con sabor electoral

Acompañado por su abogado defensor Gabriel Navas, Druetta se declaró inocente y se abstuvo de declarar. Ahora, el juez Bailaque tiene diez días hábiles para resolver su situación procesal. Mientras tanto seguirá preso. Navas sostuvo que la acusación contra su cliente es “falsa y errónea” y explicó que hasta no tener acceso a la totalidad del expediente judicial son pocos los detalles que pueda brindar. No obstante destacó que “detener a un comisario de tan alto rango a dos días de las elecciones siempre tiene un condimento político”. En ese sentido dijo confiar “totalmente en la Justicia” y reiteró: “Más allá de la culpabilidad o la inocencia de mi cliente, es evidente que detrás hay un componente político”.

De esa manera Navas se sumó a las críticas del gobernador Miguel Lifschitz, quien tildó la detención de Druetta como un “procedimiento de campaña” dado que se realizó el mismo día que la ministra de Seguridad Nacional, Patricia Bullrich, visitó Rosario y a poco de las elecciones. Con respecto a esta afirmación, Bullrich contestó que “no hay que mirar fantasmas” y agregó que no puede pedirle a un juez cuándo detener a un policía y que “aunque estemos cerca de las elecciones es mejor tenerlo detenido y que no siga hablando con los narcos”.

Polinarcos

Según la investigación que llevó adelante el fiscal federal Claudio Kishimoto junto a Diego Iglesias de la Procuraduría de Narcocriminalidad (Procunar), la empresa delictiva comenzó a funcionar el 5 de julio de 2007 cuando Druetta detuvo por primera vez a Ojito, por entonces un veinteañero, y lo obligó a trabajar para él bajo promesa de no criminalizarlo. La banda funcionó durante un lustro hasta el 26 de septiembre de 2012 con la detención del muchacho, quien actualmente se encuentra detenido en la cárcel federal de Ezeiza a la espera de ser juzgado como líder de una banda narco y que se sospecha que podría ser el “arrepentido” que en septiembre pasado comprometió con su testimonio a los dos policías detenidos este miércoles.

Los vínculos entre Druetta y Ojito ya habían trascendido en 2018 y serán ventilados en la causa por la que el comisario antinarcóticos fue separado de su cargo y pasado a disponibilidad en agosto pasado, cuando la justicia Federal lo procesó por “confabulación”, un delito menor que no requirió de su detención por proteger a Actis Caporale. No obstante, la aparición de un “arrepentido” en septiembre pasado lo situó ahora junto al Tiburón Delmastro como jefes de Ojito.

Lo que no se conocía eran los vínculos entre Druetta y Delmastro. A fines de 2012, la Cámara de Casación Penal de la Nación anuló el operativo que realizaron ambos policías contra un hombre condenado a cinco años de cárcel por considerar ilegítima la motivación de su detención llevada adelante por el “olfato policial” de ambos efectivos. El hombre recuperó la libertad luego de tres años de cárcel. En total, son cinco las causas iniciadas de forma fraudulenta aunque las restantes no fueron anuladas.

Cuatro años después, a fines de 2016, Ramón Machuca, conocido como Monchi Cantero y uno de los cabecillas de Los Monos, cuestionó en una audiencia de Cámara la corrupción entre políticos, policías y funcionarios de la Justicia santafesina y pidió que se investiguen las visitas del entonces comisario Druetta al lugar de detención de Delmastro, condenado a seis años y medio por encubrimiento en el crimen de la adolescente Lourdes Cantero y por el que Monchi está penado en calidad de instigador.

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