Especialista en antologías que reflexiona de manera humorística sobre el sentido de la matemática, el catedrático español Claudi Alsina ofrece en su nueva obra, Asesinatos matemáticos, un repaso por errores frecuentes vinculados a la utilización cotidiana de esta disciplina.
En la obra Alsina ofrece un recorrido por disparates de diversa procedencia, desde algunos clásicos ya consignados en libros y artículos periodísticos de vieja data hasta los más novedosos extraídos de páginas web y programas de televisión.
En algunos casos estos errores responden a meras distracciones –algunas de ellas con trágicas consecuencias–, aunque en la mayoría son una muestra de la compleja relación que mantiene gran parte de la sociedad con la matemática y la lógica.
La definición de la vida como “una enfermedad de transmisión sexual con un ciento por ciento de mortalidad”, el engaño generalizado que supone etiquetar los productos como “light” o alguno de sus sinónimos, los errores en los cálculos de porcentajes, el manejo de datos estadísticos y el (mal) uso de gráficos, son algunos de los hallazgos que detalla el catedrático.
Tampoco los personajes públicos son ajenos al rastreo de Alsina, que dedica un párrafo al ex presidente norteamericano George W. Bush, quien en pleno ejercicio del cargo llegó a decir “la gran mayoría de nuestras importaciones vienen de fuera del país”.
Este catedrático de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona alerta también sobre errores clásicos, como traducir el “billion” norteamericano por “un billón” –cuando lo correcto sería decir “mil millones o un millardo”– o añadir la palabra millones a cifras que ya los representan, generando magnitudes exorbitantes.
Asesinatos matemáticos se ocupa también de mitos o hallazgos surgidos a partir de ciertas equivocaciones, como la falla en la transcripción de un estudio de principios del siglo XX sobre la cantidad de hierro presente en las espinacas, que contribuyó a extender el mito de la gran energía que aportaban al cuerpo y terminaron inspirando en 1929 al personaje de Popeye.
Un error trascendente para al curso de la historia americana fue el que hizo creer a Cristóbal Colón que llegaría a las Indias navegando “135 grados de circunferencia” hacia el oeste, cuando en realidad terminó desembarcando en América.
El investigador, nacido en 1952, realiza también una autocrítica del mundo científico, en el que se pondera excesivamente la cantidad de artículos publicados, y donde se da la paradoja de que un trabajo que contiene un error y al que sucede otro del mismo autor con la corrección cuenta como dos publicaciones, mientras un trabajo totalmente correcto sólo computa una vez.
“A pesar de las numerosas guerras que están en marcha, la gente de historia dice que «la historia sirve para no volver a repetir errores». Yo confío en que advirtiendo muchos de los errores elementales que trufan nuestra vida, todos podemos evitar errores nuevos y, sobre todo, no repetir disparates viejos”, apunta Alsina.
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