Edición Impresa

Díaz Bessone se deprimió y quiere evitar el juzgamiento

Por Luciano Couso.- El TOF 2 analiza mañana los peritajes efectuados sobre la salud del militar en la causa que lleva su nombre.

El Tribunal Oral Federal Nº 2 de Rosario decidirá mañana la continuidad del juicio oral por la causa Díaz Bessone, luego de recibir el jueves los informes de los peritos de la Corte Suprema de Justicia de la Nación que sostienen que el militar retirado “no se encuentra en condiciones psíquicas de estar en juicio”; y los elaborados por la querella que señalan: “Aun considerando el grado moderado de afectación cognitiva que plantea el escrito pericial oficial, entendemos que ese nivel de afectación no priva al periciado de su capacidad comprensiva para permanecer en el juicio”.

Durante la visita realizada por los tres peritos de parte provistos por la querella, el ex comandante del Segundo Cuerpo del Ejército durante la última dictadura Ramón Díaz Bessoner dijo que “olvida” el “pasado” y que sufre “depresión”, pero según su esposa sigue la diaria rutina de escribir en un papel el Padrenuestro y la Marcha de San Lorenzo. Así se desprende los peritajes a las que accedió El Ciudadano.

Cuando le preguntaron sobre la causa judicial en la que está imputado y procesado, dijo: “Nunca maté ni  torturé. Yo no cometí delito”. También ahondó en sus convicciones religiosas: “Soy católico profundo, confío en Dios”.

Por otra parte, el TOF 2 resolvió que la audiencia de mañana no se realice en su lugar habitual, en bulevar Oroño al 900, sino en el edificio de la Cámara Federal de Apelaciones de Entre Ríos al 435. El motivo del cambio, notificado a las partes el viernes, es que el nuevo sitio está mejor acondicionado para asistir a la teleconferencia en la que los peritos de la Corte darán detalles de su informe.

“En el edificio de Oroño ya han declarado por teleconferencia testigos que están en otras ciudades del mundo. No entendemos por qué el cambio de lugar y las nuevas dilaciones”, dijeron a este diario desde la agrupación Hijos, querellante en el juicio por el caso Díaz Bessone.

Tanto el resultado de los peritajes oficiales solicitados por el Tribunal a pedido de la defensa del general retirado Ramón Díaz Bessone, como el cambio de lugar para las audiencias, fueron repudiados por organismos de derechos humanos, quienes vienen pidiendo que se acelere la conclusión del juicio oral iniciado en julio de 2010.

Incluso, convocaron para mañana a la sede de la Cámara Federal de Apelaciones de Rosario, en Entre Ríos al 400, para seguir las alternativas de la teleconferencia y brindar apoyo a las víctimas y sobrevivientes del terrorismo de Estado.

Estado de salud

Ramón Genaro Díaz Bessone tiene 86 años. En los primeros años de la dictadura fue el titular del Comando del Segundo Cuerpo del Ejército, con sede en Rosario, que entonces estaba ubicado donde hoy se encuentra el Museo de la Memoria de la ciudad, en Córdoba y Moreno. Luego fue ministro de Planeamiento del presidente de facto, el entonces general Jorge Rafael Videla.

El 29 de octubre del año pasado sufrió un Accidente Cerebro Vascular (ACV) y el 3 de noviembre fue internado en el Hospital Militar Cosme Argerich. Dos meses más tarde, cuando fue dado de alta, quedó registrado en su historia clínica que “el paciente fue dado de alta con buena evolución, deambula con uso de asistencia, mejora su labilidad emocional”, según se lee en el peritaje encargado por la querella.

El abogado de Díaz Bessone, Gustavo Miño, pidió la semana pasada la suspensión de las audiencias del juicio por “falta de instrucciones” para llevar adelante su alegato e invocó “razones de salud” del imputado que le impiden impartirlas.

