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Dos condenados por crimen

Por el asesinato del sargento de policía Rodolfo Sotelo, acribillado a balazos cuando estaba entregando citaciones judiciales en la zona oeste, un joven fue penado con 25 años de cárcel y su cómplice con 13.


Dos jóvenes de 28 y 21 años fueron condenados esta semana a penas de prisión efectiva por el homicidio del sargento Rodolfo Sotelo, quien trabajaba en la sección Homicidios de la UR II y en septiembre de 2010 fue asesinado mientras repartía cédulas judiciales junto con otros dos uniformados en el barrio Toba de zona oeste. El dictamen del juez de Sentencia Julio Kesuani recayó sobre Patricio Alfredo Rojas, quien fue penado con 23 años de cárcel, pero como mientras estaba detenido por el homicidio fue penado con 3 años de cárcel por el delito de amenazas coactivas la pena se unificó en 25 años y lo declaró reincidente. El otro responsable del crimen fue Cristian Leonardo López, quien fue condenado a 13 años de cárcel.

El hecho ocurrió un rato antes del mediodía del sábado 11 de septiembre de 2010, cuando tres policías vestidos de civil de la sección Homicidios de la UR II, Rodolfo Sotelo, Fabián Vassano y Débora Ávila, llegaron en un Ford Escort color bordó hasta la esquina de Maradona y Campbell, en la zona sudoeste, para entregar citaciones judiciales.

El conductor del rodado era Sotelo, mientras que Vassano estaba sentado a su lado y Ávila en el asiento trasero, reconstruyeron en su momento los pesquisas. Mientras el sargento se quedó en el rodado, quien estaba a su lado se bajó, buscando la dirección exacta de la vivienda donde debía entregar una citación, mientras que su compañera se quedó ordenando papeles en los asientos traseros.

En un momento, Sotelo fue abordado por un joven armado que, mediante amenazas, le pidió que le entregara la billetera. En ese mismo momento, otro muchacho amenazaba con un arma a Vassano, quien estaba a pocos metros del Ford Escort.

Si bien Sotelo no se resistió, quien lo estaba amenazando abrió fuego e intentó huir. Gravemente herido, el sargento se bajó del auto e intentó atrapar a su agresor, por lo que se produjo un forcejeo en el cual el autor del primer disparo volvió a gatillar su arma al menos en tres oportunidades.

En ese momento, la agente Ávila sacó su arma y apuntó contra el asaltante, quien le puso su arma en la cabeza a Sotelo y le dijo a la mujer policía que si no bajaba su arma iba a matar al sargento.

La agente bajó su arma y el agresor se dio a la fuga, cubriendo su escape a los tiros. En esa circunstancia fue que la menor Elisa T., una piba de 14 años que lavaba la ropa en el patio de su casa y se asomó por un tapial para ver lo que ocurría, fue impactada por un plomo que le ingresó por la garganta y se alojó en el esófago, por lo que estuvo internada largo tiempo en el Hospital de Emergencias.

En tanto, el sargento Sotelo quedó tirado en un zanjón, donde falleció instantes después producto de varios impactos de bala.

Por su parte, su compañero Fabián Vassano recibió un tiro en el abdomen que salió por la espalda cuando intentaba asistir a su compañero.

Esa misma tarde, la Policía rastrilló los barrios Toba y La Lagunita en la búsqueda de los autores del crimen de su compañero. Alfredo Patricio Rojas fue detenido ese día, cuando salía de su casa rengueando.

Al ser interrogado, los pesquisas notaron que se había bañado y curado unas heridas en el cuerpo, que resultaron ser impactos de bala, uno en el cuero cabelludo, otro en la espalda (un roce) y el tercero en el glúteo derecho con salida en el izquierdo, por lo que fue derivado a un centro asistencial, donde fue alojado con custodia policial.

Cristian Leonardo López, en tanto, fue apresado cuatro días después en una vivienda de barrio La Lagunita, ubicado a pocos metros de donde ocurrió la balacera. También rengueaba al momento de su arresto, pero era porque se estaba recuperando de una lesión anterior.

Ambos fueron reconocidos tiempo después por la mujer policía que acompañaba a Vassano y a Sotelo y también por la menor que resultó herida, quien instantes antes había logrado ver las caras de los dos autores del asesinato.

Tiempo después, Rojas y López fueron procesados por la jueza de Instrucción María Luisa Pérez Vara, y luego la fiscal Nº 11, Graciela Argüelles, elevó la causa a juicio, solicitando para el primero 27 años de prisión por ser reincidente y 18 para su cómplice.

Esta semana, el juez de Sentencia 4ª, Julio Kesuani, condenó a Patricio Alfredo Rojas, de 28 años, a la pena de 23 años de prisión tras ser hallado culpable de homicidio agravado por el uso de arma de fuego y lesiones calificadas.

Pero como días después del hecho fue condenado a tres años de prisión efectiva por amenazas, la pena se unificó en 25 años de cumplimiento efectivo y lo declaró reincidente.

El otro responsable del crimen fue Cristian Leonardo López, quien fue condenado a 13 años de cárcel como partícipe primario de homicidio agravado por el empleo de arma de fuego y lesiones graves calificadas.

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