Un joven de 19 años quedó detenido sospechado de haber participado en el crimen del taxista Mario Esusy, ocurrido en la madrugada del jueves pasado y cuando iba a tomar un viaje solicitado por radio llamada en la cuadra de Casilda al 2000. El muchacho fue apresado este sábado por la mañana al cabo de una serie de allanamientos realizados por el personal de la División Homicidios de la Policía de Investigaciones (PDI) en la zona noroeste. Este lunes a las 15 será la audiencia imputativa donde se conocerán las pruebas que lo vinculan a la causa, explicaron voceros judiciales.
El operativo para dar con uno de los sospechosos del asesinato comenzó alrededor de las 7 de este sábado en el Fonavi ubicado detrás de la Cooperativa Cotar, en la zona noroeste de Rosario. El detenido fue identificado como Ignacio Damián P., de 19 años, a quien conocen como Nacho.
La oficina de prensa de la Fiscalía regional indicó que hubo elementos e indicios que en principio relacionan al apresado como partícipe del hecho que terminó con la muerte del trabajador de 61 años en Casilda al 2000, casi esquina Formosa, también en el noroeste.
Multitudinario adiós a Mario Esusy, el taxista asesinado en intento de robo
Esusy había llegado al lugar pasada la 1.30 del jueves pasado y esperaba a pasajeros que habían reservado el viaje a través de la radio del servicio. El fiscal de la Unidad de Homicidios Adrián Spelta dijo poco después sobre el hecho: “Estas personas (por los agresores) al no poder concretar una entradera, intentaron robar al taxista, quien recibió un disparo que terminó en su fallecimiento”.
Un testigo de identidad reservada entrevistado por los investigadores informó que caminaba por esa zona cuando escuchó una detonación. Vio entonces –dijo– un taxi acelerar y a tres hombres en una motocicleta tipo Honda Twister roja huir.
Otras averiguaciones permitieron establecer que, minutos antes, los presuntos autores del asesinato habían intentado un robarle a dos hombres en cortada Madryn al 117, pero las víctimas alcanzaron a encerrarse en el domicilio. El trío quiso ingresar a la vivienda, y alguno de sus integrantes disparó sobre el portón de la casa aunque no hirió a nadie. Los mismos datos apuntaron a que los tres ocupantes de la moto se dirigieron entonces hacia calle Casilda.
Los investigadores suponen que, tras el primer robo fallido, intentaron –“al voleo”– asaltar al taxista.
El viernes pasado, el personal de Comando Radioeléctrico había detenido a una persona por su supuesta relación con el crimen, pero quedó en libertad al no encontrarse elementos que lo vinculen con el caso.
El operativo de este sábado estuvo a cargo del personal de la División Homicidios de la PDI, a cargo de Diego Sánchez. En el domicilio donde detuvieron a Nacho secuestraron un arma de fuego calibre 22, varias municiones y tres celulares. Todo ese material fue enviado a peritaje.
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La fiscal Marisol Fabbro ordenó que Nacho continúe detenido e incomunicado hasta este lunes a las 15 cuando se llevará adelante la audiencia imputativa. “El rol del detenido en el hecho se reserva para la audiencia. Hay medidas en curso y la fiscal está a la espera de resultados”, describieron los voceros judiciales.
La autopsia realizada al taxista en el Instituto Médico Legal (IML) determinó que tenía un golpe en la cabeza del lado izquierdo, lo que habilita la hipótesis de un intento de forcejeo o de ataque físico por parte de los homicidas. Ante el intento de huida de Esusy, reconstruyeron los investigadores, se produjo el disparo y la muerte.
Spelta señaló que el taxista “recibió un solo disparo que ingresó de izquierda a derecha en posición recta, con una leve inclinación de arriba hacia abajo. Las lesiones dan cuenta de que intentó huir y también que trató de defenderse infructuosamente con el brazo. El proyectil, luego de atravesar el brazo, ingresó en el cuerpo a la altura del tórax”. Explicó el fiscal para agregar que ordenó el cotejo de la vaina servida calibre 9 milímetros y el proyectil que se encontró en la escena del taxista con la vaina servida del mismo calibre que incautaron en el frente de la casa baleada tras la entradera frustrada para determinar si pertenecen a la misma pistola.
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