Policiales

Es el sexto arrestado

Detienen a otro sospechoso del crimen del niño Máximo Jerez durante una balacera

Es por el hecho ocurrido en marzo en el que también hirieron a otros tres menores


Un joven de 25 años fue detenido en las últimas horas como sospechoso del crimen del Máximo “Maxi” Jerez, el niño de 11 años asesinado en marzo pasado en una balacera, hecho por el cual hay otros cinco apresados, informaron este martes fuentes policiales y judiciales.

Se trata de un joven identificado como Nicolás T. (25), quien según la investigación a cargo del fiscal Adrián Spelta habría participado del asesinato cometido el 5 de marzo pasado durante una balacera contra un puesto de drogas en la que además quedaron heridos otros tres menores de edad.

De acuerdo a lo adelantado a Télam por voceros del Ministerio Público Fiscal, Nicolás T., quien fue localizado en una vivienda de Juan B. Justo al 2100, del barrio Empalme Graneros, será imputado el jueves próximo por los delitos de “homicidio e intento de homicidio” y el fiscal pedirá su prisión preventiva.

Se trata del sexto detenido en el marco de la causa en la que otras cinco personas fueron imputadas el 14 de marzo pasado. Los hermanos Oscar y Nicolás Castillo de 24 y 25 años, respectivamente, son quienes quedaron con prisión preventiva acusados de homicidio e intento de homicidio.

En tanto, una mujer identificada como Alejandra Rodríguez (50) y sus hijos, Gustavo Borda (22) y Esteban Marengo (30), fueron imputados por encubrimiento agravado y también están con prisión preventiva.

Según la hipótesis del fiscal, Nicolás T. era uno de los presuntos sicarios que ocupaban la camioneta Honda Civic desde donde salieron los disparos dirigidos a un búnker de la banda conocida en el barrio Los Pumitas como la de “Los Salteños”.

Pero esas balas alcanzaron al niño Jerez, que estaba sentado junto otros chicos menores tomando una gaseosa en el kiosco lindero.

El asesinato de Jerez provocó la furia de familiares y vecinos, quienes se alzaron y derrumbaron a mazazos esa vivienda señalada por los residentes del barrio como un punto de acopio y venta de drogas al menudeo.

A partir de ese hecho, el barrio Los Pumitas, en el extremo norte de la ciudad, es custodiado por fuerzas federales de seguridad que desembarcaron en Rosario días después del crimen del menor que pertenecía a la comunidad Qom.

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