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Zona noroeste

Dan por desbaratada banda de boqueteros que saqueó joyería

La PDI apresó a siete sindicados integrantes de la organización cuando se aprestaban a vender el botín a un joyero.


Una banda fue desbaratada ayer por la madrugada cuando se disponía a vender las joyas que fueron robadas el pasado 25 de marzo de un local de Maipú 1062 en un golpe con modalidad de boqueteros.

Al momento del procedimiento, se encontraban los siete sindicados integrantes de la organización además del comprador, dijeron fuentes del caso, en el interior de una ostentosa vivienda de avenida Pujato al 7800, en la zona noroeste.

En el allanamiento se secuestró el botín, que llegó a un peso total de 3 kilos y medio de plata y unos 5 kilos y medio de oro, valuados en una suma millonaria, aunque su cotización en el mercado negro se reduce de forma considerable.

Sin embargo, al momento de la detención, el comprador –un joyero que posee un local en Rosario y otro en Buenos Aires– no tenía una suma importante de dinero en su poder, explicaron las fuentes relacionadas al caso.

Además, en la casa se encontraron balanzas de precisión, dinero en efectivo de moneda nacional, dólares americanos y euros, un equipo de comunicación con frecuencia policial y también se incautaron los cinco autos de alta gama en los que llegaron los sospechosos.

Los detenidos quedaron a disposición de la fiscal Juliana González de la Unidad de Investigación y Juicio y hoy serán sometidos a la audiencia imputativa. La mayoría de los integrantes de la banda posee antecedentes por robo calificado y dos de ellos contaban con pedidos de captura.

La ejecución del golpe para desvalijar la joyería MG comenzó en las primeras horas del miércoles 25 de marzo pasado –el 24 fue feriado–, cuando cuatro hombres se colaron en un local abandonado lindero, donde funcionó un negocio de ropa deportiva. De allí, pasaron al techo de la joyería y empezaron a horadar el concreto. Finalizado el boquete, el cuarteto se escondió en los baños, esperó la llegada de dos empleados y los sorprendió a las 7.45.

Los asaltantes obligaron bajo amenazas de muerte a los empleados a que les abrieran las vitrinas y la caja fuerte y se pusieron a llenar los bolsos con todas las joyas que encontraron a su paso. Tras una media hora de recolección, el cuarteto ganó la calle por la puerta principal y se subió a un VW Gol Trend que estaba estacionado frente al ingreso.

Los pesquisas determinaron que el cuarteto realizó el trabajo con inteligencia previa debido a que supo por dónde había que entrar para no activar la alarma. Sin embargo, lo que no tuvieron en cuenta fue que dos de ellos fueron identificados cuando sus caras quedaron en las imágenes de las cámaras de seguridad. “Dos de los cuatro que ingresaron al local fueron reconocidos porque cayeron en otras ocasiones por el delito de robo calificado”, explicó un vocero relacionado con la investigación.

A su vez, el subjefe de la Policía de Investigaciones Rosario, Fernando Ochoa, describió que el allanamiento se realizó ayer por la madrugada tras una serie de medidas que incluyó la recolección de datos por parte de las redes sociales, escuchas telefónicas e información de calle.

El pasado los condena

De acuerdo con la investigación, el allanamiento ordenado por la fiscal González se llevó adelante por parte del personal de la PDI en los primeros minutos de la madrugada de ayer en una vivienda de avenida Pujato al 7800.

A través de tareas de inteligencia, los pesquisas determinaron que la banda se iba a reunir con el comprador, el cual posee un local a una cuadra de la joyería asaltada y otro en Buenos Aires. Fue en ese marco que cayeron el dueño de la ostentosa vivienda, César David B., de 37 años; el sindicado comprador, Sergio Gustavo C., de 51; Jeremías Gonzalo P. (de 33); Gastón Ariel R. (25); David Q. (23); Marcelo Ariel L. (36); Luis Alberto P. (30) y Alberto Andrés M. (30). Estos últimos tenían pedido de captura vigente por robo calificado. Además, los investigadores recuperaron el botín compuesto por cadenas, dijes, anillos, aros y pulseras que hicieron un total de 3 kilos y medio de plata, y unos 5 kilos y medio de oro, valuados, según fuentes del caso, en alrededor de 10 millones de pesos.

En ese marco, los pesquisas señalaron que a pesar de que la cotización de las joyas en el mercado es mucho menor, el cliente no tenía una importante suma de dinero consigo. Entre todos los presentes se recolectó una suma importante de dinero: 5 mil pesos y 1.500 dólares.

En el operativo, los uniformados incautaron también un Volkswagen Passat, un Mercedes Benz modelo 250 deportivo, una camioneta Audi Q5 (del dueño de casa), un Mini Cooper y un Honda Civic en el que llegaron los sindicados miembros de la banda a la reunión.  Los ocho detenidos serán sometidos hoy a la audiencia imputativa acusados por el delito de robo calificado y privación ilegítima de la libertad.

Un repaso por los prontuarios de los detenidos

Siete de los ocho detenidos por el golpe con modalidad de boqueteros tienen prontuario abierto, dijeron fuentes del caso. Por ejemplo, Jeremías P. fue condenado a 10 años de prisión como cómplice del robo seguido de homicidio que tuvo como víctima al garrafero Humberto Folch, en 1999, en la zona noroeste.

Por su parte, Luis Alberto P. fue acusado junto con un cómplice de asaltar en septiembre del año pasado al chofer del utilitario de la empresa Logística Rosario cuando se disponía a entregar la mercadería de una droguería en una farmacia de Dorrego y Jujuy. Tenía pedido de captura por robo, al igual que Alberto Andrés M., otro de los detenidos ayer.

En tanto, Gastón Ariel R., alias Lichi, pertenece a un clan delictivo del noroeste y tiene antecedentes por entraderas ocurridas en 2011 y 2012. Sin embargo, se hizo conocido en las crónicas policiales cuando fue detenido con su hermano en la ciudad entrerriana de Victoria acusado de balear a tres militantes del Movimiento Evita en Nuevo Alberdi en 10 de enero de 2013, en un ataque con móvil narco.

El más conocido de los apresados por el robo a la joyería es Marcelo Ariel L., apodado Culón: cuenta con dos condenas por robo a mano armada y una causa abierta en la Justicia federal. En marzo pasado, la Cámara Penal le revocó una pena a 4 años y medio de prisión por robo calificado por falta de pruebas. El asalto que se le imputaba ocurrió en 2009, cuando cinco ladrones irrumpieron en Catering Gourmet, de San Luis al 2400, y se apoderaron de 250 mil pesos en efectivo y 700 mil en cheques.

Allá por 2009, Culón también cayó en Casilda con otros tres pesados rosarinos en un auto. Estaban armados, llevaban herramientas como para violentar una caja fuerte y precintos. Los pesquisas indicaron que los seguían porque tenían el dato de que iban a asaltar al dueño de una heladería. Uno de sus acompañantes era César David B., dueño de la casa donde fue el allanamiento de ayer. Lo apodan Quiquín, cumplió condena a 6 años y 8 meses por robo y en 1999 fue protagonista de una sonada toma de rehenes de dos guardiacárceles en una fuga abortada en la cárcel de Rosario.

Culón también habían caído en 2000 tras fugarse de la seccional 10ª. En ese mismo año, lo balearon en el abdomen cuando se resistió a un supuesto robo.

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