A revertir. En un veloz y sorpresivo “Tour de la Libertad” el candidato presidencial Javier Milei arribó intempestivamente a Rosario para encabezar una caravana, caminata y acto con sus seguidores este martes en el Monumento a la Bandera, Rosario, en una penúltima escala que tendrá su cierre en Córdoba, una de las plazas fuertes y de mayor alcance de La Libertad Avanza. Tras una mala performance en el debate presidencial, el economista se lanzó a recuperar el folclore de león rugiente que le permitió ser la sorpresa en las Paso y alcanzar el balotaje en la primera vuelta de este 22 de octubre, según versiones, impulsado por el ex presidente Mauricio Macri, su nuevo aliado. Pero apenas arribado a Rosario protagonizó el primer encontronazo: en medio de unos dos centenares de seguidores que aguardaron su llegada y lo acompañaron al canto de “La casta tiene miedo”, Milei esquivó un micrófono de Televisión Litoral y le propinó un empujón al periodista que lo empuñaba: “Esto es para la gente, no para vos”, le espeto. El Sindicato de Prensa Rosario repudió con firmeza la agresión y puso de relieve el “marcado desprecio por la tarea periodística”, del candidato “liberal libertario”.
Pasadas apenas las 19.20 una ovación de varios millares de seguidores, con preeminencia de chicos y chicas jóvenes, saludó la aparición de Milei en en el escenario montado sobre un camión al pie del Monumento, con una profusión de banderas argentinas que alternaban con las telas amarillas con el león violeta le dio una impronta diferente al mitin, atendiendo un llamado previo del propio candidato. Y Milei se mimetizó con el saludo de su público, que lo recibió al canto de “¡Argentina!”, “¡Libertad!”, y con un insólito “Massa, basura, vos sos la dictadura”. Citando a Adam Smith, el economista y filósofo británico considerado como padre del liberalismo, el candidato afirmó a Manuel Belgrano como un prócer del liberalismo nacional: “Nuestra Revolución de Mayo tiene en Belgrano a un liberal!”, gritó.
“Podemos ganarle a los dictadores socialistas”, arengó desde la pequeña tarima en la que estaban su hermana Karina, a quien llama “El jefe”, la ex candidata a gobernadora bonaerense de su fuerza, Carolina Píparo, y la diputada nacional electa por Santa Fe, Romina Diez. Nadie del PRO de Santa Fe estuvo en el espacio más cercano, donde –acaso por cábala– Milei llevaba puestas dos camperas, la clásica de cuero y un buzo oscuro con cierre cerrado y un detalle celeste, prendas que escogió en momentos clave de la campaña, pero en condiciones climáticas más acordes que el calor de la costanera rosarina.
“No tengan miedo”, le pidió el candidato a su público que respondió a las pausas en su discurso con los cánticos “La casta tiene y miedo” y “Se siente, se siente, Milei presidente”.
“El miedo paraliza”, insistió, para después arremeter: “¿De qué miedo me hablan, del miedo de la casta a perder sus privilegios?”.
“Sepan que un futuro mejor es posible, pero ese futuro sólo existe si es en libertad”, insistió Milei, y la respuesta volvió a ser el grito de: “¡Libertad!”, que se contagió aunque no todos escuchaban el discurso por dificultades en el sonido. Milei también remarcó que el domingo, los votantes encontrarán en el cuarto oscuro “de un lado la boleta de siempre, la misma figurita, y del otro lado la boleta del cambio y la libertad”, en obvia referencia a la suya.
De igual modo, no con mucho más que consignas cortas y contundentes, que fueron las que provocaron más efecto en sus actos de campaña, el candidato no se extendió por sobre unos diez minutos y, pasadas las 20 apenas, la mayor parte del público ya se había desconcentrado. Continuaban sí sonando bocinas desde los autos que pasaban por la avenida Belgrano a quienes continuaban debajo del Mástil Mayor, cerca de un par de centenares. Antes, los saludos habían sido más, marcando al paso de los autos que, pese a que la concentración no era imponente, las y los seguidores del candidato son numerosos.
La elección de Santa Fe y Córdoba como escenario para el volantazo en el último tramo de campaña no parece haberse tomado a la ligera. Si bien en Rosario en la primera vuelta Milei llegó segundo, detrás de Sergio Massa, la ventaja local del candidato de Unión por la Patria (34,6% a 28,9%) quedó revertida a escala provincial, con una ventaja del candidato opositor de casi tres puntos (32,5% a 29,7%). Pero en Córdoba Milei tratará de taponar la tierra arada por Massa casi a mano, con apoyos a cuentagotas del peronismo local y desplante por parte del gobernador provincial saliente, Juan Schiaretti. En suelo mediterráneo el candidato de Unión por la Patria llegó cuarto y con una diferencia sideral: 32,4% de La Libertad Avanza a 12,6% de Unión por la Patria en la capital, y 33,5% a 13,4% a nivel provincial, donde por poco margen incluso relegó al segundo lugar al “cordobesismo”. La impronta de Córdoba es la que le permitió a Macri consolidar su propio balotaje: tres de cada cuatro votos fueron para el entonces candidato de Cambiemos en aquella ahora lejana segunda vuelta de 2015.
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