Nuevamente, los barras son noticia por un hecho de violencia. Esta vez los protagonistas fueron los integrantes de la barrabrava de Vélez, que se enfrentaron anoche en la confitería central de la sede del club de Liniers, ubicada en Juan B. Justo 9200. Hubo piedrazos, tiros, peleas de puño y varios destrozos. La policía no tiene una hipótesis concreta todavía pero habría sido un enfrentamiento por el liderazgo de la barra. Aparentemente hay un herido, pero no hay detenidos.
La versión que trascendió es que los supuestos hinchas del club de Liniers estaban jugando un partido de fútbol en el club, ya que la mayoría de estas personas siempre son socios, y luego se juntaron a comer en la confitería allí en la sede. A medida que fue aumentando el grado de alcohol y las cargadas iban subiendo de tenor, ambos bandos comenzaron a propinarse insultos y todo terminó en una gresca general.
Alguien habría utilizado un teléfono para solicitar apoyo externo, por lo que un grupo de hinchas llegó en pocos minutos en una camioneta, en la que traían armas de fuego, cuchillos y piedras, por lo que todo terminó peor. Cuando los dirigentes se enteraron de lo sucedido fueron hacia la sede del club, pero cuando llegaron los barras ya se habían ido por lo que no pudieron identificar a nadie.
El motivo que maneja la policía es una pelea por la venta de entradas, pero los dirigentes se encargaron de desmentir rápidamente. Según allegados al club sostienen que habría sido una interna entre las dos barras que hay en el club, que se están disputando el liderazgo de la tribuna.
Habría un antecedente de estas peleas, unos meses atrás, por los viajes para el mundial, en el cual un grupo selecto de barras viajó a Sudáfrica, dejando gran parte afuera del viaje. El resentimiento por aquel suceso, también habría sido uno de los detonantes para esta pelea.
Fernando Raffaini, el presidente de Vélez, afirmó que ni bien se enteró de lo sucedido llamaron a la policía e hicieron la denuncia correspondiente. En cuanto al herido dijo: “La policía me dijo que había una persona lastimada como consecuencia de la rotura de vidrios”.
Además agregó: “Desconozco la razón de esta pelea pero estos muchachos siempre restan, en todos los clubes pasa lo mismo, tenemos que lidiar contra este flagelo”. Por último aclaró que “los que vinieron de afuera son los que originan el problema”, que esa gente “no son hinchas” y que “en la sede no hay rastros de armas de fuego”.
En tanto, y a pocos metros del lugar, esta mañana comenzó la venta de entradas para los hinchas de Vélez, con miras al encuentro del domingo frente a All Boys.
Para ese partido, considerado de alto riesgo por la vieja rivalidad entre las hinchadas, los simpatizantes de Liniers apenas tendrán 2.000 localidades.
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