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Diplomáticos y periodistas extranjeros dejan Tokio

Los periodistas de los principales medios alemanes y franceses iniciaron un lento pero persistente éxodo de la capital japonesa, asolada por los primeros indicios de radiación. Luego le siguieron los diplomáticos, quienes en algunos casos decidieron trasladar sus sedes a ciudades alejadas de la catástrofe.

La central de Fukushima en máxima alerta

Los periodistas de los principales medios alemanes y franceses iniciaron un lento pero persistente éxodo de la capital japonesa, asolada por los primeros indicios de radiación. Luego le siguieron los diplomáticos, quienes en algunos casos decidieron trasladar sus sedes a ciudades alejadas de la catástrofe.

El éxodo coincidió con un fuerte sismo de magnitud 6 que se produjo este martes al suroeste de Tokio, donde los edificios temblaron. El epicentro se situó en la provincia de Shizuoka, unos 120 km al suroeste de la capital japonesa, y cerca del monte Fuji, zona en la que se sintió más fuertemente el temblor de tierra, según indicó la Agencia de Meteorología japonesa. El hipocentro se situó a solamente 10 kilómetros de profundidad, precisó la agencia.

Las múltiples réplicas del terremoto del viernes en la zona en la región que se encuentran los reactores reavivan los temores. El gobierno admitió por primera vez que la radioactividad ya “es peligrosa para la salud”. Recomendó, por eso, evacuar a las personas que están en un radio de 30 kilómetros, a las que ya habían pedido encerrarse en sus viviendas.

Desde el viernes, la central de Fukushima 1, situada a sólo 250 kilómetros de Tokio, la megalópolis más importante del mundo con 35 millones de habitantes, suma nuevos accidentes. Tras el sismo de magnitud 9.0, los sistemas de enfriamiento fallaron en tres de los seis reactores de la central construida en los años 70 con tecnología francesa, a lo que se sumó una explosión de hidrógeno que provocó el incendio en el reactor 4.

Por su parte, varios medios alemanes están evacuando a sus periodistas de Tokio ante el peligro de la amenaza nuclear. El grupo ‘Radio France’, que incluye la radio pública francesa, también va a repatriar a casi todos sus periodistas en Japón según anuncia su dirección.

Los medios de comunicación se encuentran en una encrucijada: necesitan informar de primera mano de lo que está sucediendo en el país asiático tras el terremoto, el tsunami y la posterior crisis nuclear, pero no pueden exponer a sus periodistas a la radiactividad que desprende la planta atómica de Fukushima 1.

En Europa se han desatado todas las alarmas, por ello, los medios que han optado por mantener a sus empleados en Tokio, ensayan continuamente simulacros de evacuación.

Los corresponsales de la emisora pública alemana ‘ARD’ han sido trasladados de Tokio a Osaka, unos 500 kilómetros más al sur.

La corresponsal de la emisora en Pekín, enviada al país nipón, se ha marchado a Hokkaido y sólo algunos miembros del equipo permanecen en la capital japonesa. Pero si la situación empeora “es posible que se abandone completamente Japón”, confirmaron sus portavoces.

Los controles por la radioactividad se han endurecido

El canal privado de noticias ‘N24’ tiene en Tokio a su corresponsal en Rusia, Christoph Wanner, pero el periodista cuenta con una reserva de avión para que pueda abandonar el país cuando sea necesario. También tiene la posibilidad de partir hacia Osaka cuando lo considere conveniente, según indican portavoces en Berlín.

El grupo privado ‘RTL’ dispone de dos periodistas en Japón, uno de ellos en Osaka y el otro aún en Tokio pero a punto de partir a la misma ciudad. La emisora ya ha hecho regresar a Alemania a otros dos.

El corresponsal del prestigioso semanario ‘Der Spiegel’, Wieland Wagner, escribe desde el sur de Tokio y no regresará hasta que no haya desaparecido la amenaza atómica. El rotativo ya ha evacuado a varios de sus periodistas emplazados en Tokio.

El otro semanario más importante, ‘Focus’, ya no tiene a nadie en Japón. La corresponsal, casada con un japonés, tiene muchos contactos en el país asiático y puede trabajar desde Alemania, se indicó desde la redacción central en Múnich.

Por otra parte, el Ministerio de Exteriores de Austria decidió trasladar su embajada en Japón desde Tokio a Osaka, ante el aumento de los niveles de radiación atómica en la capital nipona en las últimas horas.

“Hemos decido trasladar la embajada de forma temporal a Osaka, donde ya hay un consulado”, explicó a Efe el portavoz de Exteriores, Peter Launsky-Tieffenthal. “Hace varios días ya pedimos a los ciudadanos austríacos que abandonaran el noreste de Japón y el área metropolitana de Tokio”, dijo el portavoz.

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