Sin lugar a dudas, las desavenencias de Faunen repercuten claramente en la provincia de Santa Fe. El cuestionamiento del candidato a intendente Pablo Javkin a la gestión de Mónica Fein, desde un armado político que va tras los posicionamientos de Elisa Carrió en el orden nacional (un frente más amplio incluyendo al PRO), llevaron al candidato socialista Miguel Lifschitz a marcar la cancha política en correlato al pensamiento de su partido, es decir sin Macri. Sorpresivamente el radical Mario Barletta se subió a este ring side con duros calificativos hacia el senador Lifschitz.
En el orden nacional, donde hay más tiempo para esperar resoluciones, la diputada socialista Alicia Ciciliani me comentó esta semana que hasta que inscriban al Faunen, esperarán que Lilita Carrió y Ernesto Sanz acompañen lo decidido: sin Macri. De lo contrario, el Frente será inscripto sin los protagonistas antes mencionados.
En Santa Fe, los tiempos tienen otra urgencia, por eso es que Miguel Lifschitz me ha dicho que espera un acuerdo con todos los sectores integrantes del Frente hasta fin de mes.
Antes piensa plantearles a los otros partidos una estrategia global de gobierno tratando de evitar las Paso.
Lifschitz y Barletta
Lifschitz cree que la candidatura a gobernador es irrenunciable dado que mantiene el equilibrio entre el socialismo y el radicalismo ante la expansión territorial de este último. Consultado el vicegobernador, el radical Jorge Henn, me dijo: “El radicalismo va a tener un candidato a gobernador”. Sólo me quedaba consultarle a Mario Barletta si existía alguna posibilidad de repetir la estructura que hoy tiene el Frente Progresista Cívico Social con el binomio socialista-radical, y me contestó: “Ya estoy demasiado grande para cambiar las convicciones, voy a presentarme como candidato a gobernador. Sobre este tema no hay nada que acordar”.
Lo más importante para resaltar es que en un mes se abortaron dos intentos de unidad política en Santa Fe. La del justicialismo primero y la del FPCyS ahora. Si los intentos hubiesen fracasado por graves disidencias conceptuales o ideológicas respecto al abordaje de los temas más álgidos que la sociedad vive a diario, sería entendible. Lo lamentable es que los desacuerdos responden a intereses absolutamente personales.
Agustín Rossi me decía: “Fui a la reunión convocada por el presidente del PJ, José Luis Freyre, y dejé sentada mi predisposición al trabajo de construcción de la unidad. Pero te diría que hoy dicha unidad no se concreta por desinteligencias entre los propios actores quienes debiesen ser los primeros interesados”. Entre paréntesis, el ministro de Defensa, Rossi, ratifica su optimismo sobre su candidatura presidencial.
La publicidad
Se conoció este último jueves el envío a la Legislatura de parte del Ejecutivo provincial de la ley de financiamiento electoral.
A grandes rasgos, la propuesta del gobierno de Antonio Bonfatti, a diferencia de 2011, es que se cubran con segundos para TV y radio –de acuerdo a la ley Rubeo– las cinco categorías en las dos elecciones (Paso y generales) con un piso: el 1.5 por ciento del padrón electoral para quienes ya hayan participado de otra elección.
El gobierno de Bonfatti otorgará el bono de fin de año pero no abrirá paritarias, las convocará para fines de enero o principios de febrero de 2015.
El dirigente ruralista Eduardo Buzzi también intenta aparecer en el horizonte electoral provincial. El ex titular de Federación Agraria Se reunió en Santa Fe con el senador Traferri, representando a un sector de legisladores.
Los cuatro concejales
En Rosario, el llamado “grupo de los cuatro concejales” empieza a mostrarse (Boasso, Miatello, Giuliano y López Molina). La intención de este grupo es replicar lo que se intentó a nivel provincial dentro del justicialismo es decir: “representemos un proyecto para la ciudad y después cada uno de nosotros tendrá su candidato a gobernador”. La complicación que advierto, es que la elección a intendente y a gobernador son coincidentes.
Del Sel contra nadie
Mientras, Miguel Del Sel prepara sus equipos técnicos, el oficialismo y el resto de oposiciones no reaccionan ante la tremenda realidad cotidiana que a diario cercena la esperanza de una vida normal: no se preparan.
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