Espectáculos

Cine y género

De las cien mejores películas nacionales de todos los tiempos, veinte fueron dirigidas por mujeres

El dato surge de la Encuesta de Cine Argentino 2022 presentada en el marco del reciente Festival de Mar del Plata. Entre las destacadas, aparecen María Luisa Bemberg y Lucrecia Martel con la mayoría de sus trabajos. La muestra de datos surgió a partir de más de 500  votantes y 800 películas


En la reciente edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata que finalizó el domingo último, se presentaron, en el marco de una conferencia de prensa, los datos surgidos de la Encuesta de Cine Argentino 2022, donde La Ciénaga (2001), de Lucrecia Martel, fue la película más votada, a partir de los datos surgidos de la participación de 546 votantes y 812 películas, con Martel y María Luisa Bemberg entre las realizadoras preferidas, y donde veinte películas de las 100 que figuran en la lista fueron dirigidas por mujeres.

De este modo, con la sala Gregorio Nachman del Teatro Auditorium desbordada de público, se presentó a la prensa esta consulta realizada entre figuras destacadas de la industria del cine local para determinar cuáles son, a su juicio, las mejores 100 películas nacionales de todos los tiempos, un listado donde aparecieron clásicos indiscutidos, algunas novedades y hallazgos históricos.

La realizadora Lucrecia Martel, entre las destacadas.

La encuesta, que tuvo cuatro ediciones anteriores y fueron hechas por el Museo del Cine Pablo C. Ducros Hicken entre 1977 y 2000, partió este año de la iniciativa y el trabajo conjunto de las revistas especializadas en cine La vida útil, Taipei y La tierra quema, que convocaron a más de 500 miembros de la comunidad cinematográfica de todo el país y de todos los rubros técnicos y teóricos.

Seguida por Invasión (1969) de Hugo Santiago, Tiempo de revancha (1981) de Adolfo Aristarain y El Dependiente (1969) y Crónica de un niño solo (1965), ambas de Leonardo Favio, quien aparece en varias oportunidades en la lista, Lucrecia Martel, una de las cineastas más notables del cine nacional de todos los tiempos, vuelve a aparecer con Zama (2017), en el puesto diecinueve.

La presentación de la encuesta en el Festival de Mar del Plata.
Mujeres y cine 

Más allá de la suma de votos, lo interesante de los resultados de esta encuenta, en principio, es que la película más votada de la lista general, la recordada La Ciénaga, fue dirigida por una mujer, una de las grandes realizadoras del cine del presente, la salteña Lucrecia Martel, artista de un gran predicamento a nivel internacional no sólo por sus valiosas películas sino también por su desempeño como jurado en los más importantes festivales del mundo o sus valiosos aportes a un modo de ver y de pensar el cine hecho por mujeres a través de magistrales conferencias.

Y en el mismo sentido, en este tiempo donde las mujeres pelean por sus lugares en una industria que si bien ha cambiado sus modos está muy lejos de la paridad de género, otras mujeres aparecen como las directoras de las películas más votadas.

Es así que en el puesto 22, la elegida es Albertina Carri con la premiada Los Rubios (2003), un recorrido por diversos estados de la memoria a partir de la ausencia de los padres de la protagonista.

Tampoco podía faltar Camila (1984), de la referida María Luisa Bemberg, en el puesto 23, una película feminista, cuando poco se hablaba del tema, basada en hechos reales, que narra la historia de amor que mantuvieron, en el siglo XIX, la aristócrata Camila O’Gorman y el sacerdote Ladislao Gutiérrez. Una relación que provocó el escándalo entre la iglesia y la sociedad de la época y una película que trajo de regreso ese debate a mediado de los años 80.

Poco después vuelve a aparecer Martel con la inquietante La mujer sin cabeza (2008), sobre una mujer que en una distracción mientras conduce, atropella algo y cree haber matado a alguien. Todo vuelve a la calma días después y el mal momento parece superado, hasta la irrupción de la noticia de un macabro hallazgo.

En el puesto 30, nuevamente Martel irrumpe con La niña santa, de 2004, donde Amalia es una niña como las otras del coro, que se cuestionan sus creencias religiosas. Ella siente que tiene una misión: librar del pecado a un hombre que está seduciendo a su madre.

En el puesto 34, la elegida es Agustina Comedi con el documental El silencio es un cuerpo que cae (2017), una historia contada a partir del detrás de la cámara que captura fiestas y vacaciones familiares, donde se revela la identidad de un padre.

En la lista, poco después, aparece Ana Poliak con La fe del volcán (2001), la historia de Ani, una aprendiz de peluquera que pierde su trabajo y Danilo, un afilador de tijeras que pedalea la ciudad en su “despacho rodante”.

También es de la partida Cuatreros (2016), nuevamente de Albertina Carri, donde va tras los pasos de Isidro Velázquez, “el último gauchillo alzado de la Argentina y cómo la búsqueda del tiempo perdido siempre es errática”.

En el puesto 43 aparece nuevamente Ana Poliak con su drama documental ¡Qué vivan los crotos! (1990), acerca de la vida de José Américo Ghezzi, picapedrero anarquista sin trabajo, que en 1930 abandona su pueblo y no regresa hasta 1955.

En el casillero 47, la elegida es Eva Landeck con su película Gente en Buenos Aires (1974), donde dos jóvenes viven un romance telefónico sin saber que se conocen personalmente y se tienen una gran antipatía.

Poco después, figuran otras dos grandes películas nacionales dirigidas por talentosas realizadoras: Un muro de silencio (1993) de Lita Stantic, y a continuación Señora de nadie (1982), nuevamente de María Luisa Bemberg y de la que Stantic fue productora en gran parte de su filmografía. Ambas películas son vistas hoy con impronta de género no sólo por su temáticas sino por los puntos de vistas planteados por sus dos realizadoras, al tiempo que Bemberg vuelve a aparecen en el puesto 49 con Yo, la peor de todas (1990), sobre los últimos años de la célebre monja escritora sor Juana Inés de la Cruz.

También figuran en la lista la reciente Las mil y una (2020), de Clarisa Navas, sobre la historia de amor entre dos chicas en un pueblo de Corrientes; Parapalos (2004), nuevamente de Ana Poliak, sobre el desarraigo de un joven del interior en Buenos Aires, para cerrar el puesto número 50 nuevamente con Bemberg y la recordada Miss Mary (1986).

Uno de los hallazgos de la lista es el film Las Furias (1960), de Vlasta Lah, sobre cinco mujeres (madre, esposa, amante, hermana e hija) que intentan doblegar a un hombre hasta llevarlo a la muerte, que además es el primer film sonoro argentino dirigido por una mujer, la única mujer cineasta en América latina durante los años 60.

El cartel de “Las Furias”, de Vlasta Lah, de 1960.

Ya para cerrar la lista de las mujeres que aparecen en la encuesta con sus películas, hay dos títulos más: Esquirlas (2020) de Natalia Garayalde y nuevamente Bemberg con su producción internacional De eso no se habla (1993), último largometraje de una de las mujeres referenciales del cine argentino, en el contexto de una encuentra donde aparecen destacadas cinco de las seis películas que hizo a lo largo de toda su carrera.

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