Edición Impresa

Abreviado

Baleado en robo y condenado por portación de arma

Un remisero de 52 años, que fue baleado durante un asalto en febrero pasado, pasó de ser víctima a penado, al ser sentenciado por una portación ilegal de arma de fuego.


Un remisero de 52 años, que fue baleado durante un asalto en febrero pasado, pasó de ser víctima a penado, al ser sentenciado por una portación ilegal de arma de fuego. Esto se debió a que, al momento de ser socorrido por uniformados de la seccional de Pérez, el chofer llevaba entre sus pertenencias una pistola sin papeles y varios cartuchos, ya que –según alegó– había sido atacado a tiros con anterioridad en otro robo. Ahora deberá cumplir con trabajos comunitarios y tener mucho cuidado de no volver a meterse en problemas, ya que, de reincidir, será penado con un tiempo tras las rejas.

La noche del jueves 26 de febrero pasado Rafael Godoy estaba trabajando, como todos

los días, a bordo de su remis Fiat Duna. Ya llevaba unos meses de regreso en las calles, después de haber sufrido un asalto en el cual un hombre le había dado varios tiros, de los que se salvó de milagro. Su auto negro y amarillo era su fuente de ingresos y, cuando comenzaron a cicatrizarse las heridas, volvió a ganarse el pan de la misma manera.

Eran más o menos las 20 de esa noche de verano y estaba bastante lejos de su casa, de barrio Hostal del Sol. Llevaba en su auto a tres muchachos que necesitaban ir hasta Camino del Grillo y avenida Belgrano, de la ciudad vecina de Pérez. El viaje fue tranquilo, pero ni bien llegaron la cosa se puso densa. El trío de pasajeros no sólo se negó a pagarle, sino que los muchachos sacaron un arma de fabricación casera de entre sus pertenencias y le exigieron que les entregara la recaudación. Pero Rafael, que ya estaba curtido en los gajes de su oficio, se negó a darles la plata y recibió la reprimenda de los ladrones, que lo lesionaron con un balazo. Él no se quedó atrás y sacó un arma calibre 9 milímetros y respondió la agresión disparándoles 7 tiros.

Unos minutos después de la balacera Rafael fue trasladado al hospital Centenario, de Rosario, donde recibió curaciones en el brazo derecho y fue dado de alta.

Sin embargo sus problemas no terminaron ahí, porque los uniformados de la seccional 22ª de Pérez que intervinieron en el robo y enfrentamiento constataron que el arma que disparó el remisero no estaba registrada; por lo que Rafael terminó acusado de portación ilegítima de arma de fuego. “Godoy tiene un arma legal, registrada a su nombre, con los papeles al día. Pero durante el primer robo, en el cual fue baleado y se salvó de casualidad, su pistola fue retenida por la Justicia, como material probatorio y nunca se la devolvieron.

Por ello, cuando volvió al trabajo, Rafael compró un arma sin papeles, que fue la que le incautaron en febrero”, explicó su abogado defensor.

La investigación del caso quedó a cargo del fiscal Damián Cimino quien imputó al remisero y estuvo a punto de llevarlo a juicio oral. Ante esta situación el abogado defensor José Luis Giacometti llegó un acuerdo con el investigador judicial, el cual fue homologado por el juez Hernán Postma.

Así fue cómo el remisero Rafael Godoy pasó en diciembre pasado, antes del inicio de la feria estival, de víctima de asalto a ser condenado en un juicio abreviado a un año de tareas comunitarias, durante el cual deberá mostrar buena conducta y no recaer en ningún tipo de falta, porque de lo contrario su pena será reemplazada por la de cárcel.

Comentarios

10