Luego de tres semanas de tensión, la Justicia ordenó el desalojo del terreno privado ubicado en Circunvalación y Maradona que había sido tomado por un grupo de familias. En un operativo organizado en conjunto por personal del Control Urbano de la Municipalidad, Orden Público, Brigada Aérea y Gendarmería, se derrumbaron con una topadora las casillas de chapa y madera que se habían construido. Algunas personas que se encontraban allí denunciaron agresiones por parte de los agentes de seguridad y hasta amenazaron con volver a tomar el lugar.
La liberación del predio de la zona sudoeste de la ciudad se produjo pasadas las 8 de la mañana, cuando los agentes de seguridad se hicieron presentes para comunicarles a las personas que allí se encontraban que debían desistir en su actitud ya que había vencido el período de gracia otorgado por la Justicia para abandonar el lugar pacíficamente. “En las primeras horas de la mañana se llevaron a cabo las medidas del desalojo dispuestas por el juez que interviene en la causa. Se derrumbaron todas las casas precarias que se construyeron en el lugar”, contó a El Ciudadano el comisario inspector Héctor Gamboa, responsable del operativo.
De acuerdo a una disposición tomada por el juez de Instrucción de la 9ª Nominación de los Tribunales Provinciales de Rosario, el miércoles pasado venció el plazo otorgado para la liberación del lugar en cuestión, donde funciona un negocio de alquiler de canchas de fútbol. No obstante, las familias hicieron oídos sordos y permanecieron en el lugar durante el fin de semana largo argumentando que “el predio estaba en desuso” y reclamando medidas inmediatas para solucionar sus problemas habitacionales. Incluso, algunos de ellos manifestaron que en ese campo funcionaba un búnker de drogas que fue luego demolido por las propias familias en la misma semana de la ocupación. Sin embargo, fuentes policiales se encargaron de desechar tales acusaciones y negaron haber recepcionado denuncias al respecto.
Finalmente, el desalojo se concretó pero el clima reinante disto de ser calmo. Es que algunos ocupantes del terreno manifestaron haber sido agredidos por las fuerzas de seguridad, versión que también fue descartada de plano por el comisario inspector a cargo del operativo, quien aseguró tener todo filmado con cámaras de video. “No se registraron hechos de violencia, más allá de alguna agresión verbal por parte de la gente que decía no haber sido notificada de la medida (dispuesta por el juez Beltramone). En el lugar estuvieron presentes además tres oficiales de justicia y personal de criminalística que controlaron el procedimiento y registraron con cámaras todo el operativo”, concluyó Gamboa.
“Si no alambran, lo ocupamos”
Algunas de las personas que fueron desalojadas amenazaron que si no se dispone inmediatamente un cercado del predio, al encontrarse éste desocupado, en los próximos días se repetirá la ocupación ilegal. “Vamos a tomar el predio nuevamente, no está alambrado ni nada. Vamos a esperar hasta mañana (por hoy), pero si no se cerca lo vamos a volver a tomar”, afirmó una ocupante. En tanto, consultadas por el accionar de las fuerzas de seguridad, mujeres que se resistieron al desalojo denunciaron haber sido golpeadas por hombres de la fuerza. “Lo único que pedía era que me dejaran sacar las maderas del rancho. Pero ellos vinieron a tirar todo abajo y no les importó si había menores adentro de las casillas. Uno de ellos me agarró del brazo y me empujó, sin importarle que tenía a mi hijo en brazos”, dijo otra de las ocupantes.
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