Policiales

Narcotráfico a gran escala

Detuvieron a uno de los seis argentinos más buscados en Bolivia

Se trata de un hombre de 58 años y oriundo de Jujuy, quien tenía captura internacional por estar señalado en una causa donde secuestraron 400 kilos de cocaína en 2013. Para los pesquisas, el detenido enviaba la droga por avionetas desde Bolivia a Buenos Aires desde donde partía a Europa


El jujeño José Miguel Farfán, conocido como el Chapo Guzmán del cono sur, fue detenido este miércoles, ya que está acusado de ingresar al menos 400 kilos de cocaína al país en avionetas provenientes de Bolivia. Lo atraparon en la ciudad boliviana de Santa Cruz de la Sierra. El hombre de 58 años estaba prófugo desde 2015 y era uno de los seis más buscados del país por narcotráfico y coimas a jueces.

De acuerdo con fuentes policiales, la captura se concretó este miércoles alrededor de las 17 tras una investigación coordinada entre la Policía de Bolivia y la Gendarmería Nacional Argentina (GNA). Este operativo fue celebrado por la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, quien sostuvo en su cuenta de Twitter que a Farfán le decían “El Chapo Guzmán” del cono sur.

Por su parte, el ministro de Gobierno boliviano, Carlos Romero, explicó en una conferencia de prensa que la detención de Farfán, bautizada “Operación Luna Rosa”, se logró “luego del cotejo de datos y comunicaciones del entorno familiar” del prófugo.  “Está clasificado entre los seis más buscados por la Justicia argentina”, detalló el mandatario sobre quien estaba prófugo desde 2015 y era buscado por Interpol.

“Quiero hacer notar que esta persona ha abandonado de forma irregular la República Argentina, no registra salida migratoria, ni tampoco registra ingreso legal en Bolivia. Sí ha obtenido dos cédulas de identidad y fraguado los datos, pero quiero destacar los dispositivos de la Policía de Bolivia, que han funcionado muy bien”, agregó el funcionario.

Según la investigación, Farfán, oriundo de la ciudad jujeña Libertador General San Martín, decía que era agricultor y tenía domicilios en la localidad salteña de Apolinario Saravia y en la capital tucumana.

Las fuentes agregaron que la investigación determinó que ingresó Bolivia con una identidad falsa donde decía que su identidad era Miguel Ángel Zalasar Yabi y se dedicaba a mandar cocaína en avionetas a la Argentina. Los pesquisas determinaron que tenía una vida lujosa ya que vivía en una mansión y se paseaba a bordo de una camioneta Hummer.

Sus relaciones con jueces

Farfán tuvo una estrecha relación con el ex juez Ejecución Penal, quien terminó condenado por aceptar coimas. Se trata del ex magistrado José Antonio Solá Torino, quien fue sentenciado  en abril de 2016 a 6 años de prisión como autor del delito de cohecho pasivo y se le aplicó una multa de 90.000 pesos.

En el expediente figura, una serie de escuchas realizadas por la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) donde Solá Torino le llegó a pedir hasta 50 mil pesos y un auto para destrabar el pedido de captura del narco que pretendía viajar a España con una gran cantidad de cocaína.

En el mismo fallo, el Tribunal Oral Federal de Salta condenó a otros tres acusados, mientras que Farfán fue declarado en rebeldía, ya que estaba prófugo y no se sometió al proceso.

En las escuchas, Farfán y el resto de la banda conversaban sobre las gestiones realizadas ante un tal Toto o Gordo, como se apodaba al juez para dejar sin efecto la orden de captura que recaía sobre el primero. En una comunicación, Farfán manifestó que estaba cansado de las distintas exigencias del tal Toto y lo identificó como Solá Torino, a quien dijo que le había pagado para el levantamiento de su captura.

Por ese tiempo, el  jujeño tenía una condena de cinco años de prisión de 1999, cuando fue enviado a la cárcel, pero luego se fugó en 2003, cuando no regresó de una salida transitoria y ahí habría pagado la coima. En 2009, fue recapturado y comenzó a gozar del beneficio de la excarcelación hasta que no se presentó a declarar en el juicio a Solá Torino, por lo que nuevamente quedó en calidad de prófugo hasta que se conoció la estrecha relación que tenía con el ex juez federal de Orán (Salta), Raúl Reynoso.

Esta causa se remonta a septiembre de 2013 cuando las fuerzas federales se incautaron de 400 kilos cocaína en Salta y desbarataron parte de la organización dedicada al transporte de droga a través de aeronaves. Para los investigadores, el líder de la banda era Farfán, quien fue apresado por Gendarmería en 2014. Ese día, los uniformados consultaron con el juez Reynoso, el cual –para su sorpresa– dispuso la libertad del detenido.

El magistrado Reynoso fue apresado en 2015 y está en el banquillo de los acusados en un juicio oral por aceptar coimas de narcos y por el que la Fiscalía solicitó una pena de 25 años de cárcel. Desde ese momento, Farfán se quedó en su mansión de Santa Cruz de la Sierra y no volvió al país.

Para este último expediente, el jujeño era el jefe de una organización que por un lado, traficaba cocaína en aviones que entraban en forma clandestina al país desde Bolivia. Y por otro, el resto de los integrantes se encargaban de preparar la droga en Buenos Aires para enviarla a Europa.

El gobierno nacional había ofrecido el año pasado 500.000 pesos de recompensa para quien diera datos sobre su paradero.

 

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