Policiales

La apresaron en una plaza céntrica

Detuvieron en San Nicolás a Pato Schneider, una rosarina enfrentada a la banda Los Monos

Ana María “Pato” Schneider era buscada por la policía santafesina desde junio de 2017 bajo la sospecha de haber participado del crimen de Petrona Isabel “Chabela” Cantero, una de las hermanas del fundador de Los Monos, Ariel Máximo “Viejo” Cantero


La casa de la familia Schneider fue incendiada tras el crimen de Chabela Cantero. Foto archivo: José Luis García

Ana María “Pato” Schneider era buscada por la Policía santafesina desde junio de 2017 bajo la sospecha de haber participado del crimen de Petrona Isabel “Chabela” Cantero, una de las hermanas del fundador de Los Monos, Ariel Máximo “Viejo” Cantero. Los investigadores sabían que la mujer se aguantaba en la ciudad bonaerense de San Nicolás, donde en febrero pasado logró escabullirse de los uniformados horas después de que acribillaran a su hija Soledad en un ataque que supuestamente la tenía por destinataria a ella. Por eso el pedido de detención se extendió a la vecina provincia y en el mediodía de ayer en una plaza del macrocentro nicoleño policías locales la apresaron.

En las próximas horas Pato Schneider será trasladada a Rosario para ser puesta a disposición de la fiscal Georgina Pairola, quien la imputará por el asesinato que derivó en una saga de venganzas letales.

El 16 de junio de 2017 Chabela Cantero, de 56 años, caminaba junto a su nieta Luisana, quien entonces tenía 16 años, mientras que su hija Juliana Maldonado, de 22 años, y Micaela Salcedo, de 23, las acompañaban a bordo de una moto a paso de hombre por la vereda de calle España y Lirio, en el corazón del barrio Las Flores.

Eran las 12.30 cuando los vecinos vieron que Pato Schneider salió de su casa y se abalanzó contra la moto, empujando a sus jóvenes ocupantes a la calle.

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Chabela recibió varios disparos y murió cuando era trasladada al Hospital Roque Sáenz Peña. Luisana fue alcanzada por un balazo en el cráneo del cual sobrevivió pero quedó ciega. Juliana sólo fue afectada por un fuerte golpe en la cabeza y Micaela, que estaba embarazada, fue herida de bala en una pierna.

Entonces se atribuyó el crimen a un conflicto histórico entre las familias Cantero y Schneider, ambas radicadas en Las Flores desde hace añares y hasta con ciertos vínculos parentales, ya que el Viejo Cantero estuvo en pareja con una hermana de Pato Schneider, con quien tuvo hijos, entre ellos Alexis “Tartita” Schneider, condenado el año pasado a 18 años de prisión por el asesinato de Débora Natalia Fernández, cometido en 2020 y orquestado desde la Unidad Penal 11 de Piñero.

La bronca por los días del crimen de Chabela se había tornado más violenta, con intercambio de tiros incluidos. El motivo no estaba claro. Algún vecino deslizó que “los pibes de Chabela” vendían droga desde hacía mucho y que los pibes de los Schneider también querían hacerlo y eso fue motivo de una escalada en el enfrentamiento. En tanto, allegados a la víctima contaron que los cruces se habían originado por el robo de caballos. 

Lo cierto es que Pato junto a sus hijas y las respectivas parejas e hijos, fueron rescatados por policías mientras les quemaban la vivienda de España al 7100, donde también funcionaba un almacén. Si bien, Ana María y sus hijas María Soledad y María de los Ángeles y su yerno Sergio David “Nango” Díaz, fueron demorados luego fueron liberados sin llegar a audiencia imputativa.

Por error

No obstante, el avance de la investigación puso como autores de los disparos a Ana María Schneider y su hijo Jonatan, a quienes desde entonces se les perdió el rastro hasta febrero pasado cuando en un barrio de San Nicolás, un grupo de varones entró al grito de “Policía” a la casa de una de las hijas de la mujer, María Soledad Schneider, de 39 años, y la asesinó a sangre fría. Los investigadores presumen que la destinataria de los plomos no era ella sino su madre, Pato.

Fuentes judiciales habían informado que la madrugada de ese sábado, María Soledad se encontraba junto a su pareja y sus hijos en su casa de Segundo García al 1200 del barrio Virgen de Luján, de la localidad bonaerense de San Nicolás. Al grito de “policía”, sus asesinos entraron a la vivienda con prepotencia y ejecutaron a la mujer de 39 años de un balazo en la cabeza, frente a su familia.

Luego, los agresores escaparon del lugar mientras que Schneider fue trasladada al hospital San Felipe, donde murió como consecuencia de las lesiones sufridas.

El hecho fue investigado por la fiscal Franca Padulo, a cargo de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI) 2 del Departamento Judicial San Nicolás.

Una de las hipótesis del crimen es que haya sido otro ajuste de cuentas por el asesinato de Chabela en 2017, venganza que ya se cobró otras seis vidas de personas vinculadas a la familia Schneider. En el marco de esa línea investigativa, la destinataria de los plomos no era María Soledad sino su madre, Ana María, alias Pato, de quien los pesquisas estipulan estaba en un vivienda lindera cuando mataron a su hija y luego del violento episodio abandonó la casa y la ciudad.

Saga de venganza

El 13 de julio de 2017, Gustavo Díaz, de 40 años, fue asesinado de un balazo en el tórax cuando un desconocido se asomó por una de las ventanas de su casa y abrió fuego en Uriburu al 300 bis. Las detonaciones también dejaron a su hijo de 10 con un impacto en el glúteo.

De acuerdo con la investigación, hacía minutos que Sergio David Díaz –conocido como Nango y a quien le quemaron su casa de España al 7100 tras el crimen de Chabela– se había ido de la casa de su hermano. Según contó la viuda, Nango buscó refugio cuando lo señalaron como uno de los autores del crimen. La Justicia no lo entendió de esa manera y lo dejó en libertad, aunque continuó bajo investigación al igual que Pato hija, María de los Ángeles mientras que la madre Ana María “Pato” Schneider tenía pedido de captura.

El clima de tensión en la zona sur pareció calmarse hasta la noche del sábado 22 de julio de 2017 alrededor de las 23 cuando José Luis “Chino” Schneider, de 40 años y hermano de la principal sospechosa, fue baleado por dos agresores y recibió un disparo en la nuca en la esquina de Guaria Morada y Petunia. La víctima agonizó quince días hasta el domingo 6 de agosto, cuando los médicos del Heca anunciaron que había fallecido.

El 16 de enero de 2018 cerca de las 20, Nango Díaz, de 37 años, fue muerto a tiros por los ocupantes de un auto cuando iba en bicicleta por Colectora y Nogués, cerca del club General Paz de Villa Gobernador Gálvez.

La saga de violencia continuó y se cobró su quinta víctima el 5 de julio de 2018 detrás del Mercado de Concentración de Fisherton. Juan Carlos Schneider, de 42 años y hermano de Chino, fue asesinado a tiros por dos pibes en su casa de Magaldi al 9800. Pasaron casi cuatro años y la sexta víctima fue María Soledad Schneider.

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