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La muerte de Carla Soggiu

De secuestro, violación y golpes a posible femicidio

Sergio Fuentes, ex pareja de la víctima, fue condenado a 6 años por atacar a la joven un mes antes de su muerte. Para su familia, en esa agresión le rompió una válvula que tenía en la cabeza a causa de la hidrocefalia que padecía. El 15 de enero perdió el conocimiento y se ahogó en el Riachuelo


La ex pareja de Carla Soggiu, la joven de 28 años hallada muerta en el Riachuelo en enero pasado, recibió la pena de seis años de prisión por haber secuestrado, golpeado y violado a la joven un mes antes de fuera encontrada sin vida, informaron fuentes judiciales. Para la familia de la víctima, el daño que le provocó ese ataque fue el que hizo que, un tiempo después, terminara muerta. Esta condena allana el camino para pedir una nueva acusación.

El condenado es Sergio Fuentes, a quien el Tribunal Oral en lo Criminal N° 20 porteño halló responsable del delito de “abuso sexual con acceso carnal” del que fue víctima Soggiu, aunque no aceptó los agravantes que había planteado la Fiscalía. La familia de Carla sostiene que el ataque por el que Fuentes fue condenado es la principal causa de la muerte de la joven.

Los hechos que llevaron a la condena que recayó sobre Fuentes ocurrieron el 26 de diciembre de 2018. Acerca de ese día, Carla había declarado que su ex pareja la había mantenido atada durante seis horas, violado y golpeado en la válvula de drenaje que tenía en la cabeza porque sufría hidrocefalia. Después de eso, el Juzgado Civil N° 9 le otorgó un botón de pánico y una orden para evitar que Fuentes se le acercara. Fuentes terminó preso en el penal de Marcos Paz. “Ella hizo la denuncia los últimos días de diciembre y falleció el 15 de enero en una situación imposible de explicar”, afirmó Alfredo, el papá de la víctima.

La fecha apuntada por Alfredo fue el del último día en que Carla fue vista con vida, cuando volvía de su trabajo en el barrio porteño de Pompeya. Según los registros, había accionado dos veces el botón de pánico. La buscaron durante cuatro días, hasta que el 19 de enero, cerca de las 7 de la mañana, un encargado de limpieza en las inmediaciones del Riachuelo llamó a Prefectura Naval por la presencia de un cuerpo flotando en el agua.

Unas horas más tarde, la familia reconoció que el cuerpo era el de Carla: tenía el mismo tatuaje, la misma ropa y el mismo piercing que ella. Estaba a 30 cuadras de la zona de búsqueda y de su casa.

La autopsia fue clave para que ahora Fuentes sea condenado: corroboró que Carla murió ahogada pero también registró que detrás del ojo derecho, donde tenía la válvula por la hidrocefalia que padecía, había sufrido un golpe. Este dispositivo era necesario para que la joven pudiera manejarse con autonomía y al estar defectuoso, le hizo perder el conocimiento.

Para la Justicia, la víctima accionó el botón de pánico porque necesitaba ayuda, justamente, por la falla de la válvula. La familia de la joven sostuvo que la válvula quedó destrozada por los golpes de Fuentes y que por eso Carla se desorientó hasta caer al agua y morir. Según la investigación, el mismo 15 de enero, cerca de las 18, habló con su madre. Luego, según manifestaron los investigadores, estuvo con un amigo que la acompañó hasta la parada del colectivo 32. Esta fue la secuencia que quedó registrada en las cámaras de seguridad que luego se difundieron.
Además, desde la Central de Alarmas de la Policía de la Ciudad emitieron el último llamado que recibió la chica. Fue durante la noche, pasadas las 21, y tardó 48 segundos en responder. Para ese momento, ya tenía la cara tapada de agua, porque se estaba ahogando. La ayuda no llegó y falleció.

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