En medio de un escándalo por supuestas coimas del Gobierno a diputados opositores, el arco duro del antikirchnerismo logró imponer su número en el recinto y devolver el Presupuesto 2011 a la instancia de comisión, por lo que retrocedió el debate del texto oficial en la Cámara baja.
La idea de mandar el Presupuesto de vuelta a las comisiones surgió de Proyecto Sur, luego de que la oposición fracasara en su intento de pasar a un cuarto intermedio en el debate hasta el próximo miércoles.
Antes de las 3:00, el diputado Claudio Lozano, pidió que se votara la vuelta del proyecto a comisiones, instancia que tuvo un resultado de 117 afirmativos a 112 negativos.
Esa votación se dio luego de que los distintos bloques opositores denunciaran “presiones” e intentos de sobornos de parte del Gobierno para sumar respaldos al Presupuesto 2011.
La líder de la Coalición Cívica, Elisa Carrió, subrayó que “hubo llamados” del jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, a distintos diputados de la oposición para avalar el Presupuesto.
“Voy a pedir una cuestión de privilegio para que la comisión de Asuntos Constitucionales investigue dónde están los diputados opositores que faltan”, reclamó Carrió.
En ese marco, el jefe del PRO, Federico Pinedo, -que tenía seis bajas en su bloque de once legisladores- afirmó: “Hay ausencias que no se pueden explicar”.
La diputada Cinthya Hotton dijo que recibió “llamados” en los que le ofrecieron “cosas”, en tanto que la radical por Santa Cruz, Elsa Álvarez también denunció intentos de sobornos y agregó: “Mi voto no se compra”.
“Estamos ante una fenomenal maniobra para evitar que se trate y se ponga en discusión el Presupuesto general de la Nación, queremos que se discuta, para eso hemos estamos más que un tiempo considerable”, se defendió Rossi.
Desde su banca, agregó: “Lo único que les decimos es que nos dejen gobernar. Somos conscientes de nuestro número, pero sabemos que existen formas de que el oficialismo tenga su presupuesto, si no lo quieren votar absténganse”.
Antes de la lluvia de denuncias, el jefe del bloque del Peronismo Federal, Felipe Solá, había pedido que se pasara a un cuarto intermedio hasta el próximo miércoles.
Una votación nominal arrojó 112 negativos a 109 positivos y 9 abstenciones, por lo que el oficialismo logró continuar con la discusión por un rato.
El debate del Presupuesto finalizó tras catorce horas de discusión, aunque ahora el proyecto deberá volver a las comisiones y luego regresar al recinto.
La jornada había arrancado ajetreada, con innumerables negociaciones entre la oposición, que no se ponía de acuerdo en bajar o no al recinto para dar quórum en la sesión especial que había pedido el kirchnerismo para las 12:30.
Finalmente, el autodenominado “Grupo A” se dividió y la UCR, el PRO, el GEN, el bloque Peronista de Graciela Camaño y el Partido Socialista decidieron sentarse en sus bancas, en tanto que el Peronismo Federal, la Coalición Cívica y Proyecto Sur se inclinaron por no dar quórum.
El apoyo de esos sectores opositores hizo que el FpV alcanzara sin problemas el número de 129 para arrancar el debate, con la exposición del titular de la comisión de Presupuesto y Hacienda, Gustavo Marconato.
La orden que había llegado desde la Casa Rosada había sido: “No modificar ni una coma”.
El encargado de explicar el dictamen de la minoría fue el opositor de la Coalición Cívica, Alfonso Prat Gay, que subrayó que en ese texto fue construido por 23 legisladores de la UCR, el Peronismo Federal, el GEN, el Frente Cívico de Córdoba y el PRO.
El tercer dictamen lo explicó Lozano, que cuestionó las propuestas del oficialismo y de la oposición.
Tras las divisiones y peleas que se registraron toda la jornada del miércoles y madrugada de este jueves, los bloques anti K finalmente lograron ponerse de acuerdo en devolver el proyecto de Presupuesto a comisión.
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