En una sesión accidentada, en la que hubo reproches cruzados entre las distintas bancadas, la Cámara de Diputados de la provincia aprobó con cambios el proyecto de presupuesto 2013 y devolvió el tema al Senado, que ahora podrá insistir con su propia media sanción –votada el 19 de diciembre del año pasado– o aceptar las modificaciones que introdujeron los diputados del Frente Progresista.
Apenas iniciada la sesión, cerca de las 16, la Cámara baja aprobó en general –y sin cambios– el dictamen que había emitido la Comisión de Asuntos Constitucionales. Para ello, la oposición habilitó el tratamiento sobre tablas y la bancada oficialista –con el apoyo de un diputado del PJ, Ricardo Olivera– votó en forma positiva. Los distintos sub-bloques del PJ y del PRO se abstuvieron mientras que los tres representantes de 100% Santafesino votaron en contra.
Luego se produjo un extenso debate en el que diferentes legisladores de la oposición cuestionaron al gobierno de Antonio Bonfatti por su política de gastos y remarcaron la voluntad política de habilitar el tratamiento del proyecto para no dejar sin presupuesto a la provincia, aunque sin dejar de criticar que, entre tanto, el Ejecutivo se manejó –y lo seguirá haciendo, al menos por una semana más– con el presupuesto de 2012 reconducido, lo que implica un cierto margen de discrecionalidad.
Tres horas insumió ese debate. Poco antes de las 19, cuando se iba a realizar la votación en particular, el diputado Julián Galdeano, del Frente Progresista, pidió introducir tres cambios en el texto que había girado el Senado. Allí comenzaron, una vez más, las acusaciones y las chicanas, pero igual el proyecto quedó sancionado con los votos del oficialismo, aunque esta vez sin el apoyo de Olivera.
Tres modificaciones introdujo el Frente Progresista: se cambió el artículo 3 para sumar partidas para las copas de leche que funcionan en todo el territorio provincial –a partir de la ampliación presupuestaria dispuesta por el gobierno–, se eliminó un fragmento del artículo 23 –el que disponía la creación de un Plan General de Fortalecimiento Institucional para el Senado con recursos a determinar por el Ejecutivo– y se modificó el artículo 46, que originalmente autorizaba a la provincia a emitir letras del Tesoro por un monto máximo de 250 millones de pesos, para llevar ese tope hasta 500 millones.
Sorprendidos por esos cambios introducidos a último momento, los referentes del PJ acusaron al oficialismo de demorar intencionalmente la sanción definitiva de la ley para, de ese modo, seguir manejándose con el presupuesto reconducido. Uno de los más ofendidos fue el propio Olivera, quien les reprochó a sus pares del oficialismo: “Me equivoqué cuando lo voté en general. Me sentí usado”.
El socialista Eduardo Di Pollina hizo la defensa de la estrategia del Frente Progresista. “Nadie quiere dormir el presupuesto”, les dijo a los diputados opositores. “Ustedes forzaron el tratamiento sobre tablas, nosotros queríamos esperar una semana más para tratar de lograr un acuerdo entre todos los sectores. Le recuerdo a la oposición que tiene la mayoría, nosotros somos sólo 15 diputados”.
Las explicaciones de Di Pollina no conformaron al PJ. Desde ese sector, Mario Lacava acusó al oficialismo de no colaborar “en nada” para que el presupuesto obtenga sanción definitiva mientras que su colega Héctor Acuña destacó la “modificación sustancial” que supone aumentar al doble “el endeudamiento de la provincia”, en alusión a la autorización para emitir letras. Ahora el tema deberá ser abordado por el Senado, que ayer no sesionó. El final es incierto.
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