“Con la seguridad no se jode, no se juega”, afirmó el ministro de Seguridad Raúl Lamberto. Además, quiso desestimar polémicas con funcionarios de otros partidos al aclarar en declaraciones radiales que siempre está dispuesto al diálogo y que lo que se necesita es trabajo conjunto, políticas coordinadas. “Es una situación preocupante y compleja. Hay una gran voluntad política de cambio desde este gobierno”, dijo.
En referencia a los hechos de violencia y vandalismo que sufrió un local oficial de Newell’s y distintas sedes de Central, consideró que el fútbol es uno de los ámbitos en los que se viven altos niveles de violencia. “Es lamentable”, expresó, al tiempo que pidió que se pueda disfrutar de “un evento deportivo de alta calidad”.
Por su parte, el secretario de Seguridad Matías Drivet se mostró preocupado por los sucesos violentos en instituciones leprosas y canallas. “Hechos de estas características no ayudan a la celebración de la fiesta que debería ser el clásico”, dijo en declaraciones a Radio 2.
Sin embargo, confirmó que los partidos no serán suspendidos. “Vamos a hacer todos los esfuerzos que estén a nuestro alcance para que los partidos se desarrollen con normalidad”, dijo Drivet.
Además, el funcionario calificó a los que protagonizaron destrozos como “vándalos” y dijo que es necesario que sean detenidos. “No soy partidario de tomar decisiones en función de cuatro vándalos que incendiaron o violentaron sedes de los clubes. Hay que evitar que este tipo de inadaptados nos hagan tomar decisiones”, concluyó.
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