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Derrocaron a Mursi en Egipto

Las Fuerzas Armadas del país africano destituyeron al presidente, suspendieron la Constitución y anunciaron un período de transición política. Hoy asumirá el titular de la Corte Suprema, Adly Mansour, y convocará a elecciones.


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Las Fuerzas Armadas de Egipto derrocaron ayer al presidente Mohamed Mursi, suspendieron la Constitución y anunciaron un período de transición política apoyado por líderes opositores, religiosos y de organizaciones juveniles. Según las agencias de noticias, hubo entre 5 y 10 muertos, partidarios del mandatario depuesto, en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad.

Cientos de miles de opositores congregados en la plaza Tahrir de El Cairo estallaron en muestras de júbilo al conocerse el anuncio del Ejército, que llegó luego de varios días de manifestaciones en exigencia de la renuncia de Mursi y de enfrentamientos con seguidores del presidente que dejaron más de treinta muertos.

En su primera reacción al anuncio del general Abdel Fatah Al Sisi, Mursi denunció por Twitter a las fuerzas armadas egipcias por dar un “golpe de Estado” contra su gobierno y llamó a “todos los hombres libres del país” y a los altos mandos militares a rechazarlo.

De todas formas, ni las nuevas autoridades de facto del país ni sus seguidores informaron el paradero de Mursi.

En la capital, poco después, decenas de miles de seguidores de la Hermandad Musulmana, el movimiento islamista al que pertenece Mursi, se congregaron en la Universidad de El Cairo y en la zona de Ciudad Nasser, en el otro extremo de la ciudad respecto de Tahrir, para protestar contra el golpe.

“El Ejército está prendiendo fuego las calles, llamando a la guerra civil. Estas personas que apoyan a Mursi están dispuestas a dar su vida”, dijo Yasser Soliman, un partidario del derrocado presidente, en declaraciones a la cadena de noticias Al Jazeera.

Más temprano, rodeado de líderes de la oposición y dignatarios religiosos, el general Al Sisi había dicho por televisión que Mursi rechazó el diálogo con la oposición que pedían las fuerzas armadas y que su discurso del martes por la noche, en el que se negó a renunciar, no estuvo “a la altura de las expectativas del pueblo”.

Antes de anunciar el derrocamiento de Mursi, el jefe del Ejército egipcio prometió que “las fuerzas armadas se mantendrán siempre al margen de la política” y aseguró que fue “el pueblo egipcio (el que) convocó a las fuerzas armadas a cumplir los objetivos de la revolución”.

Según explicó, el “período de transición” que comienza en Egipto estará guiado por cuatro puntos. El primero es la disolución de la cuestionada Constitución nacional; el segundo, la convocatoria a elecciones presidenciales anticipadas.

Hasta la celebración de dichos comicios, hoy asumirá la presidencia transitoria el presidente de la Corte Suprema Constitucional, Adly Mansour, según anunció el jefe militar como tercer punto acordado.

El magistrado deberá formar un gobierno de unidad nacional y también, como último punto, se constituirá un comité encargado de analizar reformas a la Constitución, especialmente a aquellas enmiendas aprobadas durante el año de gobierno de Mursi.

Antes de dar por terminado su discurso por televisión, el jefe del Ejército aclaró que apoya las “protestas legítimas” y pidió a los millones que están en las calles “abstenerse de la violencia”.

Por su parte, en varios mensajes sucesivos por Twitter, Mursi pidió a todos los egipcios, incluyendo a los altos mandos militares, “hacer cumplir las leyes y la Constitución nacional”, no responder al “golpe”, mantener la tranquilidad y evitar un derramamiento masivo de sangre.

Mursi, que en junio de 2012 se había convertido en el primer presidente elegido democráticamente en Egipto, había prometido quedarse en el poder a cualquier costo pero el Ejército cumplió el ultimátum otorgado y lo derrocó.

Apoyo de la oposición

Representantes la oposición al caído gobierno de la Hermandad Musulmana en Egipto, entre ellos el liberal Mohamed el Baradei, dos líderes religiosos, un jefe salafista y grupos juveniles apoyaron ayer el derrocamiento de Mohamed Mursi.

Mohamed el Baradei, premio Nobel de la Paz y cabeza del opositor Frente 30 de Junio, definió la hoja de ruta trazada por el Ejército, que aparta a Mohamed Mursi de la presidencia y suspende la cuestionada Constitución, que el mandatario quería imponer, como un “paso hacia la reconciliación nacional”. El Baradei, elegido por los opositores para que los represente en la etapa transitoria, aseguró que “se corrige así la Revolución del 25 de Enero”.

Por su parte, el secretario general del salafista partido Al Nur, Galal Morra, justificó el acuerdo para “evitar el derramamiento de sangre”.

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