Dos adolescentes de 13 y 15 años fueron privados de su libertad durante varias horas en la comisaría 4ª cuando la policía motorizada los detuvo para pedirle identificación. El hecho ocurrió el pasado viernes y esta mañana los padres de los chicos, Verónica y Antonio, fueron a radicar la denuncia en Tribunales.
El hecho ocurrió alrededor de las 18.50, cuando los chicos habían salido de la escuela. Fueron detenidos en la vía pública por personal motorizado, esposados y trasladados en un móvil. En la comisaría, B. y G. fueron llevados al calabozo y oficiales de policía, que no están identificados, les pidieron que se desnudaran y se pusieran en cuatro patas para revisarlos.
La mamá de los chicos expresó que les pidieron los números de documentos y no podían recordarlos. Desde ese momento, los menores comenzaron a recibir maltratos psicológicos y provocaciones del personal policial presente.
Además, Verónica contó que los chicos asisten a la escuela técnica ubicada en la zona de Necochea y 27 de Febrero, de donde salieron a las 18.30 y pretendían tomarse el colectivo de la línea 35/9 para regresar a su hogar en Villa Gobernador Gálvez. El mismo paso lleno de gente y no frenó.
En ese momento, pasó la policía motorizada y les pidió documentación. Al no tener lo pedido, los detuvieron en la vía pública y los trasladaron a la Comisaría 4º.
Con el correr de las horas, los padres de los chicos se contactaron con compañeros de escuela y les preguntaron si sabían algo de los menores que aún no habían regresado. Una compañerita dijo haber visto a la policía llevarse a dos chicos, aunque no estaba segura de si eran B. y G. A partir de esto, los padres se acercaron a la comisaría, donde recogieron a los niños sin recibir explicaciones sobre lo sucedido. Se retiraron de la sede policial alrededor de las 22.30.
“Nadie de la comisaría nos llamó, ni nos dieron una explicación”, señaló Verónica a El Ciudadano esta mañana en la puerta de los Tribunales. Además, agregó que personal de la comisaría 25ª de Villa Gobernador Gálvez recién se presentó en el domicilio familiar cerca de la medianoche para informar de la detención de los menores, una vez que estos ya estaban en su casa.
La mujer destacó que si bien sus hijos no tuvieron contacto directo con otras personas detenidas en la seccional, algunos presos a los que no podían ver pero sí escuchar les brindaban contención y les decían que se calmaran, ofreciéndoles galletitas y algo para beber.
Por otro lado, el diputado provincial del Movimiento Evita Eduardo Toniolli, quien fue a tribunales para acompañar la declaración de las jóvenes maltratadas en la comisaría 14ª, explicó que en ambos casos la detención por la figura de averiguaciones de antecedentes, se trata de “una herramienta obsoleta, que priva de la libertad ambulatoria a las personas que detienen bajo prejuicios de clase, étnicos y etarios”.
Asimismo, informó que este mediodía se reunirá con la defensora de Niñas, Niños y Adolescentes para analizar estos casos de violencia.
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