Mensajes aterradores, amenazas, una boletería embargada y hasta peleas con la policía: la primera obra de la travesti Zulma Lobato en Mar del Plata tuvo todos los condimentos de un escándalo, pero los más damnificados fueron los actores, quienes habrían sido estafados por los productores del show, Jorge Kirovsky y Carlos Mandia, según el relato de los propios actores.
Al parecer, los productores decidieron levantar de un día para el otro la obra que habían montado en el teatro marplatense La Campana, llamada “Con esta los mato”. Pero al volver a Buenos Aires, no le habrían pagado “ni un centavo” a los actores, entre ellos las ex Gran Hermano Nadia Epstein y Silvina Schaffer y el cómico Torry, quien realizó la denuncia a los medios.
Pero la más engañada fue Lobato: “El sábado pasado Kirovsky me dijo “A la vieja la mandé a Buenos Aires y le dije que iba a hacer “Almorzando con Zulma Lobato”, o un reality show”, contó a el humorista de VideoMatch. “Lo contó riéndose y me dio pena”, recordó Torry sobre la excusa que Kirovsky y Mandia le dieron a Lobato para mandarla de regreso a Capital Federal.
“En vez, ella los mandó a cagar y se fue a Salta y a Córdoba a hacer unas presentaciones que tenía arregladas”, señaló el cómico. Ése fue el momento en el que Lobato grabó el extraño menaje en el contestador de su teléfono, donde declaraba la guerra a Kirovsky y a Mandia.
En una comunicación con, Kirovsky se identificó como productor ejecutivo de prensa de la obra, y también como representante de Lobato. “Dejó mensajes con amenazas en mi contestador”, aseguró el empresario, y aceptó que la vedette se presentó por su cuenta. “Sin mi intermediación, lo que está prohibido en el contrato que nos une”, aclaró.
Al mismo tiempo empezó a correr el rumor de que la vedette transformista estaba medicada, algo que Torry no pudo desmentir: “Había días que venía enojada, o simpática, otros dormida”, resaltó, y aclaró que “todo el mundo decía que tomaba pastillas pero nunca nadie las vio tomarlas”. Pero Kirovsky insistió: “El estado mental de Zulma Lobato hasta la agresión que sufrió de parte de Torry fue excelente. A partir de eso abandonó Mar del Plata y desapareció”.
La agresión a la que se refiere el productor sería un altercado en el que el cómico le habría arrancado la peluca a la tranformista. El mismo Torry admitió que tuvo un roce con Lobato cuando la travesti le espetó: “Vos no vas a trabajar más en esta obra” a la entrada del teatro, mientras él abría las puertas para que ingrese el público de la obra.
Según Torry, los productores suspendieron las funciones porque la obra “no funcionaba”, y por incumplimiento del contrato por parte de él. Además, dijo que había problemas legales y con la policía: “Kivorsky tiene un juicio con un grupo de música, ‘Escuderos del amor’, y como no tiene propiedades a su nombre van y le embargan la boletería”, explicó el humorista.
Pero el productor expuso su versión de los hechos: “Fuimos estafados por el dueño del teatro, Luis Hase, y presentamos una denuncia penal solicitando el embargo de sus bienes, ya que la sala debía ser entregada para nuestra función a la una de la mañana y durante todo enero fue entregada 1:40 por lo que la función comenzaba a las dos con una multa de dos entradas por minuto, que nunca nos abonó”.
“Él (por Kivorsky) no puso nada a su nombre, puso todo a nombre de su socio, Carlos Mandia, y figura como un empleado que cobra 300 pesos a la semana”, retrucó Torry a 
, y agregó: “Por eso, a cada llegada de un oficial de la Justicia para recoger la recaudación del espectáculo terminaba acudiendo también la policía porque se negaban a entregar el dinero”.
Entre los argumentos encontrados de las partes, aparece la disputa por el pago de sueldos a los actores. Torry aseguró que Mandia y Kirovsky quisieron pagarle 10 mil pesos “y en cómodas cuotas” de los 35 mil que habían acordado, a lo que él se negó. “Yo participé como productor ejecutivo de prensa -aclaró Kirovsky- y todos los integrantes a excepción de Torry cobraron”, aseguró el empresario. “Todos, Nadia Epstein, Silvina Schaffer, El Mago Cavaleiro y vestuaristas y bailarines”, enumeró.
Ahora, con la obra levantada y Lobato todavía ausente de la escena mediática, Torry intercambió denuncias contra sus empleadores. Él inició acciones legales por “incumplimiento de contrato” y ellos lo demandaron por “daños y perjuicios por agresiones hacia integrantes del elenco, como arrancarle ante infinidad de testigos la peluca a Zulma Lobato”.
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