Últimas

Diego Rivera, un pintor comprometido

Por Rubén Alejandro Fraga.- Hace 55 años moría el notable muralista mexicano que plasmó obras de alto contenido social.


Hoy se cumplen 55 años de la muerte de Diego Rivera, el notable muralista mexicano que plasmó obras de alto contenido social en edificios públicos, principalmente en el centro histórico de la Ciudad de México.

Rivera, quien junto a José Clemente Orozco y David Alfaro Siqueiros llevó al muralismo a la categoría “artística”, cultivó otros estilos pictóricos y se relacionó con artistas europeos como Pablo Picasso y Vasily Kandinsky. Pasó del naturalismo al cubismo y más tarde al expresionismo, además de dedicarse a otras artes plásticas aparte de la pintura.

Ilustración: Facundo Vitiello.

También se solidarizó con la pobreza que existía en su país, como lo muestran muchos de sus retratos. Uno de los murales más característicos es Visión poética del pueblo mexicano (1923-1928), en las paredes de la Secretaría de Educación Pública de México. El inicio del muralismo se sitúa en 1921 con La Creación, que Rivera pintó en los muros de la Escuela Nacional Preparatoria en México DF. Desde entonces esta escuela se convirtió en el taller de la pintura mural. Rivera explicó así su obra: “Es el intento de ligar un gran pasado con lo que queremos que sea el futuro de México y de América”.

Las obras de los muralistas fueron fruto de los cambios sociales y políticos que sufrió México a causa de la revolución de 1910, y en ellas se representaron los orígenes y la historia completa del pueblo mexicano. Los muralistas, que establecieron un nuevo orden artístico en contra del “afrancesamiento”, son el equivalente cultural de los dirigentes armados que acabaron con el régimen de Porfirio Díaz.

Ateo y comprometido

José Diego María de la Concepción Juan Nepomuceno Estanislao de la Rivera y Barrientos Acosta y Rodríguez nació el 8 de diciembre de 1886 en la ciudad de Guanajuato, junto a su hermano gemelo, José Carlos María. Hijos de Diego Rivera y María Barrientos, dos maestros con ideas liberales, el destino no permitió que ambos hermanos crecieran juntos, ya que José Carlos murió al año y medio de haber nacido.

En 1891 nació María Rivera Barrientos, hermana de Diego.

El pequeño recibió el apodo de “el Ingeniero” debido a su interés por los objetos mecánicos. Su primer contacto con el arte popular mexicano, en la colección de una tía suya, le produjo una gran impresión.

A los tres años se hizo evidente su habilidad en el dibujo. También precozmente manifestó su carácter travieso y un ateísmo que conservaría casi toda su vida, como rechazando toda autoridad sobre su persona y su libre albedrío. La tradición familiar exigía que Diego siguiera la carrera militar, pero tampoco en esto transigió el joven, y los padres optaron por permitirle que, mientras estudiaba en el secundario durante el día, asistiera a la Escuela de Bellas Artes de San Carlos de noche. Allí fue alumno de reconocidos maestros, como Félix Parra, José María Velasco y Santiago Rebull, quienes le dieron los medios técnicos para poder plasmar su rico mundo interior y hacer del arte un oficio y un medio de vida. Conocer al caricaturista José Guadalupe Posada le añadió una nueva dimensión, al lograr que despertara en él una preocupación temática que ya no lo abandonaría.

En 1905, Rivera recibió una pensión del secretario mexicano de Educación y en 1907 recibió otra del gobernador de Veracruz que le permitió viajar a España e ingresar al taller de Eduardo Chicharro en Madrid. Hasta mediados 1916 alternó su residencia entre México, España y Francia, relacionándose con intelectuales como Alfonso Reyes Ochoa, Pablo Picasso y Ramón María del Valle Inclán. Ese mismo año nació un hijo con su primera esposa, la pintora rusa Angelina Beloff; hijo que moriría al año siguiente. En 1919 nació su hija con Marie Marevna Vorobev Stebelska, Marika Rivera Vorobev, a quien nunca reconocería pero sostendría económicamente.

En 1922 Rivera ingresó al Partido Comunista Mexicano y empezó a pintar sus murales en los edificios públicos de la Ciudad de México, influenciando con su arte el movimiento muralista mexicano y latinoamericano. Ese año se casó con Lupe Marín, la Gata Marín, una indígena. Tuvieron dos hijas: Lupe y Ruth. En 1928, Rivera se divorció y fue invitado a los festejos de los diez años de la Revolución Rusa en Moscú.

En 1929 contrajo terceras nupcias con la pintora Frida Kahlo, con quien viviría una relación tan apasionada como convulsionada. Durante los siguientes cuatro años realizó numerosas creaciones en Estados Unidos donde su temática comunista desató encendidas polémicas en la prensa.

En 1936 promovió la demanda de asilo de León Trotsky en México, que se concretó al año siguiente. Para 1940 Rivera ya se había distanciado del disidente ruso –a quien hospedó en su residencia junto a su esposa, Natalia Sedova– y se había divorciado de Frida Kahlo –quien habría tenido un fugaz romance con Trotsky–.

En 1950, Rivera ilustró Canto General de Pablo Neruda y en 1955 se casó con Emma Hurtado y viajó a la URSS para ser intervenido quirúrgicamente. Falleció el 24 de noviembre de 1957 en la Ciudad de México.

Comentarios