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Diversidad: fuera de la iglesia

El Arzobispado de Córdoba comunicó a los fieles que expulsó al padre José Nicolás Alessio luego de haber sido suspendido por haberse declarado públicamente a favor del “matrimonio igualitario” y en apoyo de los gays cuando se debatía la ley.


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El Arzobispado de Córdoba comunicó ayer “a los fieles católicos” que José Nicolás Alessio fue excluido como sacerdote, luego de haber sido suspendido por apoyar públicamente el matrimonio igualitario. Además de eso, el sacerdote del grupo de Enrique Angelelli hace tres años había dicho que el obispo de Córdoba era fascista y Jorge Bergoglio, el actual papa Francisco, “de la Edad Media” (ver aparte).

“A los homosexuales se los ha discriminado, estigmatizado y tratado mal a lo largo de los siglos, como un grupo peligroso, desviado, de enfermos, de viciosos. Pero como para mí son simplemente seres humanos, tan normales como cualquiera de nosotros, me parece que había que defenderlos de estos ataques cargados de prejuicios”, había dicho el clérigo.

Ahora, según el comunicado del Arzobispado cordobés, Alessio –suspendido desde 2010– fue “penado con la dimisión del estado clerical”, lo que implica haber perdido “automáticamente los derechos propios del estado clerical”.

“Ya no está vinculado en adelante a las restantes obligaciones conexas”, explicó el vicario judicial padre Dante Eduardo Simón en un comunicado.

“Permanece excluido de todo el ejercicio del sagrado ministerio, de acuerdo a las normas que obligan a los presbíteros que han sido dimitidos”, agregó.

Alessio no se mostró sorprendido por la decisión e incluso admitió que se lo “esperaba”.

“Mi reflexión es que más de 30 años al servicio del pueblo de Dios no ha significado nada para la Iglesia católica. Bastó que opinara distinto al Arzobispado para que me echaran. Fue una opinión civil (sobre el matrimonio igualitario), sólo eso bastó para que prontamente haya una sanción”, sostuvo.

En declaraciones reproducidas por el portal del diario La Voz del Interior, el excluido sacerdote afirmó que seguirá “compartiendo los sacramentos como hasta ahora” y consideró que a los fieles “no les importan estas decisiones oficiales”.

“Si hago un bautismo o un casamiento me lo tendrán que reconocer porque no pueden borrar lo que soy: un sacerdote. Por más que a un médico lo despidan, sigue siendo médico”, reflexionó.

“Esta iglesia está más preocupada por quién se mete en la cama de los argentinos que por la mesa de los pobres”, había dicho Alessio a Perfil.com hace dos años, cuando se votaba la ley de “matrimonio igualitario”.

En esa oportunidad, el padre José calificó la prohibición de ejercer el sacerdocio, que lo inhabilita para dar misa, confesar y todo lo relacionado con su oficio, como “anti evangélica e irracional”, al tiempo que afirmó que el argumento del obispo de Córdoba, Carlos Ñáñez, es “fascista, retrógrado e incapaz de entender de diversidad”.

“Me sancionaron por pensar distinto. Así me lo anunció el obispo ayer, personalmente, al informarme que me iniciaba juicio y que mientras tanto no podía ejercer el ministerio (sacerdocio)”, contó el párroco. Y explicó que el obispo le indicó que tomaba la medida porque “no puedo decir públicamente qué es lo que pienso”.

El padre Alessio era cura de la parroquia San Cayetano, de Córdoba, y pertenece al grupo Enrique Angelelli (obispo de La Rioja que se presume asesinado durante la última dictadura militar por sus luchas sociales), del que participan unos 15 sacerdotes que se vienen pronunciando a favor del matrimonio homosexual. En esa época, Alessio había expresado que previamente a la salida de la ley del matrimonio igualitario, los sacerdotes fueron llamados de manera individual por el obispo Carlos José Ñáñez para ser advertidos personalmente para que se callaran la boca.

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