Alvaro Arellano
La dispersión de precios entre comercios de cercanía se suma a las dificultades que ocasiona la inflación. Los productos de la canasta básica en Rosario no solo presentan incrementos superiores a los de localidades cercanas, sino que incluso dentro de los límites de la ciudad hay distritos que duplican a otros cuando se elabora un valor promedio de alimentos básicos. Los precios en distrito norte, por ejemplo, duplican a los de zona sudoeste.
A través de un importante trabajo territorial, en el que relevaron precios en 250 comercios de cercanía en las localidades de Rosario, Santa Fe, Cañada de Gómez, Granadero Baigorria, Villa Gobernador Gálvez e Ibarlucea, el Instituto de Investigación Social, Económica y Política Ciudadana (Isepci), dirigido por Sofía Botto elaboró el Índice Barrial de Precios (IBP), que incluye ocho productos que forman parte del listado de los merenderos barriales.
Hace algunos días llevaron adelante la presentación del primer reporte mensual, del que también participó el concejal electo Leonardo Caruana, y donde dieron a conocer el indicador conformado por ocho productos (pan, harina, leche, azúcar, aceite, yerba, mermelada y arroz). La variación mensual de los mismos en la provincia de Santa Fe fue del 8,54% en el mes de octubre con respecto a septiembre. Un dato similar al que reportó el Indec a nivel nacional este lunes.
Pero el dato cambia rotundamente cuando se analiza exclusivamente la ciudad de Rosario. Es que según el informe del Isepci, cuando se analizó el mismo grupo de productos en la ciudad de Rosario la variación mensual fue del 15,99%, lo que muestra un incremento de los precios muy superior en la ciudad en relación el resto de las localidades analizadas.
Respecto a esta problemática, Sofía Botto sostuvo: “Cuando ponemos la lupa en Rosario, el dato de inflación es el doble. A su vez entre los distritos hay mucha diferencia. Eso nos habla de la dispersión de precios que hay en estos productos”.
La brecha entre los distintos barrios también es una particularidad que tiene el mapa comercial en Rosario. Si bien todos reportan un aumento promedio de productos básicos superior al porcentaje provincial, en algunos casos llega al 11% y en otros al 22%. Es decir que algunos distritos duplican a otros.
“Algo que nos cuentan es que entre un comercio y otro el pan está al doble de diferencia. Si nos preguntamos cuanto está el kg de harina vamos a decir distintos precios porque no hay precios de referencia. Eso dificulta la planificación”, evaluó la directora del Isepci.
El informe reveló que en el Distrito Norte y en el Distrito Centro se observa el mayor incremento de precios, con un porcentaje de aumento del 22,84% y del 18,15% del grupo de productos seleccionado, respectivamente. Luego le siguen los Distritos Sur, Oeste, Noroeste y Sudoeste, donde se observan incrementos menores que el promedio de la ciudad.
Otro dato relevante presente en las mediciones es la gran dispersión de precios de los productos seleccionados. En el análisis exhibieron las referencias de menor y mayor precio de cada producto en la provincia de Santa Fe.
“Existe una brecha de precios entre menor y mayor valor de un mismo producto muy importante, lo que atribuimos a la falta de control de precios que permite que en cada comercio oferte los productos a precios disímiles”, señalaron desde Isepci.
A su vez, elaboraron la misma tabla de precios de referencia pero con datos relevados solo en Rosario
El rol de los comedores
Desde el Isepci de la provincia de Santa Fe junto a Libres del Sur Territorial lanzaron este informe que se dará a conocer de manera mensual con el fin de dimensionar la labor de las organizaciones territoriales que garantizan alguna comida diaria en sus barrios. Más allá de destacar el soporte barrial, pidieron a los niveles Ejecutivos un mayor acompañamiento y aprovecharon para ratificar su apoyo al modelo político con la presencia del Estado de cara al balotaje.
A partir de los datos ven con preocupación cómo impacta el proceso inflacionario en los productos que forman parte de la Canasta Básica Alimentaria y, particularmente, aquellos que se utilizan más comúnmente en las meriendas comunitarias. El correlato es la dificultad de compra de esos productos por las familias y el consecuente aumento de personas que concurren a las instituciones comunitarias.
Al respecto, Leonardo Caruana manifestó: “Es clave conocer y tener el termómetro. Las organizaciones conocen lo que pasan en el territorio y tienen un rol clave. El camino a seguir es el fortalecimiento de las organizaciones. Estos resultados tienen que ser parte del proceso de toma de decisiones, tiene que incidir en los Ejecutivos”.
De acuerdo al informe, en agosto de este año en Rosario estaban funcionando unos 600 comedores comunitarios vinculados al Ministerio de Desarrollo Social de la provincia, según indicó la Dirección de Desarrollo Territorial provincial. Por otro lado, según la página oficial “Rosario Datos” de la Municipalidad de Rosario, en el año 2022 unas 245.206 personas fueron alcanzadas a través de las organizaciones sociales en el marco de las políticas alimentarias implementadas por el municipio.
Para finalizar, Caruana sintetizó: “En los barrios hoy conduce la especulación y un aumento de precios que impacta en los vecinos que van a buscar la merienda. En los 90 hubo una claudicación del estado, y ahí fue donde aparecieron las organizaciones. Por eso la conducción y los controles son clave para tener una dinámica diferente”.
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