Policiales

Guerra Funes-Caminos

Declara Brisa por temor a que la maten antes del juicio

La joven acompañaba a Jonatan "Bam Bam" Funes cuando éste fue asesinado. Hoy está presa como miembro de la asociación ilícita adjudicada a ese clan, pero declarará como testigo clave del crimen en forma anticipada al debate oral. El fiscal busca asegurar una prueba que considera fundamental


La investigación por el crimen de Jonatan Funes a la salida de la cárcel de Piñero tiene dos detenidos, uno de ellos con arresto domiciliario. También existe un prófugo, ex jefe de la barra de Newell’s, y este jueves el fiscal Ademar Bianchini pidió la declaración anticipada de la testigo ocular del hecho, una chica que acompañaba a la víctima y actualmente se encuentra detenida e imputada de participar en la asociación ilícita que le achacan a los Funes. Fundamentó su pedido por el temor que genera el caso y el riesgo de perder un testimonio de carácter fundamental. La solicitud fue avalada por la jueza, a pesar de la oposición de una de las defensas, aunque aclaró que para el caso que el testimonio esté disponible, y fuera posible la concurrencia de la testigo al juicio, no podrá usarse su declaración previa. El crimen se enmarca en una disputa territorial que ha dejado decenas de asesinatos en los últimos 30 meses.

El 5 de febrero Jonatan “Bam Bam” Funes fue a visitar a la cárcel de Piñero a sus hermanos Lautaro y Alan. Estaba acompañado por una joven de 18 años, Brisa Amaral. Cuando se retiraban en un Audi A3, a la altura del cruce de las rutas 14 y A012, apareció una Ford EcoSport que hizo una maniobra, como si fuera a doblar, y el acompañante del conductor disparó dos balazos al auto. La chica contó que Bam Bam le pidió ayuda, se abrazaron y salió corriendo. Del otro auto se bajó un hombre al que señaló como Jija, el ex jefe de la barra de Newell’s llamado Emiliano Avejera, y lo mató a balazos. Cuando volvía al auto conducido por Enrique Adrián “Cable” Solis, según la acusación, Jija le dio un mensaje: “Quedás viva para que contés lo que pasó”. Todos los sospechosos tienen vínculos con un clan enemistado con los Funes: los Caminos.

El primero en caer fue Cable, quien a su vez fue imputado por el homicidio de un cuarto hermano Funes, Ulises, el 7 de enero, y el ataque a tiros a su padre Jorge, el primero de año. Luego fue el turno de Damián C., alias Colombiano, detenido en un shopping tras el señalamiento de familiares de los Funes el mes pasado. A este hombre lo sindican como la persona que tiró los dos tiros iniciales contra el Audi. Por acuerdo de partes goza de un arresto domiciliario. Según la testigo lo reconoció en el perfil de Facebook de una amiga de Cable y Jija. Este último permanece prófugo pero en la audiencia de anticipo jurisdiccional de prueba que pidió la fiscalía estuvo presente su defensor.

Bianchini pidió que la mujer que acompañaba a Bam Bam al momento del crimen declare anticipadamente al juicio. Valoró las circunstancias en la que se vienen produciendo estos hechos, el temor y el riego de perder un testimonio fundamental para el caso. Si bien Brisa fue testigo del crimen y estaba en un programa de protección a testigos, más tarde terminó imputada por asociación ilícita. Para la Fiscalía, tras la caída de los hermanos Funes quedó al mando del grupo junto con un tío de los Funes, Pablo Miranda, imputado en el caso semanas atrás.

Tanto la defensa de Jija, a cargo de Claudio Tavella, como Laura Valencia, defensora de Damián C., no se opusieron al pedido. En cambio Romina Bedetti, defensora de Cable, se negó a la solicitud al sostener que había cámaras en el lugar y las mismas no se pidieron a tiempo y sus imágenes se perdieron. La jueza María Trinidad Chiabrera dijo que ese no era un planteo vinculado con el objeto de la audiencia e hizo lugar al pedido fiscal. Ordenó la toma de testimonio de la mujer previo al juicio, aunque aclaró que, en el caso de que el testimonio esté disponible, y fuera posible la concurrencia de la testigo al debate, no podrá usarse su declaración previa.

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