Los organismos defensores de los derechos humanos y las querellas creen que la estrategia de la defensa del represor consiste en intentar quitarlo del juicio, en el que también están imputados los ex policías rosarinos José Rubén Lo Fiego, Mario Marcote, José Carlos Scortechini y Ramón Vergara, y el civil acusado de complicidad con la represión Ricardo Miguel Chomicky. O, de mínima, dilatar el dictado de la sentencia.

Peritajes contradictorios

Los peritajes sobre el estado de salud de Díaz Bessone solicitados por el TOF 2 ante el pedido de la defensa del militar retirado se realizaron el jueves pasado en el departamento de Suipacha al 1100, donde cumple arresto domiciliario.

Por el Cuerpo Médico Forense de la Corte Suprema de Justicia de la Nación asistieron los doctores Esteban Toro Martínez y Celminia Guzmán, y la licenciada Mónica Herrán. Por la defensa de Díaz Bessone lo hicieron Néstor Estévez y Nicolás Fiore, mientras que en representación de las querellas estuvieron Oscar Pellegrini, Mauricio Moussalli y María Gisela Felibert.

De acuerdo con el informe oficial, “la marcha” del general retirado “es posible sin ayuda de terceros ni elementos de sostén”. Si bien “el paciente se presenta a la entrevista acorde a las circunstancias con aseo y cuidado personal”, el peritaje de la Corte dice que “la actitud es pasiva” y “su aspecto es depresivo”.

Como conclusión, el Cuerpo Médico Forense del máximo tribunal sostiene que “Ramón Genaro Díaz Bessone presenta un deterioro cognitivo moderado y un síndrome depresivo que debilitan su psiquismo”.

El cuerpo de médicos, cuestionado por su eficacia en otras causas judiciales como la de los hijos adoptivos de la propietaria de Clarín, Ernestina Herrera de Noble, señala que “desde el punto de vista psiquiátrico y psicológico, al momento del examen, no se encuentra en condiciones psíquicas de estar en juicio en audiencia de debate”.

El informe presentado al TOF 2 por los peritos de la querella coincide con el de la Corte Suprema en considerar “el grado moderado de afectación cognitiva” que sufre Díaz Bessone, pero sin embargo agrega: “Entendemos que ese nivel de afectación no priva al periciado de su capacidad comprensiva para permanecer en el juicio”.

Según se lee en el documento, al momento de la entrevista “se dirigió deambulando autónomamente hacia el living comedor y se sentó en la mesa” del departamento donde cumple prisión domiciliaria.

Ante la pregunta del perito Martínez sobre “cómo se siente”, el militar retirado respondió: “Ahogo, confusión, perturbación”. En cuanto a su estado de ánimo dijo que se siente “mal, decaído” y que olvida “nombres, medicinas, el pasado”.

Al leer el informe, los organismos de derechos humanos locales señalaron que Díaz Bessone “hace teatro” en consonancia con su estrategia defensiva de eludir el accionar de la Justicia.

Cuando se le pregunta por la causa judicial que afronta, recuerda el pasado a su manera. “Nunca maté ni torturé”, dirá ante los peritos.

“No me interesa”, fue la respuesta de Díaz Bessone al ser consultado sobre la acusación que pesa sobre él en el expediente federal. El documento afirma que el imputado “ubica que fue visitado por un juez la semana pasada” y cuando el perito “le pregunta si tiene abogado éste responde que sí”.

“Ante la intervención de su mujer –continúa el informe–, quien dice que le lee el diario y que el señor Díaz Bessone reza y escribe el Padrenuestro y la Marcha de San Lorenzo, el perito le solicita que escriba algo de esa marcha y el evaluado con cierta dificultad motriz escribe: «Febo asoma ya sus rayos»”.

También sostiene el informe que “pudo leer todo lo que se le presentó en los test” y concluye que “ante las fallas evocativas respecto de la repetición de algunas palabras entendemos que el examinado recuerda algunas y luego claudica en su interés de completar la prueba. Surge una inercia, un agotamiento de la voluntad, que si bien tiene por resultado ciertas fallas evocativas, no menoscaban su capacidad de comprender en todo lo que se le pregunta y en particular respecto de su situación procesal”.

Comentarios

10